Turr¨®n al raso
Vecinos del aeropuerto de M¨¢laga exigen expropiaciones justas con una acampada
A los vecinos de cortijo Monte San Isidro -una zona de casas matas situada junto al aeropuerto de M¨¢laga- este a?o el turr¨®n les sabe amargo. Y adem¨¢s, se lo toman al raso. Desde el d¨ªa de Navidad, 135 familias hacen turnos para mantener una acampada indefinida en defensa de sus viviendas. Reclaman que la expropiaci¨®n de sus casas, publicada en el Bolet¨ªn Oficial del Estado (BOE) el pasado mes de septiembre, s¨®lo siga adelante si realmente es de utilidad p¨²blica y que, en ese caso, las indemnizaciones sean acordes a los precios del mercado.
A un paso del aeropuerto, la ampliaci¨®n de la terminal a¨¦rea les afecta de lleno. "No queremos que nos pase como a los vecinos de Barajas, porque si nos valoran las casas como a ellos, al precio que est¨¢ la vivienda, no vamos a tener ni para comprar la caseta de un perro", se quejaba Pedro Mu?oz. En la localidad madrile?a, Fomento fij¨® el metro cuadrado construido en 400 euros, cuando en la zona cuesta unos 2.300.
La protesta es modesta, como ellos: tres tiendas, unas mesas improvisadas, muchas bolsas con provisiones y una pancarta.
Ana Mar¨ªa Poveda naci¨® en esta zona de M¨¢laga y ahora, con 32 a?os y dos hijos, teme por su futuro. Cuenta que ha invertido m¨¢s de 90.000 euros en construirse una vivienda y que, lo mismo que el resto de los vecinos, quiere una casa igual a la que tiene o el dinero para comprarse otra por el estilo. El presidente de la asociaci¨®n vecinal, Antonio Gonz¨¢lez, recuerda que m¨¢s de la mitad de los afectados son pensionistas a los que no les conceder¨¢n ning¨²n pr¨¦stamo. Ana Mar¨ªa a?ade que ellos no tienen por qu¨¦ hipotecarse, despu¨¦s de una vida de esfuerzos para construirse un techo, porque el Estado valore a la baja sus propiedades.
En realidad, a¨²n no saben qu¨¦ expropiaciones fijar¨¢ Fomento. En septiembre, los vecinos se reunieron con representantes de Aeropuertos Nacionales (AENA). "De palabra nos dijeron que ¨ªbamos a salir bien parados. Pero nos puede pasar lo mismo que a los de Barajas. Por eso queremos llegar a un precio con el que estemos de acuerdo", explica Gonz¨¢lez. Con el precio de la vivienda por las nubes, los vecinos temen que las expropiaciones le provoquen un quebranto irreversible.
Pero adem¨¢s, los afectados desconf¨ªan del uso que AENA dar¨¢ a ese suelo, algo que tampoco saben. Los vecinos aceptan de mala gana tener que irse siempre que sea por razones de inter¨¦s general, pero no quieren ser pasto de "la especulaci¨®n pura y dura". Y es que ellos temen que al final los terrenos no sirvan para mejorar el tr¨¢fico aeroportuario, sino para que AENA ampl¨ªe los aparcamientos de veh¨ªculos de alquiler y aeronaves. Ayer EL PAIS trat¨®, sin ¨¦xito, de conocer el destino que el aeropuerto dar¨¢ al suelo.
Los afectados advierten que mantendr¨¢n la protesta hasta que consigan un acuerdo satisfactorio y que si hace falta tomar¨¢n medidas m¨¢s contundentes. Entre ellas, la de pasear su reivindicaci¨®n ante los miles de viajeros que cada d¨ªa pasan por el aeropuerto.
El mal precedente de Barajas
La acampada de M¨¢laga es un parche antes de que salga el grano. Los vecinos del cortijo Monte San Isidro a¨²n desconocen el precio fijado para las expropiaciones de sus viviendas anunciadas en septiembre. Pero ellos esgrimen el mal precedente de Barajas, donde el metro cuadrado sin construir fue fijado en 18 euros y el edificado en 420.
Seg¨²n los vecinos de la localidad madrile?a, esas cifras son "tres veces m¨¢s bajas" que las establecidas por sentencias recientes del Tribunal Superior de Justicia de la comunidad aut¨®noma para expropiaciones anteriores en el distrito de Barajas. As¨ª, frente a los 420 euros por metro construido fijado por el Estado, el coste oscila entre los 2.300 y los 2.700.
Igual que los habitantes de cortijo Monte San Isidro, los de Barajas, tambi¨¦n acusaban a AENA de "especular" con sus solares. El desalojo de las 100 familias afectadas en el distrito madrile?o estaba previsto para el 10 de diciembre, pero finalmente el Ministerio de Fomento aplaz¨® la operaci¨®n.
Ese antecedente ha caldeado a los vecinos, pero adem¨¢s llueve sobre mojado. A una decena de habitantes de la zona, el Estado ya le expropi¨® hace cinco a?os fincas colindantes con el r¨ªo Guadalhorce para que la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Sur acometiera el proyecto de encauzamiento de la desembocadura. Mar¨ªa P¨¦rez se queja de que su marido a¨²n no ha cobrado toda la indemnizaci¨®n dispuesta all¨¢ por 1998. "Entonces fue la finca y ahora la casa", se lamenta.
Los ni?os juegan alrededor de la acampada, ajenos a la incertidumbre que quita el sue?o a sus padres. Una vecina se arrima y plantea que si tienen que irse de sus viviendas porque es un bien para M¨¢laga y para el turismo, lo har¨¢n. "Pero no veo l¨®gico que nos dejen en la calle si es para que el aeropuerto explote nuestros terrenos con aparcamientos", acota.
Acaban de empezar la protesta y ya preparan el pr¨®ximo paso: octavillas en varios idiomas para repartir en el aeropuerto "as¨ª todo el mundo conocer¨¢ nuestra situaci¨®n".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.