Madrid y Rabat intentan fijar hoy un calendario para superar su crisis

A la tercera puede ser la vencida. La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, y su hom¨®logo marroqu¨ª, Mohamed Benaissa, realizar¨¢n hoy un tercer intento, tras su tensa entrevista de julio en Rabat y la cita fallida que no lograron cumplir en Madrid el pasado mes de septiembre, por desbloquear la crisis que arrastran desde hace un a?o las relaciones entre Marruecos y Espa?a. Las expectativas espa?olas no son clamorosas: se pretende fijar un calendario de nuevos encuentros para abordar los distintos temas, con pocas esperanzas de que el retorno de los embajadores pueda ser anunciado ahora.

"La normalizaci¨®n se plantea como un proceso", indica una fuente diplom¨¢tica que expresa las serias dificultades que Madrid prev¨¦ en la tarea. Ello explica que el retorno inmediato de los embajadores parezca una ambici¨®n excesiva, sobre todo si se tiene en cuenta "la especial sensibilidad que Rabat ha desarrollado con su opini¨®n p¨²blica" en este tema.

Marruecos llam¨® a consultas a su embajador en Madrid, Abdesalam Baraka, el 28 de octubre de 2001, para escenificar su malestar por el tono crispado que el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, imprimi¨® a las relaciones hispano-marroqu¨ªes tras el fracaso, en abril del mismo a?o, de las negociaciones pesqueras mantenidas en el marco de la UE. Espa?a retir¨® al embajador Fernando Arias-Salgado de Rabat el pasado 16 de julio, horas antes de que fuerzas espa?olas desalojaran de Perejil a los soldados marroqu¨ªes que lo ocuparon cinco d¨ªas antes. "Es poco probable, por razones de imagen, que el retorno de los embajadores pueda ser anunciado, incluso si se llegara a acordar una fecha", explica la fuente consultada.

Los contactos directos de alto nivel para preparar este encuentro han sido escasos. La mayor parte de las gestiones han correspondido a la vacante Embajada espa?ola en Rabat. Los dos ministros afrontan la entrevista con un cierto grado de incertidumbre sobre sus resultados, y, por ello, el formato consensuado vuelve a ser el mismo que el de la cr¨ªtica cita realizada en Rabat apenas 48 horas despu¨¦s de firmado el compromiso que puso un punto provisional al conflicto de Perejil: hoy como en julio no est¨¢ previsto que los ministros hagan declaraci¨®n alguna ni al comienzo ni al final de su reuni¨®n; solo habr¨¢ un breve comunicado final.

Diplom¨¢ticos espa?oles valoran, no obstante, el avance reciente de los contactos entre ambas partes para justificar la esperanza de que la voluntad de reanudar unos lazos a los que te¨®ricamente se otorga gran importancia quede claramente reafirmada. En ese contexto, se se?ala la conversaci¨®n telef¨®nica que Palacio tuvo con Benaissa poco despu¨¦s de las inundaciones que sufri¨® Marruecos en noviembre, o la disponibilidad expresada por Rabat para adherirse al acuerdo de exclusi¨®n de buques peligrosos alcanzado por Espa?a y Francia al hilo del Prestige.

Las relaciones entre las casas reales respectivas se han mantenido, adem¨¢s, formalmente intactas, lo que dio ocasi¨®n a Mohamed VI de resaltar sus deseos de amistad en el telegrama que remiti¨® al Rey con motivo del ¨²ltimo D¨ªa de la Hispanidad.

Tres meses de retraso

Pero el caso es que la actual visita de Benaissa a Madrid llega con tres meses de retraso debido a que el marroqu¨ª anul¨® la prevista para septiembre, alegando un nuevo incidente sobre Perejil que fue desmentido por Espa?a. Este encuentro hab¨ªa sido acordado en julio en Rabat como devoluci¨®n obligada de la visita de Palacio.

Desde entonces, las relaciones hispano-marroqu¨ªes han continuado con un deterioro imparable, tanto en lo comercial como en el plano de las inversiones o en los de la cooperaci¨®n, el intercambio tur¨ªstico y en el de la comunicaci¨®n entre las respectivas opiniones p¨²blicas. Marruecos ha estrechado paralelamente sus lazos con Francia, el principal competidor de Espa?a en la zona. Los dirigentes franceses han multiplicado sus visitas a Rabat, y muy concretamente al rey Mohamed VI, con el que el presidente Jacques Chirac se entrevist¨® la semana pasada.

La reanudaci¨®n de la cooperaci¨®n bilateral es uno de los temas que Espa?a quiere abordar en la reuni¨®n de hoy. Madrid no oculta que sus preferencias son el control de la inmigraci¨®n ilegal y del tr¨¢fico de droga a trav¨¦s del Estrecho. Rabat, por su parte, ha reiterado que quiere hablar "de todo", incluido del futuro de Ceuta y Melilla, un tema que puede complicar el encuentro, ya que Palacio ha reiterado que, si est¨¢ dispuesta a escuchar, en ese tema no existe la m¨¢s m¨ªnima posibilidad de negociar nada.

Rabat ha anunciado tambi¨¦n que quiere que se hable del S¨¢hara, pese a que Palacio ha insistido ante el Congreso que la ex colonia "no ser¨¢ moneda de cambio". El pasado domingo, la ministra reiter¨® en Madrid junto a su colega ruso, ?gor Ivanov, que Espa?a cooperar¨¢ con Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU cuando ocupe el puesto rotatorio que le corresponde a partir de enero, para que, pese a las protestas de Marrueco, no se imponga ninguna soluci¨®n sobre el S¨¢hara que no cuente con el acuerdo del Frente Polisario.