2003 arranca con la amenaza del petr¨®leo
El crudo supera los 30 d¨®lares a ra¨ªz de la huelga venezolana y pone en jaque a la econom¨ªa mundial
La amenaza de una crisis econ¨®mica a cargo del oro negro es lo primero a lo que deber¨¢n enfrentarse los gobiernos de los pa¨ªses consumidores de crudo, como Espa?a, en 2003. El barril de petr¨®leo ya super¨® la barrera de los 30 d¨®lares y, ante la paralizaci¨®n de la industria petrolera venezolana y la perspectiva de una guerra contra Irak, la situaci¨®n es cr¨ªtica. El precio de 30,15 d¨®lares alcanzado por el barril brent en el mercado de Londres el viernes pasado es un d¨®lar m¨¢s alto del registrado tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 y el m¨¢ximo desde febrero del mismo a?o.
El coste actual del petr¨®leo deja bastante desfasadas las previsiones macroecon¨®micas para el pr¨®ximo a?o que cada miembro de la UE remitir¨¢ a Bruselas este martes y que han sido calculadas sobre la base de un barril a 25 d¨®lares. Si para la reuni¨®n del Ecofin (ministros de Econom¨ªa y Finanzas de la UE) del 21 de enero pr¨®ximo el panorama en el mercado del crudo no cambia, habr¨¢ que ir pensando en hacer la primera revisi¨®n a la baja del crecimiento del 2% previsto para los Quince para el a?o entrante. La inflaci¨®n, desde luego, deber¨¢ revisarse al alza.
El precio de la gasolina ya subi¨® en torno al 3% en la UE y a un m¨¢ximo de 19 meses en EE UU
Venezuela ha dejado de ser una fuente segura de suministro en caso de una guerra contra Irak
El abrupto encarecimiento del crudo de las ¨²ltimas semanas se debe fundamentalmente a la huelga que desde hace casi un mes ha paralizado el sector petrolero de Venezuela, el tercer mayor productor de crudo de la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP) y cuarto mayor proveedor de crudo de EE UU. Venezuela provee el 13% del crudo importado por EE UU y el 9% de las gasolinas. El consumo estadounidense diario de petr¨®leo es de unos 19 millones de barriles, de los que casi 12 millones se importan. Para darse una idea, la cantidad de hidrocarburos que se consumen en 20 d¨ªas en EE UU alcanza para un a?o en Espa?a.
El presidente de la estatal Petr¨®leos de Venezuela (PDVSA), Al¨ª Rodr¨ªguez, asegur¨® el viernes pasado que la producci¨®n y exportaciones de crudo del pa¨ªs suramericano se normalizar¨¢n "en breve". El mismo d¨ªa, el ministro de Energ¨ªa, Rafael Ram¨ªrez, inform¨® que las tres grandes refiner¨ªas del pa¨ªs estar¨ªan operativas en "los pr¨®ximos d¨ªas", despu¨¦s de un mes sin operaciones. Sin embargo, no hay certeza ni confianza por parte de los intermediarios del mercado de que las predicciones de ambos funcionarios chavistas se cumplan. Y a¨²n cuando fuese as¨ª, la reactivaci¨®n de la industria petrolera tardar¨ªa al menos un mes. La extracci¨®n de Venezuela, que en tiempos normales puede llegar a tres millones de barriles diarios, se ha paralizado en un 90% en el ¨²ltimo mes. La producci¨®n de derivados del crudo, como gasolinas, tambi¨¦n se desplom¨®.
Hasta el momento, lo ¨²nico cierto es que mientras el crudo no comience a salir de los puertos venezolanos con destino a las refiner¨ªas estadounidenses en Tejas o Luisiana, la tendencia al alza del precio del crudo no cambiar¨¢. La huelga ha inflado los precios de los combustibles en EE UU. La gasolina ha alcanzado su precio m¨¢ximo en 19 meses en el mercado estadounidense y, en la UE, se calcula que los carburantes han subido en torno a un 3% desde finales de noviembre mientras que fuentes del sector prev¨¦n mayores incrementos.
A pesar de que no puede hablarse a¨²n de una crisis, la situaci¨®n ya ha hecho reaccionar a m¨¢s de un pol¨ªtico en Washington. Algunos congresistas han solicitado el uso de las Reservas Estrat¨¦gicas de petr¨®leo del pa¨ªs (dotadas de unos 600 millones de barriles) para evitar el desabastecimiento o, al menos, frenar la escalada de precios. El uso de estas reservas es bastante improbable y m¨¢s si se tiene en cuenta que cuando el ex presidente Clinton se plante¨® echar mano de este recurso durante la crisis de 2000 fue duramente criticado por el que ahora vive en la Casa Blanca, George Bush.
La compensaci¨®n de una producci¨®n de tres millones de barriles diarios como la venezolana no es f¨¢cil. De entre los restantes miembros de la OPEP, s¨®lo Arabia Saud¨ª tiene la capacidad para hacerlo puesto que a¨²n cuando ya extrae casi ocho millones de barriles diarios puede llegar a 10. En las ¨²ltimas semanas, los saud¨ªes, junto a Canad¨¢, M¨¦xico y Nigeria han incrementado sus exportaciones a EE UU para evitar el desabastecimiento. Esta reacci¨®n de otros grandes exportadores puede compensar parcialmente la falta de crudo venezolano, pero no tranquiliza a un mercado cuyos temores e incertidumbre van m¨¢s all¨¢ de que est¨¢ sucediendo ahora en el pa¨ªs suramericano.
El desenlace de la huelga contra Hugo Ch¨¢vez es crucial para el mundo petrolero y no s¨®lo porque Venezuela es una potencia del sector sino tambi¨¦n (o incluso en mayor medida) porque el presidente ha sido el art¨ªfice de la pol¨ªtica de producci¨®n de la OPEP, con la que el cartel logr¨® elevar el precio del crudo de 10 a 30 d¨®lares y puso en jaque a las econom¨ªas industrializadas en 2000. Al¨ª Rodr¨ªguez, el hoy presidente de PDVSA y ex ministro de Energ¨ªa y secretario general de la OPEP, fue el hombre que acompa?¨® a Ch¨¢vez en esa cruzada para fortalecer la organizaci¨®n, que se decidi¨® junto a Arabia Saud¨ª y con la mediaci¨®n de M¨¦xico, en una reuni¨®n en la residencia del embajador mexicano en Madrid a finales de 1998. La salida de Ch¨¢vez debilitar¨ªa a¨²n m¨¢s la organizaci¨®n y ello provocar¨ªa una ca¨ªda del precio del crudo, como ya sucedi¨® durante el breve golpe de Estado de abril pasado que apart¨® del poder a Ch¨¢vez por 48 horas.
La crisis venezolana tambi¨¦n ha a?adido nerviosismo al mercado petrolero porque hasta hace un mes se cre¨ªa que en el caso de un ataque a Irak y la extensi¨®n del conflicto en Oriente Pr¨®ximo, el gran productor suramericano, el m¨¢s lejano de la zona petrolera, era una fuente de suministro segura para Occidente.
Despu¨¦s de que esta creencia se esfumara tras los ¨²ltimos acontecimientos, el temor a que una guerra contra el r¨¦gimen de Sadam Husein dispare los precios del crudo hasta los 40 d¨®lares se ha acrecentado. Ni Arabia Saud¨ª podr¨ªa compensar al mundo la falta de los cinco millones de barriles diarios que producen entre Irak y Venezuela si (en un caso extremo) hubiese una interrupci¨®n de la extracci¨®n en ambos pa¨ªses al mismo tiempo.
La OPEP tampoco da confianza al mercado ya que el cartel no es transparente en sus niveles de producci¨®n y su pol¨ªtica ha sido contradictoria a lo largo de 2002. Todos estos factores han convertido el crudo en una amenaza para la incipiente recuperaci¨®n de la econom¨ªa mundial que puede desatar una crisis peor que la vivida en 2000, de la que el Gobierno espa?ol tiene amargos recuerdos, como las manifestaciones de los agricultores en todo el pa¨ªs o los cortes de carretera y pasos fronterizos de los camioneros.
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