Buena animaci¨®n aut¨®ctona
Cada vez que se estrena un filme de animaci¨®n espa?ol, hay que comenzar con el mismo y necesario recordatorio: el del trabajo ¨ªmprobo que cuesta realizar una proeza t¨¦cnica como es siempre una pel¨ªcula de animaci¨®n, y al tiempo, la escasa atenci¨®n que presta la mayor parte de la profesi¨®n cinematogr¨¢fica a este tipo de intentos.
Por una vez, adem¨¢s, no se trata de ejercer el paternalismo y decir que s¨ª, que, aunque la pel¨ªcula se puede decir que es floja, hay que destacarla porque es espa?ola, y profesiones de fe nacionalista de este tipo: se trata, simplemente, de dar cuenta del estreno de una buena pel¨ªcula de animaci¨®n.
De un producto que, a¨²n manteniendo una clara sinton¨ªa con la escuela anglosajona contempor¨¢nea, puede ser equiparado, y con toda justicia, con cualquier muestra de la animaci¨®n internacional para ni?os de las que llegan a nuestras pantallas.
DRAGON HILL, LA COLINA DEL DRAG?N
Director: ?ngel Izquierdo. Int¨¦rpretes: filme de animaci¨®n. G¨¦nero: animaci¨®n fant¨¢stica, Espa?a, 2002. Duraci¨®n: 77 minutos.
El m¨¦rito es del director ?ngel Izquierdo y su equipo, compuesto por un impresionante plantel en el que est¨¢ representada la mayor parte de la profesi¨®n animadora hispana, y la productora Mil¨ªmetro. ?Qui¨¦nes son Izquierdo y Mil¨ªmetro? Pues un dibujante que lleva largos a?os trabajando para estudios extranjeros, y una empresa que realiza encargos para Hannah-Barbera, Disney y Metro-Goldwyn-Mayer, entre otras, y que presenta aqu¨ª su primer largometraje.
Por lo dem¨¢s, Dragon Hill presenta una historia solvente, para p¨²blicos peque?os, contada con ritmo animado y que no decae (era el defecto de alg¨²n intento hispano anterior como El bosque animado).
Una historia intemporal y pensada para ser vista en todo el mundo, que resulta, adem¨¢s, loable por lo que tiene de producto que vehicula valores socialmente importantes: el respeto por los personajes femeninos, la solidaridad, la reivindicaci¨®n del valor de la aventura, el saber que los l¨ªmites son necesarios y que, a veces, conviene no traspasarlos; y, por si fuera poco, la certidumbre de que los bienes materiales no lo son todo en la vida... propuestas axiol¨®gicas nada despreciable en el mundo en que nos movemos cada d¨ªa.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.