Se hunde el 'Prestige', naufraga Galicia
Los abogados del capit¨¢n Mangouras piden que se remitan al juzgado de Corcubi¨®n las cintas, ¨ªntegras y sin limpiar, de las conversaciones entre la torre de control, los remolcadores y el petrolero
Es lunes 18 y el mar sigue callado. El escritor Manuel Rivas pasea por Camelle, en plena Costa da Morte, y echa en falta la presencia de los p¨¢jaros, la sirena de los barcos que entran o salen del puerto. Las olas llegan a la costa a duras penas, abrumadas por la carga de fuel que lo va dejando todo negro. Piensa que no hay nada m¨¢s impresionante que el silencio del mar. A Rivas ya le han pedido que lidere la plataforma ciudadana Nunca M¨¢is. La gente empieza a estar harta. Hace cinco d¨ªas que se rompi¨® el Prestige y dos desde que lleg¨® la marea negra, pero los Gobiernos -el de aqu¨ª y el de Madrid- siguen neg¨¢ndolo todo. Como si los gallegos no supieran de esas cosas.
Fina Guiance es mariscadora, vicepatrona mayor de la cofrad¨ªa de A Coru?a. Dice que el otro d¨ªa iban ella y otras 12 mujeres con un bi¨®logo para sembrar cr¨ªas de marisco en la r¨ªa y lo que descubrieron las dej¨® heladas: "Levantamos las vigas de un barco que estaba debajo del puente de A Pasaxe y nos dimos cuenta de que estaban completamente encastradas del petr¨®leo del Mar Egeo". Y eso que de aquella tragedia acaban de cumplirse ahora justamente 10 a?os. Por eso la gente desconf¨ªa. Tambi¨¦n hubo promesas econ¨®micas entonces. Mario Prieto Caram¨¦s, que ten¨ªa 55 a?os y que viv¨ªa en Oleiros, se las crey¨®. "A los tres meses del accidente del Mar Egeo", dice ahora su hijo Miguel, "tuvo que buscarse la vida como instalador de montajes".
A Manuel Rivas le piden que lidere la plataforma Nunca M¨¢is. La gente est¨¢ ya harta
Durao Barroso: "Bajo ning¨²n concepto permitiremos maniobras de aproximaci¨®n"
La corbeta portuguesa dice que impedir¨¢ que el buque toque sus aguas. El capit¨¢n chino se niega
Un colaborador de Matas: "S¨ª, aqu¨ª estoy con estos est¨²pidos periodistas"
La Abogac¨ªa del Estado pide que comparezcan 12 testigos en el juzgado
Uno: el capit¨¢n Apostolos Mangouras ya lleva tres d¨ªas en la c¨¢rcel. Dos: su barco, el Prestige, sigue alej¨¢ndose de la costa. Tres: se anuncian subvenciones para los afectados. Este es el tr¨ªpode sobre el que el Gobierno se apoya para tranquilizar a la poblaci¨®n. En Madrid, Aznar preside la reuni¨®n de maitines, una especie de c¨®nclave restringido para preparar la semana. El vicepresidente Mariano Rajoy, que ya est¨¢ al mando de la crisis, hace un resumen de la informaci¨®n disponible. Se constata la ausencia de ?lvarez Cascos. Uno de los asistentes recuerda: "Mariano nos anunci¨® la creaci¨®n de dos comisiones espec¨ªficas presididas por ¨¦l, una interministerial y otra en Galicia, para coordinar desde all¨ª la evoluci¨®n de la mancha de fuel". Rajoy tira de archivo y saca una conclusi¨®n que le gusta al presidente: lo peor que hizo el Gobierno socialista tras el naufragio del Mar Egeo, acaecido el 3 de diciembre de 1992, fue no dar a tiempo ayudas a los afectados. Por consiguiente, el vicepresidente anuncia que el pr¨®ximo Consejo de Ministros aprobar¨¢ algunos reales decretos al respecto. A partir de ahora, Rajoy presume de ese argumento bajo el brazo: "Hemos sido m¨¢s r¨¢pidos".
A unas 150 millas de Fisterra, el Prestige sigue camino hacia ninguna parte. Visto desde los helic¨®pteros, el petrolero se parece a una gran ballena moribunda que sangra petr¨®leo por un costado. A su alrededor, un grupo cada vez m¨¢s numeroso de barcos intenta atarle un cabo para alejarlo de la costa. A las 10.30 se incorpora al cortejo el De Da, un remolcador chino de 20.000 caballos de potencia bajo el mando del capit¨¢n Chen Heming, que inmediatamente se pone a las ¨®rdenes de otro capit¨¢n, el holand¨¦s Wytse Huismans, m¨¢ximo responsable del salvamento.
Simult¨¢neamente se libra otra batalla en tierra. Menos peligrosa, pero igual de virulenta. Los dos expertos que el CEDRE, un instituto franc¨¦s especializado en contaminaci¨®n marina, ha enviado a A Coru?a remiten un primer informe a su director, Michel Girin, que lo recibe en Par¨ªs. Le explican que las operaciones del buque Ailette y el reconocimiento constante de la zona afecta que realizan los dos aviones Cessna F-406 de Aduanas, permiten ya realizar un primer pron¨®stico. Lo primero que llama la atenci¨®n es que no se parece en nada al horizonte que va pintando el Gobierno. Dice el informe franc¨¦s:
- El barco se partir¨¢ en dos y dejar¨¢ escapar grandes cantidades de fuel.
La inminencia del hundimiento atrae hacia Galicia a enviados especiales de los principales medios de comunicaci¨®n de Europa. Los portugueses son mayor¨ªa. A todos extra?a la escasa informaci¨®n que ofrecen las autoridades espa?olas, obsesionadas por cualquier valoraci¨®n negativa. Se produce entonces un hecho curios¨ªsimo que se mantendr¨¢ vigente durante el resto de la crisis: se puede obtener mejor informaci¨®n sobre lo que sucede en las aguas gallegas en Par¨ªs o en Lisboa que en Madrid o en A Coru?a. El enfado general de los periodistas desemboca d¨ªas m¨¢s tarde, durante una rueda de prensa de Mariano Rajoy en la Delegaci¨®n del Gobierno de A Coru?a. Reconoce el vicepresidente que nunca se ha visto en otra igual. Los enviados portugueses le preguntan hasta 15 veces -contadas- por los vertidos del Prestige, haci¨¦ndole saber directamente que no se creen su versi¨®n. El vicepresidente espa?ol, acorralado por la algarab¨ªa, se pone serio y corta por lo sano:
- Se?ores, ?esto no es un debate!
Ministros y otros destacados miembros del PP mantienen a capa y espada la tesis de la "amenaza exterior". O dicho m¨¢s llanamente: le?a a Gibraltar. No les importa que en un documento del Ministerio de Justicia figure la siguiente frase: "Es probable que esta compa?¨ªa hubiera se?alado no el punto de destino final (tal vez Singapur) sino aquel puerto de escala en el que el buque recibir¨ªa ¨®rdenes (Gibraltar)". Curiosamente, Loyola de Palacio, que hab¨ªa estado especialmente agresiva en el tono de sus declaraciones, deja de repente de hablar del Pe?¨®n. De Palacio declara sentirse muy vinculada a Galicia, donde veranea y gusta de practicar surf. El malestar de brit¨¢nicos y portugueses es un hecho. Espa?a no est¨¢ ganando amigos con sus amenazas y la prensa europea se comporta con cierta agresividad a la hora de retratar el caos que se vive en Galicia.
Francia empieza a tomar cartas en el asunto. Dominique Bussereau, secretario de Estado de Transportes y del Mar, evoca por primera vez la posibilidad de una marea negra sobre el litoral galo y asegura que todo est¨¢ listo para combatirla. Por su parte, el Gobierno portugu¨¦s ha organizado su propio gabinete de crisis a la vista del rumbo que toma el Prestige, directo hacia sus aguas. Los ejecutivos de Smit Salvage negocian una aproximaci¨®n a puertos cercanos. Les puede servir Vigo o cualquier puerto portugu¨¦s. La respuesta a ambas peticiones es rotunda. NO. El primer ministro de Portugal, Durao Barroso, dice desde Oporto:
- Bajo ning¨²n concepto ser¨¢ permitida cualquier maniobra de aproximaci¨®n.
Por si no queda claro, la corbeta lusa Joao Coutinho y un avi¨®n de la Armada, vigilan cada movimiento del petrolero. Cuando constatan que, efectivamente, el Prestige se dirige hacia aguas de Portugal, el enfado empieza a ser considerable.
17.50 del lunes. El remolcador chino De Da empieza a tirar del Prestige. Lo hace por popa. El Alonso de Chaves decide regresar a su base. Siguen su estela negra el R¨ªa de Vigo, el Charuca Silveira y el Sertosa 32. La fragata Baleares sustituye a la Catalu?a. Atenta est¨¢ la corbeta Joao Coutinho. Rumbo sur. Velocidad 3 nudos. Se hace de noche.
Ya en el umbral de la madrugada, los portugueses mueven ficha. Desde la corbeta Joao Coutinho contactan con el De Da y le piden su plan de navegaci¨®n: Se lo dan a saber. Dice el capit¨¢n chino que se dirige al sur, dentro de la ZEE (Zonza Econ¨®mica Exclusiva) portuguesa. La corbeta responde que no consentir¨¢ que el Prestige toque esas aguas. El capit¨¢n chino se hace el sueco y los portugueses vuelven a insistir. Al tercer aviso, el De Da vira unos grados al Oeste.
A las ocho de la ma?ana del martes 19, el Prestige se parte en dos. Es su sexto d¨ªa de navegaci¨®n err¨¢tica y tambi¨¦n el ¨²ltimo. Sus dos mitades se hunden paralelas a 133 millas del cabo de Finisterre y a 145 millas de las islas C¨ªes. Las im¨¢genes llegan a todo el mundo. La popa se hunde en primer lugar. A las 12.00. La proa toma camino del fondo del mar a las 16.00. El descenso ser¨¢ lento a unos 20 cent¨ªmetros por segundo. Tardar¨¢n unas 20 horas en llegar al fondo del mar.
La divisi¨®n oceanogr¨¢fica de M¨¦t¨¦o France elabora un mapa basado en un modelo digital bautizado con el nombre de "Mothy", que prev¨¦ la direcci¨®n de las manchas de contaminaci¨®n: "No se excluye que una parte (de la mancha) pueda franquear el cabo de Finisterre hacia el Golfo de Vizcaya". Jacques Chirac no espera ni un minuto m¨¢s. De viaje en Dammarie-les-Lys (Seine-et-Marne), se declara "horrorizado" por la cat¨¢strofe y juzga urgente "tomar medidas draconianas, serias, severas" para combatir a "los barcos-basura". Los servicios de prensa de El Eliseo aseguran que no hab¨ªa ning¨²n texto preparado: el jefe del Estado ha improvisado. Todos los que han vivido la cat¨¢strofe del Erika y las pol¨¦micas a que dio origen se dan cuenta de la sima que se abre a los pies de Espa?a y de su Gobierno, y del peligro colateral que acecha a Francia. Chirac propone al canciller Shroeder llevar el asunto al Consejo europeo del 12 de diciembre en Copenhague. Con Aznar firmar¨¢ d¨ªas despu¨¦s un acuerdo para no dejar pasar ese tipo de buques dentro de las 200 millas. Esa tarde, uno de los aviones franceses descubre "numerosas manchas de fuel de 20 a 100 metros de anchura" escapadas del Prestige, que "se extienden a lo largo de 90 millas" (170 kil¨®metros) entre el lugar del naufragio y el cabo de Finisterre. El secretario franc¨¦s de Transportes y del Mar, Dominique Bussereau, comunica la situaci¨®n de "prealerta" de contaminaci¨®n en Francia.
El agobio y la actividad de los pol¨ªticos franceses contrasta con la flema de los espa?oles. Mariano Rajoy est¨¢ en A Coru?a. Sobrevuela la costa afectada y se mantiene fiel al gui¨®n que ha elaborado desde el pasado fin de semana. Insiste en prometer indemnizaciones. Anuncia que el Ministerio de Medio Ambiente ya dispone de una partida de 27 millones de euros para afrontar las consecuencias del desastre. Lo que no se dice es si una parte de ese dinero se gasta en campa?as de publicidad.
Pero en la costa sigue el caos. Algunos pueblos han decidido organizarse por su cuenta. Otros prefieren esperar. Pero faltan instrucciones. ?D¨®nde llevamos el petr¨®leo recogido? ?Qui¨¦n se encarga de traer contenedores? Se corre la voz de que el Ej¨¦rcito est¨¢ echando un cable, pero s¨®lo se le ve en aquellas playas que son visitadas por los ministros. Sucede cuando el mi¨¦rcoles Jaume Matas visita la playa de Barra?¨¢n. Fue irse Matas y desaparecer los soldados. Oficialmente se evita utilizar los t¨¦rminos "marea negra" y "desastre ecol¨®gico". "Hay que ser prudentes", dice Matas. Ese empecinamiento durar¨¢ d¨ªas, semanas. Rajoy es especialmente pertinaz: s¨®lo habla de manchas, manchitas o gran mancha. Desde Barran¨¢n hasta la R¨ªa de Arousa, los efectos del vertido ir¨¢n afectando a m¨¢s de 500 kil¨®metros de litoral gallego.
Durante la visita de Matas se produce un absurdo incidente. Un acompa?ante de Matas, m¨®vil en mano, habla en voz alta. En un momento dice.
- S¨ª, estoy aqu¨ª con estos est¨²pidos periodistas.
Los periodistas se dan la vuelta y le dedican una mirada de sorpresa. El hombre no cambia el discurso y vuelve a decir.
- ?Que estoy aqu¨ª con estos est¨²pidos periodistas!
Uno de esos est¨²pidos periodistas es Manuel Rivas. Algunos reporteros requieren al delegado del Gobierno, Arsenio Fern¨¢ndez de Mesa, una explicaci¨®n. El asesor de Matas, al sentirse descubierto, opta por salir corriendo para ir a refugiarse entre los marines.
Est¨¢ claro que el desastre ecol¨®gico que martiriza a Galicia tiene su origen en un petrolero viejo y achacoso al que ninguna autoridad se atrevi¨® a enviar al desguace antes de que sucediera lo que sucedi¨® este maldito 13 de noviembre. El accidente en s¨ª pudo ser inevitable. Pero ahora la pregunta es otra: ?Qu¨¦ fue lo que sucedi¨® durante las 14 horas y media que transcurrieron entre las 18.30 del 13 de noviembre y las 9.00 del d¨ªa 14?
Aunque quiz¨¢s sea bueno que el Juzgado n¨²mero 1 de Corcubi¨®n -donde se instruyen las diligencias- consiga responder antes a otra pregunta: ?Por qu¨¦ el Centro de Salvamento de Finisterre da el primer aviso del incidente al R¨ªa de Vigo, propiedad de la poderosa empresa Remolcanosa, y adem¨¢s le adjudica la posici¨®n de jefe de operaciones en la zona?
Y, adem¨¢s, si el R¨ªa de Vigo llega a la altura del Prestige a las 18.30 de la tarde del mi¨¦rcoles 13 de noviembre, ?c¨®mo puede fracasar tantas veces que al final tiene que ser otro remolcador, el Sertosa 32, propiedad de la empresa Sertosa Norte, mucho m¨¢s modesta, el que finalmente pare al Prestige cuando se acerca peligrosamente a la costa? El R¨ªa de Vigo fracas¨® durante 14 horas y media. Demasiado tiempo aunque las olas fueran de ocho metros. La explicaci¨®n oficial es que el capit¨¢n del Prestige, Apostolos Mangouras, obstaculiz¨® las operaciones porque buscaba un rescate gratuito, pero ya van surgiendo contradicciones. Hay testigos que declaran que no observaron falta de colaboraci¨®n ni por parte del capit¨¢n, ni del jefe de m¨¢quinas ni del primer oficial.
Hay m¨¢s asuntos oscuros. Durante buena parte de esas 14 horas y media in¨²tiles acompa?aron al R¨ªa de Vigo otros remolcadores: el Ibaiz¨¢bal 1, el Sertosa 32 y el Charuca Silveira. Y volaron a su alrededor tres helic¨®pteros, el Helimer Galicia, Pesca 1 y Pesca 2. Pero no se tienen noticias de que durante horas participaran en el remolque el Ibaiz¨¢bal 1 (que ofrece a dos tripulantes para que salten al Prestige porque el R¨ªa de Vigo necesita a toda su gente) ni el Sertosa 32. De esa inactividad queda constancia en los partes de asistencia y en conversaciones grabadas. ?Quiz¨¢s fue porque el R¨ªa de Vigo no los dej¨® participar para no perder el rescate? No hay que olvidar que tanto barcos como helic¨®pteros estaban al mando del R¨ªa de Vigo porque as¨ª lo decidi¨® el jefe de operaciones. As¨ª lo decidi¨® el Centro de Finisterre.
La Abogac¨ªa del Estado pide ahora la comparecencia de 12 testigos, entre los que incluye a los comandantes de los tres helic¨®pteros (Helimer Galicia, Pesca 1 y Pesca 2) y las cintas de las conversaciones entre el Centro de Salvamento de Finisterre y el Prestige, en el proceso abierto en el Juzgado n¨²mero 1 de Corcubi¨®n. Los abogados del capit¨¢n Mangouras, en prisi¨®n desde hace 20 d¨ªas, piden algo m¨¢s: que se remita al juzgado las cintas "¨ªntegras sin limpiar" de las conversaciones mantenidas entre la Torre de Control y todos los remolcadores movilizados en el siniestro, as¨ª como las conversaciones mantenidas entre dichos remolcadores y el capit¨¢n del Prestige.
Una noche oscura. Una noche maldita. Temporal 8. Olas de siete metros. Vientos de 70 kil¨®metros a la hora. Un petrolero escorado, con 77.000 toneladas de alquitr¨¢n en sus bodegas. Puro veneno para Galicia. El lugar y el momento menos indicados para encontrar testigos. La situaci¨®n menos imaginable para pensar que adem¨¢s de una cat¨¢strofe estaba en juego un suculento contrato de rescate entre empresas privadas. Pero se cruzan faxes con ofertas en firme. Hay subasta... y testigos... y pasan 14 horas y media hasta que un cabo consigue amarrar al Prestige y lo empieza a llevar mar adentro. Empieza entonces el viaje m¨¢s err¨¢tico y corrosivo que haya conocido la marina mercante.
Con informaci¨®n de Xos¨¦ Hermina, Xos¨¦ M. Pereiro, Primitivo Carbajo, Joaqu¨ªn Prieto, Gabriela Ca?as y Peru Egurbide.
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