Santiago Sequeiros lamenta la falta de futuro para los j¨®venes creadores del c¨®mic espa?ol
Un encuentro sobre la historieta presenta en Sevilla una exposici¨®n del dibujante
El c¨®mic espa?ol atraviesa un mal momento. Muchos j¨®venes con talento abandonan la historieta por la falta de perspectivas profesionales y econ¨®micas. El dibujante e ilustrador Santiago Sequeiros se?ala que "el c¨®mic se est¨¢ convirtiendo en una experiencia adolescente". "Gente con talento, que apunta muy alto, acaba dej¨¢ndolo", se lamenta el dibujante. Sequeiros estuvo ayer en la Casa de la Provincia en la inauguraci¨®n de una exposici¨®n dedicada a su obra dentro del III Encuentro del C¨®mic de Sevilla. La muestra se clausura el 12 de diciembre.
Sequeiros se queja de que muchos j¨®venes dejan de crear historietas a los 25 a?os. "Y dejan de dibujar c¨®mics porque no pueden vivir de ellos", agrega. "Como cualquier lenguaje, el c¨®mic necesita un campo de cultivo que da el tiempo. Las mejores obras que puede ofrecer una persona -ya sea en literatura o en pintura o en otro campo de la cultura- se crean en torno a los 40 a?os", relata. Esto es imposible, a su juicio, cuando se habla de c¨®mic. "Econ¨®micamente es muy jodido. Cuesta much¨ªsimo vivir del tebeo", indica.
Sequeiros naci¨® en Buenos Aires en 1971. Su padre es sevillano y su madre, gallega. "En 1973 volvimos a Espa?a", evoca. El suyo es un caso de precocidad. "Empec¨¦ a publicar profesionalmente a los 17 a?os", dice. Varios galardones de prestigio jalonan su carrera: Premio al Autor Revelaci¨®n del Sal¨° del C¨°mic de Barcelona en 1997, Premio Silver en la SND de EE UU en 1999, primer Premio dentro de la categor¨ªa de Filmes por Encargo en el Festival de Annecy en 2000... Una de las m¨¢s recientes aportaciones del talento de Sequeiros son sus ilustraciones para el libro El mercado y la globalizaci¨®n, de Jos¨¦ Luis Sampedro.
El mundo que trazan sus dibujos es dif¨ªcil de olvidar. Un blanco y negro aprovechado al m¨¢ximo refleja una visi¨®n pesimista de la vida. Enanos taciturnos, personajes mutilados, tipos sombr¨ªos, locales s¨®rdidos, seres alienados y solitarios sumidos en una suerte de duermevela depresivo, enmascarados amenazantes, ferias donde la venta de diversi¨®n tiene el aspecto de un t¨²nel hacia el infierno...
"Tengo una manera pesimista de ver la vida que creo que es bastante racional. Si ves a la gente que vive en la calle no te quedar¨¢ duda de la condici¨®n del individuo. El individuo lo lleva muy crudo hoy en d¨ªa", comenta. "He tenido una vida bastante dura. Viv¨ª durante tres d¨ªas en la calle sin un duro. Si no llega a ser por mi novia me quedo ah¨ª toda la vida. A nadie le importa que est¨¦s en la calle. Te quedas en la puta calle y no te levanta de ah¨ª ni Dios", a?ade.
?Por qu¨¦ cuesta tanto vender ¨¢lbumes de historieta de tapa dura en Espa?a y se recurre muchas veces a precarios cuadernos de peque?o tama?o? "Hay un determinado punto en el que no puedes poner demasiado caro un tebeo. El target (p¨²blico) de un libro son se?oras de 50 a?os aburridas de todo. Por eso, Antonio Gala vende tantos libros", explica. "Somos espa?oles y vivimos la resaca de una ¨¦poca como la franquista. Si nos comparamos con Francia, los espa?oles somos unos energ¨²menos. En Francia existe un sentido de la cultura que no se da en Espa?a", recalca Sequeiros.
"Vivimos todav¨ªa con Roberto Alc¨¢zar y Pedr¨ªn y el boom [de la historieta] de los a?os ochenta. Se trata de tebeos sin cultura, que no buscan un campo m¨¢s amplio. Convertir un lenguaje que puede ser rico en s¨®lo un monotema supone destruir la capacidad de que ese lenguaje evolucione, se disgregue o se multiplique", asevera.
El Encuentro del C¨®mic, que ha sido organizado por Ediciones Veleta con la colaboraci¨®n de la Junta, la Diputaci¨®n, el Ayuntamiento y Caja San Fernando, ofrece otras iniciativas. Destaca entre ellas una exposici¨®n centrada en el dibujante Albert Monteys en la Sala Imagen que se inaugurar¨¢ ma?ana domingo. Esta misma sala acoger¨¢ tambi¨¦n una muestra sobre los inventos del profesor Franz de Copenhague del m¨ªtico TBO.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.