El Betis se deja impresionar
El equipo sevillano se olvida del bal¨®n, act¨²a con miedo y entrega la eliminatoria al Auxerre
El Betis pis¨® el Abbe Deschamps con el s¨ªndrome del mal de altura, tan frecuente en ¨¦l cuando contacta con las ocasiones hist¨®ricas. Estaba a las puertas de su mejor conquista europea, alcanzar por primera vez una cuarta eliminatoria, y el acontecimiento, lejos de estimularle, le mare¨®. Salt¨® inseguro al campo, preso del p¨¢nico y dispuesto a jugarse los cuartos por el camino que no domina: m¨¢s pendiente de los asuntos defensivos que de la pelota, el objeto que, se mire por donde se mire, ha puesto a este equipo en los escalones altos del f¨²tbol espa?ol. El Betis jug¨® bloqueado, se autoimpuso el freno y ninguno de sus jugadores supo acudir al rescate. No, desde luego, Prats, que con sus graves errores enterr¨® un poquito m¨¢s a los suyos. Pero tampoco los obreros, demasiado impresionados, y mucho menos los artistas, siempre ausentes y siempre acongojados.
AUXERRE BETIS 20 Auxerre: Cool; Radet, Mexes, Boumsong, Jaures; Faye, Tainio; Lachuer, Kapo, Fadiga; y Ciss¨¦. Betis: Prats; Varela, Filipescu, Rivas, Luis Fern¨¢ndez; Ito (Fernando, m. 59), Assun?ao; Joaqu¨ªn, Capi (Casas, m. 71), Denilson; y Alfonso. Goles: 1-0. M. 20. Tainio remata de volea un bal¨®n suelto ante las manos blandas de Prats. 2-0. M. 48. Ciss¨¦ se va por velocidad, cuelga con precisi¨®n y Lachuer marca de cabeza. ?rbitro: Dougal (Escocia). Amonest¨® a Ciss¨¦, Rivas y Filipescu. Unos 13.000 espectadores en el estadio Abbe Deschamps. Clasificado el Auxerre por el resultado global de 2-1.
No estaba el terreno, demasiado duro, para florituras, pero tampoco para justificar un trato al bal¨®n tan miserable como le concedi¨® el Betis. Y, as¨ª, un conjunto acostumbrado a las asociaciones, m¨²ltiples y r¨¢pidas, perd¨ªa la posesi¨®n a la m¨ªnima, casi de forma voluntaria. A nadie le sal¨ªa un pase decente, ni siquiera en las zonas de tr¨¢mite. El Betis no conectaba y, adem¨¢s, sus jugadores se enredaban m¨¢s en pedirse explicaciones unos a otros que en aplicarse o atreverse.
No es que el Auxerre arrojara una actitud extremadamente valiente, que tambi¨¦n mir¨® al partido con muchas precauciones, pero toc¨® mejor y se movi¨® mejor. Hubo mucho de m¨²sculo en su juego, tan provisto como est¨¢ en su alineaci¨®n de gigantescos atletas con cuatro pulmones cada uno. Pero tambi¨¦n tuvo toque y velocidad, las armas que mejor desnudan a las defensas. Especialmente, a la del Betis de ayer, obsesionada por despejar la pelota, no por recuperarla.
Se atac¨® y se defendi¨® nervioso el Betis, con m¨¢s miedo de lo que demandaba realmente el rival. Y a la cabeza de los que temblaron ante la envergadura del acontecimiento estuvo Prats, un flan pese a su veteran¨ªa. Lo demostr¨® pronto: a los cuatro minutos, en la primera visita de los franceses. Un lanzamiento de falta potente, pero lejano, de Ciss¨¦ al que el guardameta contest¨® de forma calamitosa: dejando el bal¨®n muerto en el ¨¢rea peque?a con ¨¦l en el suelo. La rapidez de Rivas evit¨® el remate de Kapo y la cat¨¢strofe. Pero no que el Betis reforzara su ya enorme sensaci¨®n de inseguridad.
Tambi¨¦n percibi¨® el Auxerre el caramelo que ten¨ªa en la porter¨ªa de enfrente y, sin arriesgarse un gramo, se limit¨® a terminar sus posesiones con fuertes disparos desde media distancia. As¨ª acab¨® tambi¨¦n la acci¨®n que igual¨® la eliminatoria, aunque naci¨® con un r¨¢pido desborde por la derecha y se envenen¨® por el empe?o de los centrales en quitarse el bal¨®n de encima. Despej¨® mal Rivas y sus compa?eros vieron dormidos el extra?o globo que fue dibujando el bal¨®n antes de caer sobre el balc¨®n del ¨¢rea. En cambio, Tainio, desde muy atr¨¢s, se dej¨® la vida por llegar al cuero, lo golpe¨® con una violenta volea y recibi¨® los favores de Prats, que se comi¨® el remate. Puso las manos el portero, pero tan mal que se le doblaron.
Con el 1-0 el Betis se sinti¨® obligado a atacar, pero sigui¨® sin encontrarse. Regalando el bal¨®n casi, casi, al primer pase. El Auxerre, c¨®modamente asentado para explotar su contraataque, se frotaba las manos sin necesidad de asumir riesgos, convencido de que el paisaje del partido le conceder¨ªa tarde o temprano m¨¢s espacios por donde aparecer.
La segunda parte confirm¨® la expectativas del conjunto franc¨¦s. Y, a las primeras de cambio, en una jugada que volvi¨® a retratar al Betis, inexistente en las dos direcciones del partido. Assun?ao perdi¨® un bal¨®n absurdo en el centro del campo, Luis Fern¨¢ndez no supo discutir la velocidad de Ciss¨¦ y los centrales se tragaron el pase. Y, como Prats, clavado bajo la porter¨ªa, segu¨ªa sin estar para nadie, Lachuer cabece¨® mansamente, en picado y a placer.
Por el valor doble de los goles fuera de casa, el Betis no estaba muerto pese al resultado. El 2-0, aunque le eliminaba, le dejaba a tiro de un solo gol para recuperar su ventaja. Su problema fue que nunca dio se?ales de poder conseguirlo. Muy al contrario, fue el Auxerre el que, intermitentemente, fue descolgando ocasiones para sentenciar el duelo. Todo bal¨®n colgado sobre el ¨¢rea, cualquier carrera que propusiera alguno de los atletas franceses, cualquier cosa, era un suplicio para el Betis. La defensa temblaba y Prats comunicaba: s¨®lo contest¨®, y con agilidad, en un mano a mano franco con Ciss¨¦.
Tan contento por las bondades del encuentro, el Auxerre racane¨® m¨¢s de la cuenta con el marcador. Prefiri¨® blindarse a rematar al contrario y permiti¨® que, por puro esp¨ªritu de resistencia a la contrariedad, el Betis se creyera vivo y lo intentara. En el fondo, le invitaba a abrirse del todo para apu?arlo a la contra. Pero al conjunto sevillano no le quedaba otra que aceptar el enga?o. V¨ªctor Fern¨¢ndez apur¨® sus bazas con Fernando y Casas, pero a su equipo no se le abri¨® ninguna puerta. Sigui¨® plano y rampl¨®n, enfrentado de forma ins¨®lita a la pelota. Una bicicleta de Denilson y un golpe franco de Assun?ao sirvieron de espejismo en el ¨²ltimo tramo. Pero no de consuelo. El Betis decepcion¨®. No supo estar a la altura de la ocasi¨®n ni de su propio nivel. Por eso cay¨®.
"Nos falta un poco para estar a la altura de Europa"
El Betis cay¨® y apenas busc¨® alguna disculpa en la pesadez del campo, pues su t¨¦cnico, V¨ªctor Fern¨¢ndez, y sus jugadores reconocieron la superioridad f¨ªsica del Auxerre. Pero lo m¨¢s importante fue admitir que el nivel del equipo no est¨¢ para grandes aventuras europeas. Ito fue elocuente: "El Auxerre ha sido superior, no hay que darle m¨¢s vueltas. Ha quedado demostrado que nos falta un poco para estar a la altura de Europa. Hay que rendirse a la evidencia. No hemos tenido control del juego y nos han presionado bien".Alfonso tambi¨¦n se lament¨® de la oportunidad perdida, como si el Betis tuviera un techo, pero con alguna disculpa: "Ellos han hecho su partido y nos han ganado en el juego de pelea en el barro. El terreno estaba muy pesado y nosotros formamos un equipo m¨¢s de f¨²tbol que de balones divididos. Ellos se han adelantado mejor". Y a?adi¨®: "S¨ª, era una ocasi¨®n importante y no la hemos sabido aprovechar".En esa lucha, Denilson admiti¨® que el Betis fue blando: "Quiz¨¢ jugamos demasiado respetuosos", coment¨®; "tal vez por haber ganado el partido de ida jugamos con demasiada tranquilidad". Y recalc¨® la teor¨ªa de Alfonso: "Est¨¢ claro que el Betis s¨®lo sabe jugar cuando tiene la pelota". Pero no estuvo tan de acuerdo en sus disculpas: "El campo no es una excusa, pero tambi¨¦n nos ha perjudicado".V¨ªctor Fern¨¢ndez pirope¨® al Auxerre tras se?alar los fallos propios: "En el ataque hemos hecho muy poco da?o porque hemos tenido muchas dificultades para combinar. No; desde luego, no hemos hecho nuestro mejor partido, pero hay que darle m¨¦rito al rival. Son muy superiores en lo f¨ªsico, han interpretado mejor el encuentro y su primer gol nos ha puesto nerviosos".Capi, decepcionado, fue concluyente: "El Betis no ha sido el Betis. Ha aparecido el mal d¨ªa en el momento m¨¢s inoportuno. Hemos salido algo fr¨ªos y ellos, en cambio, con mucha agresividad. Estuvimos mal en todos los aspectos".Prats, el portero ayer fall¨®n, nunca hace declaraciones tras los partidos y esta vez no fue la excepci¨®n.
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