Los diablos del Santos
Diego, de 17 a?os, y Robinho, de 18, conducen al hist¨®rico equipo brasile?o hacia el campeonato con un f¨²tbol atrevido y genial
Son insultantemente j¨®venes, atrevidos hasta un grado irreverente y juegan muy bien al f¨²tbol. Si se habla en esos t¨¦rminos de dos jugadores que visten adem¨¢s la legendaria camiseta del Santos no es de extra?ar que su deslumbrante aparici¨®n en el campeonato nacional adquiera dimensiones may¨²sculas. Se llaman Diego Ribas da Cunha y Robson de Souza, pero todo Brasil los conoce ya como Diego y Robinho, los Meninos da Vila. Entre los dos han llevado al Santos a la conquista del campeonato nacional por primera vez desde que se instaur¨® este formato de competici¨®n, hace 21 a?os. Ayer, un gol y dos asistencias de Robinho sirvieron para derrotar al Corinthians (2-3) en la segunda final. En la ida, el Santos se impuso por 2-0.
"Este chico va a dar muchas alegr¨ªas al f¨²tbol", dijo Pel¨¦ tras ver a Robinho
Los hinchas del Santos llevaban demasiado tiempo rememorando sus descomunales glorias pasadas, observando im¨¢genes en blanco y negro de los a?os 60 y 70, cuando el equipo de Pel¨¦, Dorval, Mengalvio, Coutinho, Pepe, Zito y compa?¨ªa levant¨® diez campeonatos paulistas, cinco Copas de Brasil, dos Libertadores y dos Intercontinentales antes de convertirse en mito. Desde aquella ¨¦poca el campeonato paulista de 1984 fue el ¨²nico t¨ªtulo destacable. Y lo que es m¨¢s grave: la torcida santista no ha tenido grandes futbolistas que defendieran con dignidad la herencia de una camiseta que pesa toneladas. Su ¨²ltima referencia fue Giovanni, aquel media punta que dej¨® el Santos para fichar por el Barcelona en 1996.
La media de edad de su plantilla apenas supera los 23 a?os y sus dos valores con m¨¢s futuro parecen estar creciendo a una velocidad demencial. Diego naci¨® hace 17 a?os en la ciudad paulista de Ribeirao Preto, de donde tambi¨¦n es original el gran S¨®crates. Admira a Ronaldo, porque al resto de leyendas brasile?as s¨®lo las ha visto en v¨ªdeo. Juega de media punta, lleva el 10 de Pel¨¦ a la espalda y se llama como Maradona. Su f¨²tbol es una mezcla de habilidad y equilibrio que parece reunir todas las virtudes cl¨¢sicas de los grandes creadores. Es blanco, diestro, juega s¨®lo de medio campo hacia arriba, mide 1,73 metros y pesa 72 kilos. Debut¨® hace menos de un a?o con el primer equipo, (solo Pel¨¦ lo hab¨ªa hecho con una edad similar) refrendado por sus 30 goles en el campeonato paulista juvenil y por sus excelentes actuaciones con la selecci¨®n brasile?a sub 17. Con ese equipo deslumbr¨® el a?o pasado en el prestigioso torneo juvenil de Viareggio, especialmente en un partido en el que Brasil gan¨® a Italia por 0-6. Una exhibici¨®n presenciada por los m¨¢s avezados cazatalentos de los clubes europeos m¨¢s importantes, incluido Jorge Valdano, que como todos qued¨® impresionado por esa cabeza siempre erguida capaz de ver todo antes que nadie, los indescifrables regates con los que eliminaba rivales y las asistencias de gol extremadamente precisas.
El tel¨¦fono del ex jugador del N¨¢poles y el Atl¨¦tico de Madrid Alem?o, su representante, no para de sonar desde aquel d¨ªa mientras que en Brasil la prensa exagera las expectativas: "?Y por qu¨¦ no le hacen una prueba de ADN a Zico? S¨®lo un hijo suyo ser¨ªa capaz de jugar as¨ª".
Pel¨¦ ha vivido m¨¢s de cerca la aparici¨®n de la otra joven estrella del Santos. Hace cuatro a?os O Rei fue invitado por la directiva a presenciar unas pruebas para jugadores infantiles que aspiraban a entrar en las categor¨ªas inferiores del club. Entre ellos estaba Robinho y bast¨® la sentencia de Pel¨¦ para que el joven delantero se quedara en el club. "Este chico va a dar muchas alegr¨ªas al f¨²tbol", dijo Pel¨¦ tras verle en acci¨®n durante quince minutos y despu¨¦s de mantener una breve conversaci¨®n con el jugador, que le miraba como a un extraterrestre.
"Tiene la movilidad del mercurio y su juego de cintura es capaz de romper las caderas de una defensa entera", coment¨® hace poco sobre Robinho el prestigioso cronista Armando Nogueira, mientras que dos grandes como Junior y Rivelinho coinciden en que su estilo es "absolutamente brasile?¨ªsimo". El delantero tiene solo 18 a?os, acaba de comprarse su primer coche y una casa para sus padres en San Vicente, donde naci¨®, muy cerca del puerto de Santos. Es negro, diestro, lleva el n¨²mero 7 y posee un repertorio de regates imprevisibles que merecen verse a c¨¢mara lenta para admirar su habilidad, inspirada por su ¨ªdolo, el b¨¦tico Denilson. De f¨ªsico casi escu¨¢lido (mide 1,72 metros y solo pesa 60 kilos), se acomoda mejor jugando de segunda punta pese a que tiene que mejorar mucho su remate y es absolutamente desequilibrante cuando encara al rival por muy reducidos que sean los espacios para maniobrar.
Diego y Robinho llevaban tres a?os jugando juntos en los juveniles del Santos cuando el t¨¦cnico del primer equipo, el ex guardameta internacional Emerson Le?o se anim¨® a darles su primera oportunidad en el f¨²tbol de ¨¦lite, donde se ocupa personalmente de contener su natural inclinaci¨®n a cometer pecados de juventud.
Diego abri¨® un peque?o historial de pol¨¦micas cuando celebr¨® un golazo al S?o Paulo bailando encima del escudo del rival pintado sobre una banda del c¨¦sped del estadio Morumb¨ª. El portero del Gremio, Danrlei, avis¨® que "si ¨¦stos dos siguen jugando as¨ª, haciendo de cada regate una humillaci¨®n, alguien les va a romper una pierna cualquier d¨ªa".
Tras el primer partido de la final del campeonato nacional el jugador corintiano de color Renato acus¨® a Diego de haberle provocado llam¨¢ndole "macaco [mono]", un insulto con un grosero componente racista en Brasil. Robinho salt¨® en su defensa: "No me lo creo. Soy su mejor amigo y soy negro. Lo que pasa es que ¨¦l siempre est¨¢ de broma, hasta cuando juega. Pisa la pelota y se r¨ªe".
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