Fracaso de la liberalizaci¨®n
El reciente debate parlamentario acerca del precio de la vivienda ha vuelto a situar la atenci¨®n en ese bien de uso imprescindible, pero tambi¨¦n objeto de inversi¨®n y especulaci¨®n, que es la vivienda.
El Partido Popular, en su programa electoral de 1996, puso en primer plano mejorar de forma radical la accesibilidad a la vivienda. Para ello propuso, el mismo a?o de la victoria electoral, un decreto de liberalizaci¨®n de la econom¨ªa, al que seguir¨ªa, en 1998, una nueva Ley del Suelo, cuyos objetivos se encaminaban a promover la liberalizaci¨®n del suelo. El incremento de la oferta resultante de esa liberalizaci¨®n deber¨ªa generar la reducci¨®n del precio del suelo, y en consecuencia de la vivienda.
M¨¢s exclusi¨®n social e hipotecas de por vida son algunas de las consecuencias de la liberalizaci¨®n
Pasados m¨¢s de seis a?os de Gobierno popular, cabe preguntarse qu¨¦ efectos ha tenido esa pol¨ªtica de vivienda. ?En qu¨¦ ha quedado la tan anhelada liberalizaci¨®n del suelo? En primer lugar, y tal como era de esperar, se ha producido un incremento significativo en el n¨²mero de viviendas construidas. Entre 1997 y 2001 se han edificado del orden de 2.500.000 viviendas, un 80% m¨¢s que en el quinquenio anterior. Eso significa que se ha construido m¨¢s que nunca en la historia de Espa?a; m¨¢s, incluso, que en la ¨¦poca del boom econ¨®mico de los sesenta y primeros setenta. Sin embargo, esta mayor actividad inmobiliaria no ha representado una mejora significativa en el precio de la vivienda, ya que entre los a?os 1996 y 2002 los precios han aumentado en el conjunto del pa¨ªs un 77%, lo que en t¨¦rminos reales significa, si se descuenta la inflaci¨®n, que la vivienda es, ahora, un 50% m¨¢s cara que cuando el PP accedi¨® al Gobierno. Aun teniendo en cuenta que el precio de los cr¨¦ditos hipotecarios se ha abaratado considerablemente en los ¨²ltimos a?os, en la actualidad, el esfuerzo de los hogares espa?oles para acceder a la vivienda ha crecido un 41% desde el primer trimestre de 1999. Hecho que contrasta con lo que sucedi¨® en la ¨²ltima etapa de Gobierno socialista: en 1996 dicho esfuerzo hab¨ªa ca¨ªdo a un 40% del necesario para adquirir vivienda en 1991. La "liberalizaci¨®n" parece haber producido el efecto contrario al perseguido.
Por supuesto que la pol¨ªtica de liberalizaci¨®n no es la ¨²nica responsable del encarecimiento de la vivienda, como tampoco fue la pol¨ªtica del Gobierno socialista la que provoc¨® la ca¨ªda de precios entre 1991 y 1996. En ¨²ltima instancia es la coyuntura econ¨®mica, y por tanto las expectativas de trabajo y de renta de los hogares, la que determina el precio de la vivienda. En ¨¦pocas de expansi¨®n econ¨®mica aumenta no s¨®lo el trabajo, sino tambi¨¦n el optimismo respecto al futuro que tienen las familias, lo que se traduce en una mayor disposici¨®n de consumo, que llega, en el caso de la vivienda, a ocupar m¨¢s del 50% de los ingresos familiares brutos. Esa apreciaci¨®n subjetiva cambia dr¨¢sticamente al empeorar la situaci¨®n de la econom¨ªa; la reducci¨®n del empleo se traduce en un pesimismo generalizado respecto al futuro inmediato, lo que redunda en una reducci¨®n dr¨¢stica de la demanda de vivienda.
El Gobierno no es, por tanto, el responsable ¨²ltimo del actual boom de precios. Es cierto lo que dice ?lvarez Cascos de que los espa?oles somos m¨¢s ricos (o, como m¨ªnimo, as¨ª nos lo creemos) y que por ello estamos dispuestos a pagar m¨¢s por la vivienda. Sin embargo, dicha afirmaci¨®n se convierte en cruel iron¨ªa cuando no se matiza que la rueda de la fortuna no favorece a todos por igual. En particular para los inmigrantes. Para esos "nuevos espa?oles" es una iron¨ªa de mal gusto afirmar que "las viviendas no son caras porque se venden", cuando se ven obligados a malvivir amontonados en los inmuebles m¨¢s obsoletos y deteriorados; en la Espa?a del siglo XXI ha vuelto a renacer el barraquismo y el hacinamiento. Y la iron¨ªa se convierte en insulto si se tiene en cuenta que lo que realmente ha significado la pol¨ªtica de liberalizaci¨®n ha sido dejar campar a sus anchas al mercado inmobiliario, sin ning¨²n elemento corrector de las disfuncionalidades que genera. En este sentido es escandaloso lo sucedido con la vivienda social. Si en el quinquenio 92-96 una de cada tres viviendas construidas era de protecci¨®n oficial, en el periodo 97-01 tan s¨®lo una de cada 10 es de naturaleza social.
El problema, por tanto, no es s¨®lo de los inmigrantes. Tambi¨¦n lo es de los j¨®venes. A pesar de que el mercado de trabajo, y por lo tanto la situaci¨®n econ¨®mica, se ha desarrollado de forma espectacular desde 1996, no es menos cierto que Espa?a contin¨²a siendo uno de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea con mayor precariedad econ¨®mica para los m¨¢s j¨®venes. Dicha precariedad relativa provoca que la autocomplacencia del Gobierno por lo que respecta al problema de los precios inmobiliarios sea, como m¨ªnimo, imprudente. Existen serias dudas sobre qu¨¦ suceder¨¢ a esos j¨®venes cuando la situaci¨®n econ¨®mica cambie de signo y contin¨²en vi¨¦ndose obligados a destinar a la vivienda cerca del 50% de su renta.
El incremento de la exclusi¨®n social y las hipotecas de por vida son algunas de las consecuencias de la pol¨ªtica de liberalizaci¨®n. Pero a¨²n hay m¨¢s. La liberalizaci¨®n de suelo ha representado la m¨¢s antisocial de las privatizaciones que han tenido lugar en la Espa?a contempor¨¢nea. M¨¢s de 30.000 millones de euros han pasado, sin contrapartida alguna, de las arcas p¨²blicas a las privadas al reducir la Ley del Suelo el aprovechamiento urban¨ªstico perteneciente a la colectividad. Una privatizaci¨®n sin parang¨®n en el marco de la Uni¨®n Europea y que bien podr¨ªa calificarse de malversaci¨®n de los caudales p¨²blicos. ?ste ha sido otro de los peajes que ha debido pagar la sociedad espa?ola para que la pol¨ªtica de liberalizaci¨®n de suelo se abriese paso. Pol¨ªtica que, bien puede hoy afirmarse, se cierra con el m¨¢s profundo de los fracasos.
Josep Roca Cladera es director del Centro de Pol¨ªtica de Suelo y Valoraciones de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a.
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