Dem¨®crata y antifranquista
Con sorpresa y con serio disgusto he recibido la noticia de la muerte de ??igo Cavero, viejo amigo, con quien he tenido, en diferentes escenarios, muchas relaciones. Primero durante el franquismo en la oposici¨®n democr¨¢tica y en los organismos privados con vocaci¨®n europea. Resalto este aspecto porque no he visto en estas horas que se se?alase mucho. Fue Cavero un antifranquista activo y beligerante. Dentro de su ideolog¨ªa moderada fue un activista contra el dictador y el PP no anda sobrado de esos perfiles. Quiz¨¢s por eso no se se?ala habitualmente desde sus filas. Lo hago yo desde un talante socialista que coincidi¨® con ¨¦l muchas veces en aquellos duros a?os. Nunca se escondi¨® y nunca dej¨® de dar testimonio de su ideolog¨ªa y de su rechazo del dictador.
Ya en la democracia el encuentro con Cavero en el Parlamento fue muy grato. Su talante conciliador y dialogante facilitaba mucho las relaciones y hac¨ªa amable la acci¨®n pol¨ªtica, sin perjuicio de los distintos papeles que ambos desempe?¨¢bamos en la mayor¨ªa de UCD y en el PSOE. Adem¨¢s, sus responsabilidades ministeriales coincid¨ªan con las m¨ªas como portavoz en el Grupo Parlamentario Socialista. Junto a la pol¨ªtica parlamentaria general me ocupaba muy especialmente de los temas de desarrollo constitucional, de Justicia y de Educaci¨®n, y en ellos tuve repetidos contactos con el ministro de Justicia y con el ministro de Educaci¨®n. Esas situaciones siempre se resolv¨ªan en armon¨ªa y en buen ambiente. Aunque no lleg¨¢semos a un acuerdo, nunca el resultado produc¨ªa tensi¨®n ni incomunicaci¨®n.
Cavero valoraba y amaba al Derecho como un cauce para dirimir las discordias y para organizar la convivencia y amaba tambi¨¦n a la Universidad como la fuente del saber y del esp¨ªritu cient¨ªfico. Esos dos amores compartidos nos identificaban y ayudaban mucho a que nos comprendi¨¦ramos mejor. En la Universidad p¨²blica fue un buen profesor, siempre entusiasta y siempre dispuesto. Hizo compatible ese talante con su arraigo en una buena universidad privada, San Pablo-CEU, porque perteneci¨® a aquel grupo de la Asociaci¨®n Cat¨®lica de Propagandistas de Abelardo Algora, de Antonio Fern¨¢ndez Galiano y de Landelino Lavilla, entre otras excelentes personas. Nunca hubiera tratado a la Universidad p¨²blica con la falta de respeto con la que recientemente ha sido tratada.
Cuando fue nombrado presidente del Consejo de Estado, despu¨¦s de la victoria del Partido Popular, coincidi¨® con los ¨²ltimos meses de mi padre como consejero permanente, ya enfermo y progresivamente deteriorado. Junto con el resto de los consejeros le cuid¨®, le protegi¨® y le apoy¨® hasta su muerte, y lo mismo estuvo presente en la muerte de mi madre, en abril pasado. Aqu¨ª exceden las dimensiones pol¨ªticas y acad¨¦micas y entran tambi¨¦n las relaciones personales. Mis hermanos y yo le hemos agradecido muy sinceramente esas muestras personales de su bondad, que sin duda en ¨¦l ten¨ªa una ra¨ªz religiosa de la que nunca alarde¨®.
Fue un adversario pol¨ªtico que hac¨ªa la pol¨ªtica desde la amistad c¨ªvica, t¨¦rmino que acu?¨® Jacques Maritain, sobre quien hice mi tesis doctoral y que ¨¦l tanto admiraba. Fue tambi¨¦n un amigo que signific¨® una constataci¨®n que tengo muy asumida: amigos hay en todos los rincones ideol¨®gicos. La amistad no es un coto vedado a los adversarios pol¨ªticos. ??igo Cavero ha sido un ejemplo vivo de esa verdad. Ten¨ªa amigos a montones y muchos en el partido socialista. Yo me honraba en ser uno de ellos.
Gregorio Peces-Barba Mart¨ªnez es catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho y rector de la Universidad Carlos III.
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