Continuidad en Se¨²l
La victoria del candidato gubernamental Roh Moo-hyun en la re?ida elecci¨®n presidencial surcoreana, convertida en refer¨¦ndum sobre c¨®mo lidiar con el impredecible vecino estalinista del norte, asegura la continuaci¨®n de la pol¨ªtica de acercamiento entre Se¨²l y el r¨¦gimen de Pyongyang, impulsada por el actual jefe del Estado, Kim Dae-jung. Corea del Sur tiene que agradecer al presidente saliente Kim su larga lucha para pilotar la transici¨®n de un r¨¦gimen autoritario y de procedimientos policiales hacia un Estado democr¨¢tico, en el que sus ciudadanos tuvieron ayer la oportunidad de elegir libremente a su sucesor.
El presidente electo es un decidido partidario de mantener la ayuda y los intercambios diplom¨¢ticos con Corea del Norte, aunque el desarrollo de esas convicciones, avaladas por las urnas, corre el riesgo de cuartear la s¨®lida alianza entre Corea del Sur y Washington. Es as¨ª porque Bush ha dado un acusado viraje a las relaciones con el r¨¦gimen norcoreano. El presidente de EE UU est¨¢ desconectando lo que Clinton conect¨®, y la declarada hostilidad de la Casa Blanca hacia Pyongyang se ha complicado sobremanera tras la reciente decisi¨®n norcoreana de reanudar su inquietante programa nuclear.
Un elemento adicional es que la campa?a electoral que ha dado la victoria al liberal Roh ha estado atizada por una oleada de antiamericanismo sin precedentes, tras la muerte en junio de dos adolescentes atropelladas durante unas maniobras por militares estadounidenses, que resultaron absueltos por sus jefes. El presidente electo quiere revisar el acuerdo que permite a Washington tener jurisdicci¨®n legal sobre sus 37.000 soldados estacionados en Corea del Sur.
M¨¢s complicado que preservar las privilegiadas relaciones de Se¨²l con EE UU, que sin duda acabar¨¢n encontrando su cauce, ser¨¢ hacer frente a los retos dom¨¦sticos. El nuevo l¨ªder surcoreano va a gobernar a partir de febrero con un Parlamento controlado por la oposici¨®n conservadora de su derrotado rival, Lee Hoi-chang. Y ha prometido combatir la enquistada corrupci¨®n pol¨ªtica y encarar la reforma de una econom¨ªa saludable, la cuarta de Asia, pero en desaceleraci¨®n. Para ello tendr¨¢ que reducir el formidable poder de los conglomerados industriales familiares y dar mayor voz a los sindicatos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.