La sucesi¨®n en Madrid
Las encuestas sobre la alcald¨ªa de Madrid tienen satisfacci¨®n absoluta: en cualquier caso se va ?lvarez del Manzano. Hay personajes con carisma negativo; el m¨¢s grande. Para muchos, su sonrisa es de bobo total; para otros, de gran bondad. Son valores incompatibles. La bondad est¨¢ m¨¢s pr¨®xima a la inteligencia de lo que dicen los malvados. Sea como haya sido, ya no importa: soy del grupo social que no persigue a los que se van. La mayor¨ªa absoluta del PP en Madrid quedar¨¢ reducida a un solo concejal. ?Que sea griposo! O que no sea: de aqu¨ª a las elecciones hay tiempo para que ascienda Trinidad Jim¨¦nez. No s¨¦ si la campa?a a la americana que est¨¢ haciendo, de calle en calle, es bastante. Ha despertado mucho inter¨¦s. En cambio el rostro femenino adverso, el de Ana Botella, tiene inconvenientes. Uno, la ca¨ªda veloz del aznarismo. Aznar fue un gobernante listo mientras necesitaba pactos: se perdi¨® cuando pens¨® que ¨¦l solo pod¨ªa dejar un gran pa¨ªs, y fue estrope¨¢ndolo todo, desde las posibilidades de acabar con el terrorismo hasta la ignorancia de c¨®mo se comporta un gobernante en caso de marea negra; desde la apertura de una lucha horrible en su partido por la sucesi¨®n hasta la aspiraci¨®n a que se cree para ¨¦l un puesto de presidente de Europa (lo ganar¨ªa Felipe Gonz¨¢lez, si le interesase). Es curioso c¨®mo en tan poco tiempo este Aznar ha podido convertirse en desagradable para las masas: otro carisma negativo, despu¨¦s de haberlo tenido positivo. La idea de que ha colocado a su dama para que Ruiz-Gallard¨®n sea su heredero le hace odioso; la de que Alberto la haya puesto para complacerle, hace odioso a Alberto. Ella pierde feminismo: va al poder entre dos hombres como dos maestros. Su secretismo sobre si se presentar¨¢ es tan inquietante como el de Aznar sobre a qui¨¦n entregar¨¢ el anillo de su papado.
Supongamos que la encuesta de ayer no es m¨¢s que el principio de una ca¨ªda. Y tambi¨¦n, que ha habido un acierto de la oposici¨®n con Trinidad Jim¨¦nez, a la que hace falta un esfuerzo para presentar programa, ideas, opciones. Ya sabe que no tendr¨¢ ¨¦xito sin la izquierda, que no es la misma que hace un a?o: es m¨¢s exigente. Se la puede enga?ar despu¨¦s de haber tenido sus votos: pero no antes.
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