Miquel Navarro confronta en Bilbao la reflexi¨®n de sus dibujos con la escultura
La exposici¨®n incluye obras cercanas a sus piezas p¨²blicas expuestas en el Pa¨ªs Vasco
El artista Miquel Navarro (Mislata, Valencia, 1945) cree que los dibujos son su obra m¨¢s ¨ªntima, una forma de expresi¨®n que le permite evitar los obst¨¢culos f¨ªsicos de la escultura. Una exposici¨®n en la galer¨ªa Col¨®n XVI (Col¨®n de Larreategui, 16), en Bilbao, confronta sus trabajos sobre papel con ocho esculturas, dos de ellas "cercanas" a las piezas que exhibe en el parque de Amezola, en Bilbao, y en la entrada al Artium, en Vitoria. "Sobre el papel el artista plasma su pensamiento", afirm¨® Navarro. "El dibujo es la reflexi¨®n del arte pl¨¢stico".
Navarro instal¨® en 1999 su primera obra p¨²blica en el Pa¨ªs Vasco. Casco urbano, de 12 metros de altura, construida en aluminio, est¨¢ desde entonces en el parque de Am¨¦zola. La escultura evoca la cabeza de un guerrero y est¨¢ coronada por unas figuras que representan dos f¨¢bricas. El pasado mes de abril Navarro coloc¨® en el acceso al museo Artium La mirada, que con sus 45 metros de altura se convirti¨® en la construcci¨®n m¨¢s alta de Vitoria.
La exposici¨®n de su obra que hasta el 29 de enero puede verse en Bilbao muestra ocho esculturas, entre las que destacan dos piezas claramente conectadas a las obras p¨²blicas que han acercado al artista valenciano al Pa¨ªs Vasco. As¨ª, Caja sobre techo (2001), una esbelta pieza de aluminio de cuatro metros de altura que recibe a los visitantes, recuerda a la escultura que preside los accesos al Artium. "Son obras cercanas. No son iguales pero comparten el mismo esp¨ªritu porque fueron hechas en la misma ¨¦poca", explic¨® Navarro.
'Casco' de zinc
La escultura Casco industrial I (1998), en cambio, est¨¢ emparentada con la pieza de Amezola. "Es de la misma serie de la obra que realice para el parque de Bilbao", a?adi¨® mientas acaricia la superficie de zinc de la obra.
La colecci¨®n de piezas expuestas se completa con seis acuarelas. Todas las obras son recientes, creadas entre 1998 y 2002. Navarro se mostr¨® orgulloso de reunir en la muestra una mayor¨ªa de obras in¨¦ditas, incluida una escultura de bronce reci¨¦n salida de su taller.
En la obra sobre papel el artista reconoce que encuentra un refugio c¨®modo para reflexionar y dejar fluir sus ideas. "Los dibujos son la obra m¨¢s ¨ªntima, en la que no hay que superar los obst¨¢culos f¨ªsicos que interpone la escultura. La exposici¨®n re¨²ne las dos grandes categor¨ªas de los dibujos de un escultor: "los que corresponden a las esculturas y los aut¨®nomos".
Entre los primeros se distingen las siluetas de sus ciudades y sus chimeneas y se reconocen los colores de los metales que Navarro maneja para la obras p¨²blicas. Las acuarelas "aut¨®nomas" juegan, en cambio, con la figura humana.
"La escultura es costos¨ªsima. Lo es el gasto econ¨®mico de los trabajos en el taller, el transporte y tambi¨¦n el esfuerzo f¨ªsico", se?al¨® el artista. "El pintor, en cambio, tiene m¨¢s libertad y un coste muy reducido". Por eso Navarro disfruta dibujando y manejando los colores de la acuarela. "Sobre el papel el artista plasma su pensamiento directamente. El dibujo es la reflexi¨®n del arte pl¨¢stico".
Aunque comenz¨® su carrera como pintor, tras estudiar en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos, en Valencia, desde 1972 Navarro ha volcado su carrera en la escultura. Las dificultades que reconoce no le van a llevar a abandonarla: "voy a seguir en todos los territorios, el dibujo, los montajes y la escultura". El artista anima al p¨²blico a descubrirlos en las galer¨ªas: "que entren con libertad y respondan si les gusta o no les gusta".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.