El l¨ªder sobrevive a su peor trance

La Real Sociedad se present¨® en Sevilla ayer hu¨¦rfana de quien, seg¨²n ayer se termin¨® de demostrar, es su alma esta temporada: Xabi Alonso. Con la baja del joven centrocampista, el equipo de Denoueix se mostr¨® reserv¨®n, espeso y falto de mordiente e ideas. Se llev¨® el triunfo, pero dej¨® serias dudas sobre la continuidad de su buen f¨²tbol.

Ni Aranburu ni Tayfun, el sustituto de Alonso, supieron llenar su hueco y gestionar el f¨²tbol donostiarra. As¨ª, Karpin y De Pedro se vieron desasistidos, abandonados en unas bandas por las que apenas flu¨ªa el bal¨®n. Y Nihat, por m¨¢s que se mov¨ªa entre los centrales y los pivotes sevillistas, no consigui¨® imprimir al ataque realista su picard¨ªa habitual de este a?o ni asistir a Kovacevic para que el ariete yugoslavo rindiera como hasta ahora.

En el atasco de la Real Sociedad influy¨® tambi¨¦n, adem¨¢s de la baja de Xabi Alonso, el planteamiento del equipo que se encontr¨® enfrente. El Sevilla, que sigue sin recuperar el ritmo mostrado el a?o pasado aunque s¨ª exhibe cierta mejor¨ªa respecto a su arranque de campa?a, realiz¨® una variaci¨®n t¨¢ctica que contribuy¨® a maniatar al equipo vasco. Gallardo sali¨® del equipo, Marcos Vales se desplaz¨® a la banda derecha y Samways salt¨® al campo para ejercer de guardaespaldas de Casquero.

As¨ª, el Sevilla no logr¨® s¨®lo parar a la Real Sociedad sino que, adem¨¢s, por momentos, especialmente en los primeros 20 minutos, hizo m¨¦ritos para batir la porter¨ªa de Alberto. Casquero, protegido por Samways, pudo dedicarse a dar salida, y culminar a veces, las jugadas de su equipo. Hasta tres balones cogi¨® el centrocampista en el borde del ¨¢rea grande, uno de ellos al saque de una falta, y en otras tantas ocasiones forz¨® a Alberto a demostrar las garant¨ªas que exhibe para suplir a Westerveld.

Y Fredi y Redondo, muy veloces en sus bandas, sirvieron suficientes balones al ¨¢rea donostiarra como para alterar el marcador inicial. En uno de esos ataques, Reyes remat¨® de cabeza y todo el estadio pidi¨® penalti por un supuesto rechace de J¨¢uregui con las manos.

La Real Sociedad realiz¨® su primer disparo a puerta a los diez minutos de la segunda parte. Fue De Pedro el que, con un inocente tiro lejano que acab¨® en los guantes de Notario, puso de manifiesto con ese detalle el mal partido que estaba realizando su equipo. Antes, ya reanudado el encuentro, el Sevilla dio tambi¨¦n muestras de seguir fiel al gui¨®n escrito en la primera mitad. Control defensivo, lentitud en el centro del campo, falta de acierto en ataque y los disparos lejanos de Casquero que, una vez m¨¢s, prob¨® las dotes de Alberto con un buen disparo justo tras el descanso.

El f¨²tbol de ambos equipos, trabado y sin recursos, prolong¨® en el arranque del segundo tiempo el aburrimiento y el sopor con que los aficionados sufrieron los interminables minutos del partido. Dos ejemplos: Reyes, una vez que se fue del marcador y entr¨® en el ¨¢rea, estrell¨® su disparo en la espalda de J¨¢uregui; y Rekarte, con un p¨¦simo control, desperdici¨® en banda derecha un buen pase diagonal de De Pedro.

Y al fin, cuando todo parec¨ªa empantanado, cuando la Real Sociedad parec¨ªa definitivamente en crisis, el equipo donostiarra tir¨® de sus mejores virtudes (velocidad, primer toque y contundencia) para batir a Notario en un r¨¢pido contraataque y cambiar el sino del partido. Nihat convirti¨® un bal¨®n robado en el centro del campo en un gran pase en profundidad a De Pedro que, con toda la defensa sevillista a contrapi¨¦, sirvi¨® al segundo palo para que Karpin s¨®lo tuviera que empujar a gol. Los tres puntos acumulados en la cuenta del l¨ªder esconden un mal partido de un equipo atascado, lento y falto de ideas.