La nueva etapa de Hontza
El centro de cobijo nocturno para drogodependientes de Bilbao estrena local confiando en tener paz social
Hasta catorce drogodependientes sin techo podr¨¢n estrenar ma?ana por la noche el nuevo local de Hontza (b¨²ho). El centro de cobijo nocturno que gestiona C¨¢ritas en Bilbao empieza su nueva etapa en la parte trasera de la c¨¦ntrica iglesia de San Ant¨®n; en un local que antes fue sacrist¨ªa y capilla.
El nuevo local tiene 170 metros cuadrados repartidos en dos pisos. Al principio s¨®lo albergar¨¢ a 14 toxic¨®manos que deber¨¢n permanecer toda la noche. Les atender¨¢n una enfermera y dos educadores sociales.
Los atendidos ser¨¢n una m¨ªnima parte de los necesitados, seg¨²n muestra el balance de Hontza. Desde que inici¨® su andadura, el centro ha atendido a 239 usuarios. Hasta 22 cab¨ªan a un tiempo en el local anterior. El nuevo s¨®lo tiene 14 plazas de pernocta, pero C¨¢ritas quiere retomar m¨¢s adelante, y una vez confirmada la buena marcha del nuevo Hontza, su plan original: que los usuarios no est¨¦n obligados a quedarse a dormir y puedan limitarse a utilizar el resto de los servicios. En otras palabras, que puedan pasar por la enfermer¨ªa, tomarse un tentempi¨¦, lavarse la ropa, pegarse una ducha o descansar un rato y regresar a la calle. Esta f¨®rmula permitir¨ªa a colectivos como las prostitutas, que trabajan b¨¢sicamente por la noche, acceder a la atenci¨®n b¨¢sica socio-sanitaria.
El objetivo de este servicio nocturno no ha cambiado: dignificar en la medida de lo posible la vida de unas personas, los toxic¨®manos sin techo, que en su mayor¨ªa viven en la indigencia, seg¨²n un estudio de Drogodependencias. Y al mismo tiempo reducir los riesgos para su propia salud y la del resto de la poblaci¨®n. Hontza ha recogido desde su apertura 14.522 jeringuillas usadas y entregado 17.262 nuevas; ha hecho 125 derivaciones a la red sanitaria, 2.482 curas, 3.003 lavadoras y 2.543 duchas.
Sus promotores (C¨¢ritas, la direcci¨®n de Drogodependencias del Gobierno vasco y la concejal¨ªa bilba¨ªna de Bienestar Social) conf¨ªan en haber cerrado con el traslado la dura etapa vivida en el barrio de Zamakola. Las concentraciones diarias de vecinos opuestos al centro, salpicadas a menudo de violencia verbal e incluso f¨ªsica, han supuesto una presi¨®n intens¨ªsima para los usuarios, los voluntarios que les escoltaban y los trabajadores del centro. Hontza requiri¨® all¨ª protecci¨®n policial cada noche durante casi 13 meses.
La diferencia esencial entre una y otra etapa es la existencia de una comisi¨®n de seguimiento que ha dado un voto de confianza al nuevo centro. El foro se cre¨® hace diez d¨ªas e incluye a representantes de todos los partidos, de cada asociaci¨®n vecinal del distrito, de los comerciantes del Casco Viejo y del mercado de la Ribera, de C¨¢ritas y de Drogodependencias. Podr¨¢n acudir, a petici¨®n de la comisi¨®n, sendos representantes de la polic¨ªa municipal, de la concejal¨ªa de Bienestar Social y de la Comisi¨®n Anti-sida. La supervisi¨®n que ejercer¨¢ esta comisi¨®n pretende garantizar la paz social en torno al centro.
El concejal de Bienestar Social, Eusebio Melero, no descarta promover la creaci¨®n de otros hontzas. El servicio de C¨¢ritas es pr¨¢cticamente el ¨²nico nocturno. Los diurnos son numerosos y est¨¢n repartidos por toda la ciudad, explic¨® Melero.
La directora de Drogodependencias, Gemma Calvet, considera que "un centro aislado no tiene ning¨²n sentido". Se?al¨® Calvet que su ¨¢rea trabaja en cordinaci¨®n con el Ayuntamiento de Bilbao y la Diputaci¨®n para evaluar las necesidades y planificar los recursos necesarios.
El foro ciudadano Por Una Ciudad M¨¢s Abierta (integrado por asociaciones vecinales de Irala, Santutxu y el Casco Viejo y ONG que operan en el ¨¢mbito social) reclam¨® el viernes a las instituciones que trabajen en sensibilizar a la poblaci¨®n sobre los beneficios sociales de los centros de acogida para drogodependientes. El foro reclam¨® la apertura de m¨¢s hontzas, de otros centros, descentralizados y p¨²blicos, donde los toxic¨®manos puedan consumir drogas e incluso de locales donde se trate con hero¨ªna a quienes hayan fracasado en programas libres de drogas.
C¨¢ritas abri¨® Hontza tras el cierre de los muelles de La Naja, que se hab¨ªan convertido en el hogar de multitud de toxic¨®manos. Ma?ana, pasado,... a diario, 14 de ellos podr¨¢n dormir en el nuevo Hontza, pero nadie oculta que a¨²n quedar¨¢ quien tenga que buscarse un cajero autom¨¢tico o cualquier recodo resguardado.
Enmendar errores
La primera etapa de Hontza dur¨® 15 d¨ªas de julio de 2001. Concluy¨® abruptamente cuando vecinos de Zamakola, donde estuvo hasta la semana pasada, iniciaron unas agresivas protestas. Nadie les hab¨ªa advertido de que su barrio iba a albergar un servicio de atenci¨®n socio-sanitaria b¨¢sica a toxic¨®manos. La segunda etapa empez¨® el 10 de diciembre de 2001, con la reaperura pese al fracaso de las negociaciones con el vecindario para que pusiera fin a sus movilizaciones, y acab¨® el pasado s¨¢bado 14 de diciembre. Ni las visitas guiadas al centro, ni un buzoneo tard¨ªo de informaci¨®n, ni el compromiso de C¨¢ritas y el Ayuntamiento de Bilbao de llevar Hontza a San Ant¨®n para el uno de enero de 2003 lograron vencer la oposici¨®n en Zamakola.
Ahora las cosas se han hecho de otra manera. El director de C¨¢ritas en Vizcaya, Fernando Huarte, inici¨® antes de verano una ronda de reuniones para explicar el proyecto a asociaciones sociales y de padres del ¨¢rea que acoge el nuevo Hontza, donde confluyen el Casco Viejo, Bilbao La Vieja y Atxuri. El Ayuntamiento se encarg¨® de hablar con los comerciantes. La tercera etapa, la que empezar¨¢ ma?ana por la noche, cuenta con el consenso de una amplia representaci¨®n social.
Esta semana se ha buzoneado en la zona una hoja informativa con los datos b¨¢sicos sobre Hontza. Estos incluyen los relativos a la financiaci¨®n. Las obras del nuevo local y su funcionamiento suponen casi 640.000 euros. El Ayuntamiento ha puesto 90.000 euros; Drogodependencias, 60.000 euros, y la fundaci¨®n V¨ªctor Tapia y Dolores S¨¢inz (una pareja que leg¨® su fortuna para proyectos sociales), 120.000 euros.
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