El obispo de Vic se jubila convencido de que su sucesor proceder¨¢ "del ¨¢rea catalana"

El obispo de la di¨®cesis de Vic, Josep Maria Guix, cumple este jueves 75 a?os, edad en la que tiene que presentar su demanda de jubilaci¨®n al papa Juan Pablo II. La renuncia de Guix abre el proceso de relevo en la sede episcopal, un proceso que el mismo obispo espera que se resuelva en unos cuatro meses. Otro deseo de Guix es que si su sucesor no es "hijo de Catalu?a, sea del ¨¢rea catalana y entienda y hable correctamente el catal¨¢n desde el mismo d¨ªa en que tome posesi¨®n del cargo".

Despu¨¦s de 19 a?os como obispo de Vic, a Josep Maria Guix le ha llegado el momento de renunciar a su cargo. A partir del momento en que solicite la jubilaci¨®n al Papa corresponde al nuncio del Vaticano en Espa?a transmitir a la Santa Sede una lista de candidatos elaborada despu¨¦s de consultar a los obispos de la misma provincia eclesi¨¢stica en la que se ha producido la vacante.

Por ahora no ha trascendido ning¨²n nombre susceptible de formar parte de esta terna, pero el mismo Guix, en una entrevista publicada en el Full dioces¨¤ de este fin de semana, se muestra convencido que su sucesor proceder¨¢ del "¨¢rea catalana". Guix podr¨ªa hacer esta referencia pensando en uno de los nombres que tiempo atr¨¢s hab¨ªa circulado como posible sustituto suyo. Se trata del valenciano Agust¨ªn Cort¨¦s, obispo de Ibiza desde 1998.

Espina y dolor

Josep Maria Guix, doctor en Teolog¨ªa y en Ciencias Sociales y diplomado en Psicolog¨ªa por la Universidad de Madrid, asegura que deja el cargo con una espina clavada: la sequ¨ªa vocacional que sufre la di¨®cesis de Vic, anteriormente una de las m¨¢s fecundas entre las catalanas. Guix atribuye este hecho a muchas y variadas causas, aunque asegura que "como responsable de la vida cristiana y eclesi¨¢stica de la di¨®cesis" tendr¨¢ que tragarse "una responsabilidad mayor". Como recuerdo m¨¢s negativo y doloroso de estos 19 a?os, Guix destaca el atentado de ETA del 29 de mayo de 1991 contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Vic, en el que murieron nueve personas, cinco de ellas ni?os. Reconoce que aquella homil¨ªa fue la m¨¢s amarga de escribir y la m¨¢s costosa de leer.

Respecto a la evaluaci¨®n de la situaci¨®n de la Iglesia, Guix dice que la globalizaci¨®n tambi¨¦n se ha dejado notar en este terreno y apuesta por mejorar las relaciones entre instituciones eclesi¨¢sticas. En este sentido aboga por una mayor coordinaci¨®n y cohesi¨®n entre las dos capitales eclesi¨¢sticas catalanas, Tarragona y Barcelona, y defiende la creaci¨®n de la Regi¨®n Eclesi¨¢stica para obtener una relaci¨®n m¨¢s fluida entre las ocho di¨®cesis catalanas.

Guix ha expresado su deseo de retirarse a la residencia de las Hermanitas de los Pobres en Vic para ser "un viejo m¨¢s entre los viejos". All¨ª espera colaborar como sacerdote y, si tiene tiempo, estudiar algunos asuntos que dej¨® aplazados cuando fue nombrado vicario general de Barcelona.