Las dos horas de Fito Cabrales

Lo hizo al principio de la gira y lo ha vuelto a hacer al final. Fito Cabrales, esta vez sin colaboraciones externas y reducida la banda al formato escaso de cuarteto de rock m¨¢s un saxo, volvi¨® a llenar una sala en Madrid dos d¨ªas seguidos y a triunfar estrepitosamente, sin que sus conciertos fueran excesivamente promocionados.

La numerosa afici¨®n de este bilba¨ªno respondi¨® y se vio correspondida por una actuaci¨®n vibrante en la que resalta la asombrosa fluidez del di¨¢logo de Fito y Batiz con sus guitarras.

Se dir¨ªa que Fito y Batiz van con ellas tocando hasta el lavabo, porque lo contemplado en su actuaci¨®n es un ejercicio de virtuosismo en el que muchas veces no se distingue qu¨¦ partes est¨¢n ensayadas y cu¨¢les son fruto de la improvisaci¨®n en el momento.

Blues, rythm'&'blues, rock an roll del cl¨¢sico, swing, rockabilly, baladas, toques de rock latino y hasta funki -con un sorprendente e inesperado momento Maceo Parker- fueron los palos que Cabrales y los suyos tocaron en una actuaci¨®n de casi dos horas y en las que casi no hac¨ªa falta que cantara, porque la audiencia se adue?aba instant¨¢neamente de las letras de las canciones.

Decir que lo mejor de Fito es su nivel de composici¨®n en un g¨¦nero que no vive sus momentos m¨¢s altos de popularidad, es repetirse.

Pero, por m¨¢s que a¨²n no haya obtenido el mismo reconocimiento a nivel de medios que Andr¨¦s Calamaro o Robe Iniesta, Fito Cabrales demuestra que canciones suyas como Para toda la vida, Perro viejo o Rojitas las orejas son peque?os cl¨¢sicos del rock en castellano.

Tambi¨¦n dedicaron los artistas varios momentos del concierto al delicado arte de tocar instrumentales y revisaron, con marcha rockera, el Quiero beber hasta perder el control, de Los Secretos. Tras tres a?os de girar con innegable ¨¦xito por toda Espa?a, le llega ahora a Fito el momento de descansar y preparar un nuevo disco que los amantes del rock tierno y hecho aqu¨ª deben comenzar de seguro a esperar ya con impaciencia.