La calle como escuela de teatro y de vida
Los directores Antonio Llopis y Pedro Carvajal han ensayado su montaje 'Antes del silencio' en una pradera de la calle de Bail¨¦n
Los directores Antonio Llopis y Pedro Carvajal han ensayado su montaje 'Antes del silencio' en una pradera de la calle de Bail¨¦n
Cualquiera que haya pasado los ¨²ltimos meses por una peque?a pradera, llena de verdor y frescura (las ¨²ltimas semanas, con menos verdor y m¨¢s frescura), situada frente a la catedral de la Almudena, en la misma calle de Bail¨¦n, ha podido o¨ªr voces extra?as e incluso gritos de "?al ladr¨®n, al ladr¨®n!".
Lo curioso es que tras o¨ªrlo nadie ha intervenido. Una vez percatado el personal de que lo que all¨ª se coc¨ªa era el ensayo de una obra de teatro, la gente ha sido profundamente respetuosa y s¨®lo los conocidos o amigos se sumaban al trabajo, que no era otro que poner en pie el espect¨¢culo Antes del silencio por parte de la compa?¨ªa K Teatro.
La obra, que se podr¨¢ ver el pr¨®ximo d¨ªa 13 de diciembre en el teatro Federico Garc¨ªa Lorca de Getafe y que posteriormente visitar¨¢ otros teatros de la Comunidad de Madrid, tambi¨¦n participa en la campa?a de apadrinamiento de Infancia sin Fronteras, cuyo objetivo es lograr hogares para 2.357 ni?os en Nicaragua.
La historia empez¨® como un peque?o proyecto de dos alumnos del Laboratorio de William Layton, de Madrid, una de las escuelas de formaci¨®n actoral m¨¢s prestigiadas dentro del panorama de la pedagog¨ªa esc¨¦nica en Espa?a. Ellos, Luc¨ªa Cam¨®n y Jos¨¦ Juan Rodr¨ªguez, se encontraron con que cada uno por su lado estaban siendo absorbidos por la dramaturgia de Bernard Marie Kolt¨¦s, uno de los grandes revulsivos esc¨¦nicos que ha dado la dramaturgia europea a finales del siglo XX.
"Cada uno por nuestro lado le¨ªmos cosas de este autor, por lo que nos plante¨¢bamos un trabajo que en origen deber¨ªa ser un mon¨®logo", dicen. Mientras uno le¨ªa De noche justo antes de los bosques, la primera obra de Kolt¨¦s, la otra, Roberto Zucco, su ¨²ltima pieza. Ambos vieron la posibilidad de unir sus trabajos, sus textos, sus ideas... Una historia les llev¨® a otra, y as¨ª sucesivamente, hasta que se encontraron con una obra r¨ªo de corte muy personal, en la que ella hace cinco personajes: una prostituta, una vieja, una loca, una rica y una nazi. ?l interpreta ese personaje roto tan t¨ªpico de Kolt¨¦s.
Ambos contaron con Antonio Llopis, uno de esos personajes a mitad de camino entre divino maldito y anacoreta contempor¨¢neo que, tras fundar hace veinte a?os el Teatro de la Danza y participar activamente como actor, core¨®grafo y director en el mejor teatro espa?ol independiente y de la transici¨®n, decidi¨® desaparecer. Ahora asoma la cabeza como profesor del Laboratorio de William Layton.
Pero no ha sido el ¨²nico director del montaje: "Cuando empezaron los ensayos tambi¨¦n acud¨ªan a la pradera amigos, muchos de ellos profesionales, que pasaban por all¨ª y se dejaban envolver por el entorno, por las campanas de la catedral, el silencio absoluto de los espont¨¢neos espectadores, el atardecer ese de Madrid, tan excepcionalmente bello", dice Llopis.
Entre los que se acercaron estaba el escritor, director de teatro y cineasta Pedro Carvajal, que se sum¨® entusiasmado al proyecto, en el que ahora figura como codirector.
Lo excepcional del caso es que el proceso de trabajo se ha producido en esa pradera de la calle de Bail¨¦n, lo que ha significado ensayar a Kolt¨¦s en su ¨¢mbito natural. Precisamente las obras de este autor transcurren en n¨²cleos urbanos, en calles donde deambulan personajes diversos, aunque siempre con alguna herida a cuestas producida por la vor¨¢gine de la ciudad, de la sociedad occidental contempor¨¢nea.
De hecho, mientras Cam¨®n y Rodr¨ªguez ensayaban, les han ocurrido cosas similares a las de las obras en las que se han basado: De noche justo antes de los bosques, Tabataba y Roberto Zucco, aunque despu¨¦s de meses de trabajo y de amasar fragmentos de estos textos, junto con sus improvisaciones, Antes del silencio es un texto de creaci¨®n colectiva, en la que tambi¨¦n se le ha dejado opinar a Kolt¨¦s. "Tal y como nos hemos planteado el trabajo, era inevitable, y deseable, que hubiera muchas voces interviniendo en el proceso", dicen los actores y los directores.
"Kolt¨¦s dec¨ªa que el teatro no es la vida, pero es el ¨²nico sitio donde se dice que esto tampoco lo es", es la frase que eligen estos j¨®venes para presentar su espect¨¢culo. "Estamos claramente ante un teatro pobre", dice Llopis, "sin luces, sin nada; el resultado final es como si se viera un ensayo, como si se recogiera el esp¨ªritu de Kolt¨¦s y del teatro popular".
Llopis habla entusiasmado de c¨®mo estos actores se quedaron sin vacaciones y trabajando, no s¨®lo en el montaje, sino tambi¨¦n de camareros. Ella se ha formado, antes de llegar a Madrid, en Zaragoza, Valencia y Alemania. ?l viene de La Zubia, un pueblo de Granada, donde se form¨® en la escuela de Francisco Ortu?o.
Por su atrabiliaria sala de ensayos han pasado estos meses, adem¨¢s de profesionales que escuchaban ceremoniosamente la obra, j¨®venes de litrona, emigrantes aut¨¦nticos, parejitas que presenciaban el proceso de trabajo mientras se hac¨ªan arrumacos, viejecitas con perros: "Lo que nos ha impresionado es el respeto con el que se nos trataba, ese silencio...", dicen estos j¨®venes, que afirman que los textos que han utilizado cuentan c¨®mo uno siempre se siente extranjero.
Era algo que tambi¨¦n pensaba Kolt¨¦s, quien falleci¨® a los 41 a?os, en 1989, v¨ªctima del sida, tras escribir cinco obras en las que mezclaba dureza y lirismo.
El cielo protector de Layton
Los dos j¨®venes actores de Antes del silencio estudian en el Laboratorio de Teatro de William Layton. El centro emana del creado por este actor estadounidense cuando se instal¨® en Madrid tras la Segunda Guerra Mundial.
Layton, fallecido hace seis a?os, dej¨® una profunda huella en numerosos profesionales del teatro espa?ol, como Jos¨¦ Carlos Plaza, Miguel Narros, Helio Pedregal, Berta Riaza, Ana Bel¨¦n, Eusebio Poncela y tantos otros.
Muchos de ellos crearon junto a Layton su escuela, que hoy desarrolla una importante labor. All¨ª, adem¨¢s de Llopis, dan clases Paca Ojea, Carmen Losa, Jos¨¦ Pedro Carri¨®n, Bego?a Valle, Francisco Vidal, Arnold Taraborrelli o Mari D¨ªez.
Tanto Jos¨¦ Juan Rodr¨ªguez como Luc¨ªa Cam¨®n creen que all¨ª se aprende a creer en el equipo: "Te ense?an a comprender que el teatro no es un trabajo individual, sino de equipo, como nuestro montaje, que est¨¢ abierto. Adem¨¢s, los profesores siguen un mismo criterio", dicen en referencia a una de las claves del m¨¦todo Layton, inspirado a su vez en el de Stanislavski: "Explorar en el trabajo ¨®rganico del actor, nunca representar. El trabajo debe nacer de la propia emoci¨®n del actor-persona", dice Llopis.
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