Batiburrillo de ideas

La coqueta sala del Archivo del Territorio Hist¨®rico de ?lava, convertida en una obligada cita mensual para seguir de cerca la fotograf¨ªa m¨¢s actual, ofrece en esta ocasi¨®n una muestra de algunos trabajos realizados por Feliciano L¨®pez (Madrid, 1949) en un momento al que llegaba, seg¨²n indica el propio autor, despu¨¦s de un momento personal de "sequ¨ªa fotogr¨¢fica". Buscaba dejar atr¨¢s los planos medios y largos para cerrar m¨¢s el ¨¢ngulo sobre el objeto de la toma. Para su nuevo ensayo eligi¨® el cuerpo humano, por lo que ahora vemos, con especial inter¨¦s en su g¨¦nero femenino. Pero, como no se pod¨ªa esperar de otra manera, despu¨¦s de la sequ¨ªa llegaron los chaparrones. Unos, de lluvia fina, hicieron germinar ideas atractivas; otros, m¨¢s revoltosos, consiguieron embarrar las tomas.

El curr¨ªculo de este fot¨®grafo viene avalado por distintos trabajos presentados en Valencia, en Madrid y alguno de ellos en Oporto (Portugal). No obstante, en su historial resalta su participaci¨®n en Cuatro direcciones, exposici¨®n colectiva sobre fotograf¨ªa contempor¨¢nea espa?ola entre 1970 y 1990, presentada en el Museo Nacional Reina Sof¨ªa y un tanto cuestionada por algunas notables ausencias. En la actualidad compagina sus intervenciones fotogr¨¢ficas con la direcci¨®n de las jornadas fotogr¨¢ficas de Guardamar del Segura. La propuesta tra¨ªda al Archivo de Vitoria propone cuatro temas en blanco y negro. Uno de ellos se titula, D¨ªpticos. Es una reflexi¨®n interesante donde las formas de una imagen se manipulan para conseguir un doble sim¨¦trico. Recuerda un combinado siam¨¦s y produce un efecto plagado de fascinantes atractivos e insinuaciones misteriosas. La foto de la foto, junto a la serie anterior es sin duda la realizaci¨®n m¨¢s acertada y meritoria. Una imagen se armoniza con las l¨ªneas y texturas del modelo que la sujeta para conformar finalmente otra imagen inesperada aunque enormemente sugerente. El otro lado de la moneda est¨¢ en Aproximaciones. En ellas centra su mirada en detalles de un cuerpo femenino cuya identidad se manifiesta a trav¨¦s de la sensualidad de su piel, aunque en uno de los ejemplos no se entiende la presencia de una navaja de afeitar sobre un muslo, aparentando un corte absolutamente insulso.

En Carnes y verduras-frutas y pescados la imaginaci¨®n no se desboca. Nueces, pl¨¢tanos, pimientos, peces, b¨ªgaros e incluso un pulpo se alojan entre pliegues y orificios del cuerpo de una mujer para conseguir un efecto vulgar, rozando lo chabacano. En definitiva, un batiburrillo de ideas que no combina de la manera m¨¢s adecuada y en el que, tristemente, las m¨¢s peregrinas hacen sombra a las aut¨¦nticamente l¨²cidas.