La ONE se da una tregua con buena m¨²sica

Los problemas que atraviesa la Orquesta Nacional en estos momentos no impiden la programaci¨®n de una obra tan importante y hermosa como la Misa en fa menor, de 1868, dirigida en el ¨²nico concierto semanal del domingo por la ma?ana por Jes¨²s L¨®pez Cobos, junto al Te Deum, que es de 1886. Dos obras culminantes de la invenci¨®n bruckneriana por cuanto tienen de grandeza y de autenticidad. No hay trampa alguna, ni servidumbre a los efectos exteriores en esta misa grande escrita desde la fe antes que tratada como texto dram¨¢tico.

Y al rigor conceptual se une la sensibilidad afectiva que, a fin de cuentas, en ella reside la tan tra¨ªda y llevada "profundidad", muchas veces aplicada a lo espectacular o a la grandiosidad neutra. El ejemplo de Schubert es patente y a¨²n dir¨ªa que tambi¨¦n el de Mozart, incluido su R¨¦quiem, pues, pese a su complejidad, extiende su sombra noble, ¨ªntima, casi confidencial, sobre muchas p¨¢ginas religiosas posteriores.

Jes¨²s L¨®pez Cobos -largamente aplaudido a su salida y al subir al podio-, sac¨® el m¨¢ximo partido de una formaci¨®n coral e instrumental de evidentes m¨¦ritos profesionales, con lo que revela, ¨¦l mismo, la talla de su saber y de su "noble oficio", seg¨²n la definici¨®n que empleaba para la m¨²sica Manuel de Falla.

Muy bien preparado el coro, atenta la Orquesta Nacional y avezados los solistas, pudimos recibir el mensaje del m¨²sico de Ansfeld. Una audiencia que llenaba la sala de Pr¨ªncipe de Vergara lo recibi¨® con inter¨¦s, emoci¨®n y final entusiasmo, y todos, sin excepci¨®n, participaron del ¨¦xito: la soprano Ingrid Kaiserfeld, formada en Graz; la mezzosoprano Jane Irwin, wagneriana en los primeros escenarios brit¨¢nicos; el flexible tenor americano Kurt Streit, mozartiano y straussiano con grandes directores, y el bajo armenio Arutjun Kotchinian, cuyo repertorio alcanza desde Don Juan hasta el Edipo de Stravinski.

Artistas, pues, en circulaci¨®n unidos al Coro Nacional, estupendamente preparado por Steubing-Negenborn, y la ONE, bajo el gobierno del maestro Jes¨²s L¨®pez Cobos en plena madurez, tras cruzar la frontera vital de los 60 a?os, en su segundo reencuentro con la formaci¨®n que dej¨® hace 15 a?os.