De f¨¢brica manchesteriana a escuela

Fontaneros, carpinteros, alba?iles, pintores. Todo un vivero, pero no de las tecnol¨®gicas empresas @, sino de tradicionales oficios, han rehabilitado la antigua f¨¢brica Can Jaumandreu, junto a la Rambla de Poblenou. La Llana fue una de las factor¨ªas textiles m¨¢s importantes construidas a finales del siglo XIX -lleg¨® a tener m¨¢s de 700 trabajadores en esa ¨¦poca- siguiendo la arquitectura industrial manchesteriana. Ahora se ha convertido en un equipamiento denominado 7@, un espacio que combinar¨¢ una escuela taller, la sede de la Universitat Oberta y una tercera edificaci¨®n que se dedicar¨¢ a la actividad productiva.

La inauguraci¨®n del nuevo espacio no fue un acto al uso. Y la habitual cohorte de autoridades municipales, encabezada por el alcalde, Joan Clos, qued¨® relativamente eclipsada por el centenar largo de j¨®venes que con sus manos han recuperado el espacio. Muchachos -s¨®lo dos chicas se apuntaron a este tipo de escuelas taller- de entre 17 y 25 a?os ocuparon la carpa dispuesta para la ocasi¨®n, con aperitivo incluido. Muchas caras -el 20% de los que asisten a cursos ocupacionales son inmigrantes- reflejaban distintos or¨ªgenes: magreb¨ªes, africanos, paquistan¨ªes y tambi¨¦n centroamericanos. La mayor¨ªa llevan unos cuantos a?os residiendo en Barcelona y tienen el mismo objetivo que el resto de los alumnos: tener una formaci¨®n que les sirva para encontrar trabajo. Algo que, seg¨²n los responsables del programa y los propios alumnos, ocurre frecuentemente.

"All¨ª est¨¢n los del aire acondicionado, all¨ª los carpinteros y en ese grupo hay pintores y cerrajeros". ?sta era la descripci¨®n que hac¨ªan Jorge y Mario, dos de los asistentes a los cursos. "Son dos a?os, pero muchos no llegan a terminarlos porque las empresas los contratan y ya empiezan a trabajar", a?ade Jorge, de 18 a?os. La Escuela Taller y Oficios, que organiza la sociedad municipal Barcelona Activa, pretende facilitar formaci¨®n para ejercer oficios a j¨®venes en paro y con formaci¨®n acad¨¦mica inacabada. En ocasiones, se trata de j¨®venes que atraviesan situaciones de riesgo. "La mayor parte del tiempo lo dedicamos a trabajar, con monitores que nos gu¨ªan, y la verdad es que si te espabilas hay trabajo", subraya Mario. En pr¨¢cticas tienen un sueldo de 420 euros.

La experiencia parece que gusta a los j¨®venes. Shazad y Yasir, paquistan¨ªes de 16 y 23 a?os, aprendices de cerrajero y alba?il, todav¨ªa est¨¢n en los cursos, "pero con ganas de trabajar enseguida".

En medio de tanto chico, dos melenas, las de las ¨²nicas adolescentes que han participado en la reconversi¨®n de la f¨¢brica en escuela de oficios. Son Jeanine y Elisa, sordomudas, que siguen la formaci¨®n para ser pintoras.

La rehabilitaci¨®n que ha expeperimentado la f¨¢brica textil es espectacular. La nave mantuvo cierta actividad, de almacenamiento, hasta entrada la d¨¦cada de los noventa, pero estaba muy deteriorada. Ahora se ha recuperado tanto la fachada como el techo y se han respetado las grandes cristaleras y los pilares de hierro. La entrada a la factor¨ªa es un muro acristalado y se han abierto ventanas abuhardilladas en la planta superior para dar m¨¢s luz al edificio. Can Jaumandreu dispone ya de cinco aulas y tres talleres de formaci¨®n pr¨¢ctica.

No ser¨¢ el ¨²nico equipamiento de este tipo, ya que hay otros en lista de espera: la f¨¢brica del gas en la Barceloneta, el antiguo jard¨ªn bot¨¢nico -es en el taller de jardiner¨ªa donde hay m¨¢s mujeres apuntadas en los cursos-y un centro c¨ªvico en Les Corts.