La seguridad de los museos, a debate tras el robo de dos 'van goghs' en Amsterdam

La Asociaci¨®n Holandesa de Museos preparaba anoche una reuni¨®n extraordinaria para analizar la seguridad de las salas de arte del pa¨ªs, dos de las cuales, el Museo Van Gogh de Amsterdam y el Museo de La Haya, sufrieron sendos robos la pasada semana. Del primero, los ladrones se llevaron dos cuadros del artista que podr¨ªan venderse en el mercado negro por unos cuatro millones de euros. Una de las c¨¢maras internas de vigilancia film¨® a los ladrones descolgando los cuadros, titulados Vista del mar desde Scheveningen (1882) y Feligreses saliendo de la iglesia calvinista de Nuenen (1884). Adem¨¢s, uno de los guardas not¨® la presencia de extra?os en el edificio y a¨²n as¨ª no lleg¨® a tiempo. Del otro museo, desaparecieron joyas valoradas en cerca de seis millones de euros.
Reacios a convertirse en locales forrados de cristal blindado, sus responsables admiten que resulta dif¨ªcil proteger unas obras expuestas para el disfrute del p¨²blico y que no suelen estar aseguradas por pertenecer al patrimonio nacional. Es m¨¢s, hasta la desaparici¨®n de la pareja de van goghs, los planes de evacuaci¨®n de los museos de arte en caso de incendio o amenaza de bomba preocupaban m¨¢s a los expertos que la seguridad de los cuadros expuestos. El propio Instituto Colecci¨®n de Holanda, dependiente del Ministerio de Cultura, ha se?alado que para evitar robos har¨ªa falta invertir mucho dinero y apartar el arte del visitante. "Pero un museo cumple una funci¨®n p¨²blica; no es un banco. ?Qui¨¦n quiere blindarse?", seg¨²n Rik Vos, su director.
Algunos expertos en seguridad, como Ton Cremers, que ha colaborado con el Rijksmuseum de Amsterdam, han sugerido que los sistemas de vigilancia m¨¢s modernos no sirven de nada si los guardas no tienen tiempo de reaccionar. Mientras el debate se caldea, la polic¨ªa holandesa ha lanzado una orden internacional de b¨²squeda de los cuadros y las joyas sustra¨ªdas. Aunque su mutismo es total, se baraja la posibilidad de que varias personas hubieran penetrado el domingo en el Museo Van Gogh. La sala dispone de c¨¢maras de vigilancia dentro y fuera del edificio, y los agentes cuentan con una grabaci¨®n en la que puede verse a "unos individuos" descolgando los lienzos de la sala central. Portavoces del centro han admitido que, al tratarse de un espacio p¨²blico, un posible ladr¨®n puede permanecer dentro durante varias horas "estudiando" el dispositivo de seguridad.
Por su parte, John Leighton, director del Van Gogh, ha asegurado que las telas robadas tienen un valor emocional especial. La marina es una de las primeras obras del pintor y tambi¨¦n una de las m¨¢s antiguas de la colecci¨®n, formada por 200 cuadros y 500 dibujos. La vista de la iglesia era especial para la familia del artista, ya que su padre, un pastor calvinista, hab¨ªa predicado all¨ª. Es posible que los ladrones creyeran que llev¨¢ndose obras poco conocidas, colgados junto a otras mucho m¨¢s famosos, podr¨ªan venderlos mejor.
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