?Hacia la divisi¨®n de Italia?
La izquierda critica la reforma que hoy aprueba el Senado como amenaza a la unidad del pa¨ªs
La izquierda critica la reforma que hoy aprueba el Senado como amenaza a la unidad del pa¨ªs
Un fantasma recorre Italia estos d¨ªas. Se llama devolution y no es otra cosa que la reforma auton¨®mica del Estado propuesta por Umberto Bossi, l¨ªder de la ex secesionista Liga Norte, que dejar¨¢ en manos de las regiones las competencias legislativas en Educaci¨®n, Sanidad y Polic¨ªa Local. La reforma Bossi, que ser¨¢ aprobada con toda probabilidad hoy por el Senado -aunque requerir¨¢ nuevo refrendo de la C¨¢mara porque modifica la Constituci¨®n-, ha desatado una descomunal protesta en todo el pa¨ªs liderada por la oposici¨®n de centro-izquierda, a la que se han sumado polit¨®logos, juristas, intelectuales, sindicatos y patronal. Todos a una coinciden en considerarla una peligrosa amenaza contra la unidad nacional.
Mientras en Bruselas el ex ministro de los Dem¨®cratas de Izquierda (principal partido de izquierdas italiano) Giorgio Napolitano propon¨ªa hace unos d¨ªas que se d¨¦ m¨¢s protagonismo a las regiones en la UE, el l¨ªder de su partido en Italia, Piero Fassino, clamaba contra la reforma Bossi, planteando la situaci¨®n en estos t¨¦rminos: "Existe el riesgo de una crisis civil". Seg¨²n Fassino, los cambios auton¨®micos promovidos por Bossi provocar¨¢n "la destrucci¨®n del conjunto de reglas que ha tenido unido hasta ahora el pa¨ªs". Palabras que obedecen al sentir de toda una ¨¦lite pol¨ªtica y econ¨®mica, que ve con preocupaci¨®n el crecimiento pol¨ªtico de las regiones en detrimento del poder central.
La preocupaci¨®n de un sector de la sociedad italiana hacia la reforma del l¨ªder liguista es cada vez mayor. Hasta el punto de que el presidente de la Rep¨²blica, Carlo Azeglio Ciampi, se vio obligado a intervenir ayer en el debate, para defender la importancia de que la Educaci¨®n quede en manos del Estado.
Un conocido polit¨®logo, Sergio Romano, procuraba ce?ir sus cr¨ªticas al "federalismo" al plano econ¨®mico. "Es una revoluci¨®n cara. El paso a las regiones de los empleados estatales no reducir¨¢ su n¨²mero". Como consecuencia del federalismo fiscal, "algunas regiones ser¨¢n m¨¢s pobres, y menos eficientes". Es decir, sancionar¨¢ la Italia de dos velocidades, con diferencias a¨²n mayores entre el norte rico y el sur pobre.
De hecho, son las regiones del norte, como Lombard¨ªa y Veneto, las m¨¢s interesadas en que la reforma auton¨®mica se lleve adelante. "Todo lo que queremos es ofrecer a nuestros ciudadanos servicios m¨¢s en consonancia con los impuestos que pagan", explicaba el presidente de Lombard¨ªa, Roberto Formigoni. Pese a estas razones, los antagonistas de la reforma Bossi, como el ex presidente del Tribunal Constitucional italiano Leopoldo Elia, consideran que "la autoatribuci¨®n por parte de las regiones de plenos poderes en materia de tanta relevancia , tendr¨¢ efectos peligrosos, subversivos".
Una visi¨®n apocal¨ªptica que comparten tambi¨¦n, en cierta medida, los ex democristianos que integran la coalici¨®n de Gobierno y los nacionalistas de Alianza Nacional. Dos fuerzas que tender¨¢n a reducir el alcance de la reforma en la C¨¢mara baja del Parlamento. Sin embargo, estudiosos como el profesor de Derecho P¨²blico comparado de la Universidad de G¨¦nova Paolo Armaroli encuentran exagerado el debate. "Estamos hablando de un regionalismo acelerado que no plantea ning¨²n peligro de fragmentaci¨®n porque las regiones ya poseen amplias competencias en temas de Sanidad y Educaci¨®n". Y en cuanto a la distancia norte-sur, Armaroli es contundente. "Desgraciadamente, es una realidad desde 1861".
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