Un edificio contra la transhumancia

Tras 40 meses de obras y con un retraso de dos a?os sobre la fecha prevista, el equipo de arquitectos que result¨® adjudicatario del proyecto de ideas ha transformado por completo el edificio de la antigua Audiencia de Pamplona, del que s¨®lo se conservan sus fachadas decimon¨®nicas, como sede definitiva del Parlamento de Navarra.

Los Reyes de Espa?a el ministro de Justicia, Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, presidentes de parlamentos auton¨®micos y las autoridades navarras presidir¨¢n hoy la inauguraci¨®n de la sede parlamentaria. Durante el acto visitar¨¢n un edificio vaciado por dentro, con un hemiciclo sumisubterr¨¢neo coronado por una enorme b¨®veda de cristal sustentada en estructuras de acero inoxidable y que alberga en tres plantas m¨¢s de 11.000 metros cuadrados de superficie ¨²til.

La C¨¢mara ocupa el edificio remodelado de la antigua Audiencia, frente al Gobierno

"Es como si hubi¨¦semos encajado en el interior del edificio un gran vaso de cristal", explica Mariano Gonz¨¢lez, uno de los arquitectos responsables de la obra, junto a sus compa?eros Javier P¨¦rez Herreras, Juan Miguel Ochotorena y Jos¨¦ Vicente Valdenebro.

Tres veinticinco a?os de democracia y muchos siglos de existencia, las Cortes o Parlamento de Navarra tendr¨¢n a partir de hoy su primera sede propia y permanente en la historia del Viejo Reyno, despu¨¦s estar cientos de a?os reuni¨¦ndose all¨¢ donde los reyes navarros establec¨ªan su corte.

Durante el ¨²ltimo cuarto de siglo, una vez recuperada la democracia, el Parlamento navarro ha seguido teniendo la misma tradici¨®n trashumante de las viejas Cortes. A falta de un edificio propio, ha ido ocupando edificios de oficinas alquiladas, mientras que su sal¨®n de plenos estaba encajado en la propia sede del ¨®rgano ejecutivo al que debe controlar, la Diputaci¨®n foral.

Ahora, sin embargo, va a estar ubicado en el edificio remodelado de la antigua Audiencia de Pamplona, en la punta oeste del Paseo de Sarasate y enfrentado a la sede del Gobierno navarro, que cierra, junto a la Plaza del Castillo, el otro extremo del c¨¦ntrico paseo.

La adaptaci¨®n del viejo edificio judicial, construido entre 1890 y 1987, ha costado 13,7 millones de euros y no se inici¨® con buen pie. La primera piedra de las obras se coloc¨® en junio de 1999, pero a los injustificados retrasos en el vaciado interior se uni¨® el desplome de una parte de la fachada trasera del edificio.

Las empresas adjudicatarias, ACS y ACR, exigieron m¨¢s dinero para continuar los trabajos y en junio de 2000 la Mesa del Parlamento propuso resolver el contrato por los desmedidos retrasos en el desarrollo de las obras. Tras varios meses de tensas relaciones y la amenaza de sanciones econ¨®micas, las constructoras firmaron en noviembre de 2000 un compromiso de ejecuci¨®n del proyecto en los t¨¦rminos iniciales en que se hizo la adjudicaci¨®n, lo que solvent¨® el contencioso.

El edificio parlamentario se estructura a partir de dos habit¨¢culos fundamentales: el hemiciclo y el atrio central, una suerte de espacio de pasos perdidos que distribuye la comunicaci¨®n del resto de las dependencias. En la misma planta baja se ubican los servicios administrativos, la biblioteca y salas de prensa y multiusos.

En la primera planta se concentran los ¨®rganos de gobierno de la C¨¢mara: la presidencia, los despachos de los miembros de la Mesa y servicios de apoyo y administrativos, as¨ª como diversas salas de reuniones.Finalmente, la segunda planta acoge el ¨¢rea de trabajo parlamentario ordinario, concebida como una zona destinada a los grupos pol¨ªticos, con salas de comisiones y servicios administrativos.

La suspendida Batasuna, cuyos siete parlamentarios han anunciado que acudir¨¢n hoy a los actos de inauguraci¨®n y al saludo individual que el rey Juan Carlos ofrecer¨¢ a los 50 miembros de la C¨¢mara, mantienen despacho propio, uno de los dos dedicados al Grupo Mixto del Parlamento.

La inauguraci¨®n no ha estado exenta de pol¨¦mica protocolaria, ya que algunos partidos han denunciado "presiones" sobre la Casa Real, por parte de Uni¨®n del Pueblo Navarro y de su socio estatal, el Partido Popular, para que la visita de los Reyes incluyera tambi¨¦n un breve paso por el Ayuntamiento de Pamplona.

Se tratar¨ªa, seg¨²n la izquierda parlamentaria, de evitar que la efem¨¦rides hist¨®rica quedara circunscrita al discurso central de un socialista, Jos¨¦ Luis Castej¨®n, presidente del Parlamento foral, y a las palabras del Rey. La extensi¨®n de la visita al Ayuntamiento de Pamplona resta protagonismo al Legislativo y rescata para la alcaldesa de UPN, Yolanda Barcina, que volver¨¢ a ser candidata en las elecciones municipales de mayo, el protagonismo que los regionalistas no iban a disfrutar en tan destacada fecha.