Del c¨¦sped a los marcianitos

Emerson Mois¨¦s Costa (R¨ªo de Janeiro, 1972) no cuenta, por ahora, para Luis Aragon¨¦s. Problemas de adaptaci¨®n, en la espalda, de actitud... El centrocampista empez¨® el curso como titular del Atl¨¦tico junto a Albertini, un d¨²o experimentado que tapaba en la foto a Movilla y Nagore, la pareja del ascenso. Pero ayer ni siquiera viaj¨® a Vitoria, donde hoy (20.30 horas) el cuadro madrile?o se enfrentar¨¢ al Alav¨¦s. Ha sido una decisi¨®n t¨¦cnica, aunque ¨¦l alega molestias dorsales. El club no ha hecho p¨²blico su parte m¨¦dico.

Poco a poco, Emerson ha perdido la confianza de Luis y se ha aislado. Su escasa predisposici¨®n al trabajo en los entrenamientos, que al principio pasaba inadvertida, le ha condenado a la grada. Luis le abronc¨® la semana pasada: "Usted, si no trabaja como es debido, se va a la caseta". As¨ª que, aduciendo molestias, abandon¨® la pr¨¢ctica cabizbajo. Horas despu¨¦s se desfogaba frente a una m¨¢quina recreativa, solo, en un centro comercial. Ya sab¨ªa que se quedaba fuera de la convocatoria ante el Valladolid.

La grieta se ha agrandado.Un d¨ªa, Luis se acerc¨® a Emerson con el dedo levantado y le recrimin¨® sus comentarios mientras se preparaba. Al siguiente, la escena se repiti¨®. Emerson dijo que no pod¨ªa continuar por una lesi¨®n y se quit¨® el peto. Desde entonces, Luis no le ha metido m¨¢s en su lista.

Emerson ha cambiado desde sus primeras palabras conciliadoras: "En ning¨²n equipo es f¨¢cil jugar. Todos empiezan de cero y hay que demostrar las condiciones sobre el c¨¦sped". Lo cierto es que el mediocentro ha embarullado con su guerra de guerrillas y su individualismo el ataque del equipo. Luis tampoco ha visto clara su aportaci¨®n y ha hecho y deshecho en la zona ancha sin quedar nunca satisfecho.

Hoy jugar¨¢ otra pareja novedosa: Nagore y Albertini. Mientras tanto, Emerson se consuela de sus desgracias con la samba brasileira atronando desde la radio de su coche.