La marea negra ensombrece la econom¨ªa gallega

La crisis de la marea negra en Galicia llega en un momento en el que las perspectivas de su econom¨ªa mostraban un signo positivo. En los dos ¨²ltimos quinquenios, la actividad productiva ha vivido una transformaci¨®n que se ha sostenido sobre la inversi¨®n en infraestructuras. Las mejoras en accesibilidad y articulaci¨®n interna asociadas a la construcci¨®n de nuevas comunicaciones terrestres han favorecido las zonas con menor localizaci¨®n de actividades econ¨®micas y han consolidado al eje atl¨¢ntico como el motor de la econom¨ªa gallega.

El PIB per c¨¢pita, que ha pasado de 9.023 euros en 1995 a 10.644 en 2001, confirma el esfuerzo por aproximarse a la media espa?ola

El proceso de modernizaci¨®n ha estado protagonizado por una sociedad cada vez m¨¢s comprometida con la educaci¨®n y la formaci¨®n como pilares sobre los que construir ventajas competitivas sostenibles y fomentar la vocaci¨®n empresarial y emprendedora. Prueba de esos avances en competitividad ha sido la evoluci¨®n de su comercio exterior, que se ha duplicado en el ¨²ltimo quinquenio, impulsado por el sector del autom¨®vil, los productos pesqueros y el sector del textil entre los m¨¢s destacados. Los resultados de este patr¨®n de comportamiento se han reflejado en la evoluci¨®n de los niveles de bienestar medidos por el producto interior bruto (PIB) por habitante. En concreto, y seg¨²n la contabilidad regional de Espa?a, el PIB per c¨¢pita en Galicia ha pasado de 9.023 euros en 1995 a 10.644 en 2001.

La econom¨ªa gallega ha afrontado un proceso creciente de terciarizaci¨®n, siguiendo las pautas de los sistemas econ¨®micos desarrollados, mediante la expansi¨®n de las actividades terciarias y la disminuci¨®n de la importancia relativa de los sectores primario y secundario. Esta concentraci¨®n de recursos en torno a los sectores de mayor valor a?adido ha supuesto que en los ¨²ltimos seis ejercicios la presencia de las actividades primarias en la vida econ¨®mica gallega haya perdido tres puntos porcentuales sobre el total del valor a?adido bruto (VAB) regional. A¨²n as¨ª, la estructura productiva de esta comunidad aut¨®noma se identifica por ser m¨¢s dependiente de actividades primarias de car¨¢cter tradicional que la media espa?ola. Los ¨²ltimos datos oficiales disponibles de la contabilidad regional del INE estiman el sector primario gallego, que incluye las actividades de agricultura, ganader¨ªa y la pesca, en el 6,2% del valor de la producci¨®n total, cifra que pr¨¢cticamente duplica el valor medio nacional, situado en el 3,6%.

Por su parte, las actividades industriales, con un peso similar al de la econom¨ªa espa?ola, han realizado un importante esfuerzo de salida a los mercados internacionales y de modernizaci¨®n de sus equipamientos. Dentro de la industria, el tejido empresarial gallego presenta un alto grado de especializaci¨®n en la fabricaci¨®n de material de transporte, alimentaci¨®n (estrechamente vinculada al sector agrario regional) y productos de la metalurgia.

El sector que m¨¢s dinamismo ha generado en la econom¨ªa gallega en los ¨²ltimos a?os ha sido la construcci¨®n, que representa un 10,2% del producto, frente al 9,1% nacional. Por ¨²ltimo, destacar que Galicia ha consolidado a las ramas de los servicios como las principales en t¨¦rminos de valor a?adido y empleo. En concreto, el sector terciario representa el 66,0% del VAB total, cifras todav¨ªa inferiores al 70,3% de Espa?a. Destacan las actividades de comercio y reparaci¨®n en contraste con la hosteler¨ªa, que sigue estando infradimensionada en la estructura productiva de la econom¨ªa gallega.

Dentro de la estructura econ¨®mica de Galicia se presume necesario realizar una menci¨®n especial al sector pesquero, puesto que constituye una de las ¨¢reas de la econom¨ªa productiva que goza de una ventaja competitiva, con una imagen de marca que eleva al pescado y al marisco de esta regi¨®n como productos de una excelente calidad. La pesca gener¨® un valor a?adido bruto de 614,3 millones de euros en 1999 (¨²ltimo dato disponible), lo que representa el 2,2% del valor total a?adido de la producci¨®n de Galicia, muy por encima del 0,3% con que contribuye a escala nacional.

A las caracter¨ªsticas propias de la pesca en la estructura econ¨®mica gallega hay que a?adir su contribuci¨®n al dinamismo exportador de esta regi¨®n. Los productos de la pesca (pescados y mariscos frescos y congelados) constituyen la tercera mercanc¨ªa m¨¢s exportada de su econom¨ªa, despu¨¦s de los veh¨ªculos de transporte y sus componentes, alcanzando un 7,8% del total. Su valor en el mercado exterior super¨® levemente los 715,0 miles de euros en 2001, y hasta agosto del presente a?o se eleva a 462,7 miles de euros, en un contexto de notable fortaleza que se concreta en tasas de crecimiento superiores al 10% en media de los ¨²ltimos cuatro ejercicios.

Empleo amenazado

En t¨¦rminos de empleo directo, los registros actuales (hasta septiembre del presente a?o) referidos a la afiliaci¨®n a la Seguridad Social sit¨²an el n¨²mero de ocupados en las actividades pesqueras en 27.529 personas, un 3,1% del total de los trabajadores afiliados. Los datos de la Xunta de Galicia se?alan que el n¨²mero de tripulantes de la flota gallega (compuesta por 8.740 embarcaciones) alcanzan 41.300 personas, de las cuales un 67,3% trabajan en la flota artesanal.

A los empleos directos hay que sumarle los indirectos que, seg¨²n informaci¨®n de la Xunta de Galicia, pueden aproximarse a 100.000 entre los trabajadores dedicados a la comercializaci¨®n, industria conservera y dem¨¢s industrias y servicios relacionados.

Los datos anteriores reflejan la importancia de la pesca en la comunidad aut¨®noma, pero es necesario introducir, adem¨¢s, la variable territorial por cuanto los efectos de la marea negra no afectan por igual al conjunto de las provincias gallegas, sino que se concentran en los municipios del litoral atl¨¢ntico y cant¨¢brico. La actividad econ¨®mica y el empleo vinculado directa e indirectamente al mar en las r¨ªas altas y bajas superan, en mucho, al reflejo de la pesca y el turismo a escala regional y determina que los efectos sobre la estructura econ¨®mica de estas zonas sean mucho m¨¢s profundos de lo que las estad¨ªsticas globales dejan ver.

La crisis que ha provocado el vertido del Prestige ocurre cuando Galicia tiene como uno de sus principales retos seguir avanzando en elementos clave que proporcionen unos mayores niveles de bienestar de su poblaci¨®n, dado que esta comunidad aut¨®noma todav¨ªa presenta un retraso relativo significativo respecto a la media espa?ola. La convergencia real de la econom¨ªa gallega, entendida como la aproximaci¨®n de su nivel de renta per c¨¢pita hacia los niveles prevalecientes en Espa?a, ha permanecido pr¨¢cticamente estable desde 1995, situ¨¢ndose en 2001 en el 79,05% respecto a la media nacional (¨ªndice Espa?a=100).

Este retraso en t¨¦rminos relativos viene explicado porque la actividad del entramado productivo regional ha presentado un crecimiento real por debajo de los valores medios nacionales en el periodo comprendido entre 1995 y 2001, con una tasa acumulativa media del 2,8%, frente al 3,6% de la econom¨ªa nacional. Por ello, la marea negra supone un obst¨¢culo adicional y de gran calado en el acercamiento con Espa?a, ya que nadie pone en duda que en 2002 y 2003 se va a ampliar la brecha de crecimiento con su principal referente.

La contenci¨®n de un impacto econ¨®mico tan concentrado especialmente depender¨¢ en gran medida de la capacidad de reacci¨®n de las administraciones p¨²blicas y de los agentes privados para emprender acciones que reduzcan los efectos de la crisis y favorezcan una diversificaci¨®n econ¨®mica m¨¢s necesaria ahora que nunca. Tras los ¨²ltimos a?os de consolidaci¨®n fiscal, existe margen de maniobra para que se destinen recursos p¨²blicos que palien los efectos de la crisis. La clave est¨¢ en que todos sigamos apostando por Galicia.

*Analistas Financieros Internacionales