"Aqu¨ª deber¨ªa haber profesionales de forma permanente"

Un mes despu¨¦s del naufragio, muchos voluntarios han aprendido en carne propia que no basta con la buena voluntad. En la isla de Ons -un enclave ecol¨®gico de siete kil¨®metros de largo, en la boca de la r¨ªa de Pontevedra, con apenas siete casas habitadas-, una treintena de bomberos procedentes de Teruel, Alicante y Valencia, que llegaron sin ponerse previamente de acuerdo como otros miles de voluntarios, han impartido lecciones de organizaci¨®n.

"Los bomberos est¨¢n demostrando una eficacia mucho mayor que la de los militares. Hoy han tra¨ªdo 130 mantas no s¨¦ de d¨®nde. Ellos siempre saben qu¨¦ hay que hacer, d¨®nde y c¨®mo hacerlo", comenta Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa, un voluntario de la organizaci¨®n ecologista Defensa da R¨ªa.

Miguel ?ngel G¨®rriz y Tom¨¢s Ca?ete, dos bomberos de Teruel, llevan una semana en la isla de Ons. "El viaje lo hemos pagado de nuestro bolsillo. Hemos cambiado libranzas y pedido d¨ªas de fiesta para venir aqu¨ª. Nos levantamos a las seis de la ma?ana. El alojamiento nos lo da el Ayuntamiento de Pontevedra. A las ocho estamos en el puerto. Y a eso de las nueve de la ma?ana, ya aqu¨ª. A las tres o las cuatro de la tarde, paramos de trabajar. Y a Pontevedra otra vez, con el cuerpo molido. La verdad es que ha merecido la pena. Las ganas de la gente que quiere ayudar es impresionante pero...".

Los bomberos quieren que se resalte el "pero" porque lo consideran esencial para hacer bien las cosas. "Las ganas son muchas, pero s¨®lo con voluntarios no llegas a ninguna parte. Tiene que haber profesionales de forma permanente, gente que organice, que sepa mantener a todos ocupados. Lo que m¨¢s desespera al que viene a ayudar es que se le tenga parado porque no hay material o por la raz¨®n que sea", comenta Ca?ete.

"El primer d¨ªa que vinimos ya nos dimos cuenta de que hac¨ªan falta walkies-talkies. Se perd¨ªa much¨ªsimo tiempo mandando a buscar cualquier cosa. Ahora, ya tenemos esas radios. Cuando los voluntarios vienen y ven un equipo de coordinaci¨®n muy seguro, mandando y trabajando, ellos trabajan como el que m¨¢s. Pero si de pronto est¨¢n acarreando chapapote y se paran porque no hay d¨®nde echar el fuel, y al rato hay que volver a empezar... malo", a?ade G¨®rriz.

"Menos mal que han venido estos bomberos", dice un ecologista de Defensa da R¨ªa, "los militares, vale, tambi¨¦n trabajan, pero nosotros creemos que pod¨ªan traer medios mec¨¢nicos". "Es que no nos dejan traer tractores la gente de Medio Ambiente", argumenta un militar, "porque dicen que podemos causar da?os en las playas".

"Yo creo que hay medios mec¨¢nicos que se podr¨ªan traer y se ganaba much¨ªsimo tiempo", defiende uno de los bomberos. "El segundo d¨ªa que vinimos a esta isla", indica uno de los bomberos de Teruel, "¨¦ramos pr¨¢cticamente los ¨²nicos que hab¨ªamos venido dos d¨ªas. El resto de la gente era nueva. Ahora podemos decir que hemos sembrado una semilla de organizaci¨®n".

Todos los consultados en este reportaje insisten en que una cosa es ver a la gente por la tele quitando el chapapote o en una foto y otra bien distinta es verlos de cerca, sentir c¨®mo se les hunden los pies en la arena, verlos avanzar en filas, cada uno con una mano en el asa de un canasto.