Un nuevo Mohamed en la Intifada
El padre del ni?o acribillado en Gaza da el mismo nombre a su nuevo hijo
Una de las im¨¢genes m¨¢s impactantes de esta Intifada de Al Aqsa ha sido, sin duda, la muerte del peque?o Mohamed al Dura. ?ste falleci¨® como consecuencia del impacto de varios disparos mientras se proteg¨ªa junto a su padre detr¨¢s de un bid¨®n cerca de la colonia de Netzarim, situada en la parte central de la franja de Gaza. La presencia de un c¨¢mara de la televisi¨®n francesa hizo que la tr¨¢gica secuencia de la muerte de este ni?o de 11 a?os diera entonces la vuelta al mundo y que hoy sea todav¨ªa recordada mediante cientos de graffitis estampados en las paredes de los campos de refugiados palestinos, sobre todo del de El Bureij, donde viv¨ªa junto a sus padres y sus seis hermanos.
"Ha nacido el ¨²ltimo d¨ªa del Ramad¨¢n y me ha devuelto la alegr¨ªa de vivir", dice Yamal al Dura
Yamal al Dura, 37 a?os, que resultara herido en el hombro y brazo derechos durante el mismo incidente, ocurrido el 30 de septiembre de 2000, acaba de tener un nuevo hijo, al que tambi¨¦n ha bautizado como Mohamed, "en honor de su hermano, y tambi¨¦n del profeta". Seg¨²n Yamal, el nacimiento del nuevo Mohamed ha sido algo especial, dado que "lleg¨® al mundo en el ¨²ltimo viernes del mes de Ramad¨¢n, que para nosotros, los musulmanes, constituye una fecha simb¨®lica, y adem¨¢s coincide con la fecha en que celebramos el d¨ªa de Al Quds [Jerusal¨¦n] a nivel internacional". Asimismo, ha vuelto a elevar el n¨²mero de hijos hasta siete, lo que tambi¨¦n le supone un motivo de j¨²bilo, comenta en el sal¨®n de su casa del campo de El Bureij.
"El nuevo Mohamed me ha devuelto la alegr¨ªa", se?ala Yamal, quien, debido a una fuerte lesi¨®n en la pierna izquierda y las secuelas de los disparos recibidos en la parte superior del cuerpo, mantiene a su familia con una pensi¨®n por discapacidad de 1.000 shequels (220 euros) que recibe mensualmente de la Autoridad Nacional Palestina. "Aunque tampoco tengo ganas de celebrar nada, despu¨¦s de que el Ej¨¦rcito causara diez muertos aqu¨ª en el campo, precisamente durante la fiesta del Eid El Fitr", a?ade, indignado por el desenlace de la incursi¨®n militar del pasado viernes, que caus¨® 10 muertos y 12 heridos.
Yamal, al igual que muchos palestinos, responsabiliza al primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, de las desgracias que sufre su pueblo. "Lo que est¨¢ haciendo Sharon es una atrocidad, y el mundo contempla impasible c¨®mo contin¨²an destruyendo nuestras casas y asesinando a nuestros ni?os", agrega. El cabeza de la familia Al Dura no oculta tampoco su enojo respecto de Estados Unidos, que "produce las armas con las que nos est¨¢n matando, los F-16, los Apache...". Yamal dice que lleg¨® a tramitar una demanda contra el Gobierno israel¨ª a trav¨¦s de un abogado de la organizaci¨®n de derechos humanos palestina LAW, pero que ¨¦sta nunca prosper¨®. "Adem¨¢s, intent¨¦ que el abogado llevara el caso ante la justicia belga, donde Sharon fue denunciado por cr¨ªmenes de guerra, pero no fue admitido".
A pesar de la precariedad de sus ingresos, Yamal reconoce haber recibido donaciones de Gobiernos extranjeros, lo que ahora le permite llevar una vida m¨¢s desahogada y pagar el tratamiento m¨¦dico y las sesiones de fisioterapia que ¨¦l mismo necesita. "Cuando estuve en Irak recib¨ª 25.000 d¨®lares, y del rey de Jordania recib¨ª una cantidad peque?a, aunque ¨¦ste se hizo cargo de todos mis gastos m¨¦dicos", comenta Yamal, quien tambi¨¦n recibi¨® tratamiento en Ir¨¢n y dinero de los Emiratos ?rabes Unidos. "Al volver de mi gira por estos pa¨ªses los servicios de seguridad israel¨ªes me hicieron mil preguntas en la frontera y me confiscaron la mayor¨ªa de las fotograf¨ªas que me traje, muchas de ellas con gente que no sab¨ªa ni qui¨¦nes eran, y todav¨ªa no me las han devuelto", se?ala. "Pero nadie va a impedir que siga contando mi historia", agrega desafiante.
"Y adem¨¢s no voy a permitir que le hagan nada a mi nuevo Mohamed", concluye, tras describir c¨®mo en el transcurso de la ¨²ltima operaci¨®n militar, que tuvo lugar a pocas manzanas de su casa, cogi¨® al beb¨¦ y se lo llev¨® junto al tabique m¨¢s s¨®lido del apartamento, donde lo mantuvo abrazado junto a su pecho hasta que terminaron los tiroteos, que duraron m¨¢s de tres horas.
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