La alta abstenci¨®n amenaza con volver a anular las elecciones presidenciales hoy en Serbia
El l¨ªder moderado Kostunica es claro favorito frente a dos candidatos ultranacionalistas
El presidente de Yugoslavia, Vojislav Kostunica, un jurista nacionalista moderado, de 58 a?os, es el claro favorito en la elecci¨®n presidencial de hoy en Serbia. No obstante, el hast¨ªo y desencanto de gran parte de los m¨¢s de 6,5 millones de electores pueden invalidar de nuevo la elecci¨®n. Si no se logra una participaci¨®n electoral del 50%, ser¨ªa necesaria una segunda vuelta. Dos ultranacionalistas serbios, el caudillo fascistoide, de 48 a?os, Vojislav Seselj, y el lugarteniente del asesinado Arkan, Borislav Pelevic, de 46 a?os, disputan a Kostunica la presidencia.
Por tercera vez en poco m¨¢s de dos meses, los electores de Serbia est¨¢n convocados hoy a las urnas para elegir presidente de la mayor de las dos rep¨²blicas de lo que queda de Yugoslavia. Si acierta la demoscopia, que estima en un 46% la participaci¨®n electoral hoy, a la tercera no ser¨¢ la vencida y habr¨¢ que volver a votar en una segunda vuelta, que esta vez s¨ª ser¨ªa la definitiva. Algo se ha progresado tras la nulidad de la segunda vuelta de octubre por falta de qu¨®rum. El Parlamento serbio ha suprimido para la segunda vuelta la necesidad de una participaci¨®n del 50%. Por las calles de Belgrado y en los programas de televisi¨®n, la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) invita a los serbios con el eslogan "Se trata de ti. ?Vota!". El alto representante de la UE, Javier Solana, instaba a votar en un art¨ªculo publicado el jueves en la primera p¨¢gina del diario Politika: "Los electores serbios deben aprovechar la oportunidad del domingo para asegurar la estabilidad pol¨ªtica de los a?os venideros y dar a Serbia un presidente leg¨ªtimo y democr¨¢ticamente elegido". El Consejo de Europa tambi¨¦n se suma a estos esfuerzos de Occidente para movilizar al electorado serbio, que parece sumido en el hast¨ªo y el desencanto tan s¨®lo dos a?os despu¨¦s de derrotar en las urnas y derrocar en las calles de Belgrado al r¨¦gimen de Milosevic.
Tres convocatorias electorales en 70 d¨ªas; las penurias y la sensaci¨®n bastante generalizada de que la situaci¨®n econ¨®mica personal es igual o peor que en tiempos de Milosevic; la convicci¨®n de que la elecci¨®n de presidente de Serbia vale para muy poco; las continuas disputas de la Oposici¨®n Democr¨¢tica de Serbia (DOS), la coalici¨®n de partidos y grup¨²sculos que derrib¨® al r¨¦gimen, y las peleas permanentes entre los dos gallitos de la pol¨ªtica serbia, el presidente Kostunica, y el primer ministro de Serbia, Zoran Djindjic, han sumido al pa¨ªs en lo que el analista pol¨ªtico Djordje Vukadinovic define como "una verdadera frustraci¨®n nacional".
Este estado de ¨¢nimo se refleja en los resultados electorales de los dos anteriores comicios fallidos. En la primera vuelta, el 29 de septiembre, las fuerzas de los candidatos fieles al r¨¦gimen de Milosevic sumaron 1,2 millones de votos, casi un tercio de los emitidos. El 13 de octubre, en la segunda vuelta, Kostunica barri¨®, con algo m¨¢s de dos tercios de los votos, a su contrincante, el economista liberal Miroljub Labus, pero s¨®lo vot¨® algo menos del 46% del censo y la elecci¨®n fue nula.
Descarado boicoteo
Casi todos los analistas coincidieron en que uno de los motivos del fracaso en lograr el qu¨®rum se debi¨® al boicoteo descarado por parte de Djindjic. ?ste llev¨® su aversi¨®n a Kostunica hasta el extremo de mostrar de forma palpable su desinter¨¦s por la elecci¨®n. Djindjic asegur¨® que el d¨ªa del debate final entre los dos candidatos pensaba ver en televisi¨®n un partido de baloncesto entre un equipo de Belgrado y el Real Madrid.
Desde el triunfo arrollador de la DOS en las elecciones al Parlamento de Serbia en la Navidad de 2000, Kostunica y Djindjic no han dejado pasar la menor ocasi¨®n para intentar destruirse pol¨ªticamente el uno al otro. Kostunica se lav¨® las manos en las decisiones m¨¢s cr¨ªticas tomadas por Djindjic: la detenci¨®n de Milosevic y su posterior entrega al Tribunal Penal Internacional de La Haya para juzgarlo por sus presuntos cr¨ªmenes de guerra y genocidio. No tuvo Kostunica el menor reparo en criticar al Tribunal de La Haya como tendencioso y sesgado contra Serbia. Adem¨¢s, Kostunica acus¨® a Djindjic de mantener contactos con elementos de la mafia de Belgrado, lo que desencaden¨® una aut¨¦ntica batalla de lodo con descalificaciones mutuas.
El pueblo serbio ha asistido como convidado de piedra a esta guerra al mismo tiempo que los sondeos registran el alto grado de desencanto. Un estudio del Centro para el Estudio de Alternativas en Belgrado, que cita la agencia France Presse, constata que un 51% de la poblaci¨®n en Serbia considera que su situaci¨®n no ha cambiado a pesar de las reformas. Un 28% sostiene que sus condiciones de vida han empeorado respecto a la ¨¦poca de Milosevic.
Ante este panorama no resulta extra?o que Labus, el candidato derrotado por Kostunica el pasado 13 de octubre, haya arrojado la toalla. Sobre la arena pol¨ªtica s¨®lo han quedado tres candidatos nacionalistas. Menos mal que el favorito, Kostunica, es un dem¨®crata probado. Sus contrincantes encajan de lleno dentro de la tipolog¨ªa de los ultranacionalistas de tendencias fascistoides que llevaron a Serbia al desastre en la d¨¦cada final del siglo pasado. Seselj cuenta con la bendici¨®n del preso de La Haya, Milosevic, que llam¨® a los socialistas a votar por ¨¦l. Pelevic es el lugarteniente del tristemente c¨¦lebre Arkan, jefe de paramilitares serbios, asesinado en un hotel de Belgrado en enero de 2000.
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