La clonaci¨®n es una etapa hacia la vida eterna, dice Rael
El fundador de la secta de los raelianos, Claude Vorilhon, cuenta las creencias y las ambiciosas metas de su grupo
Hace 29 a?os, el 13 de diciembre de 1973, un franc¨¦s, Claude Vorilhon, alias Rael, ex cantante y periodista deportivo y fundador del movimiento, asegur¨® haber visto, en las alturas volc¨¢nicas de Clermont-Ferrand, a un extraterrestre que le hab¨ªa revelado el secreto de la humanidad: los hombres fueron creados en laboratorio y exportados a la Tierra hace 25.000 a?os. Rael aseguraba que la Biblia recoge esa historia, pero una traducci¨®n err¨®nea ha hecho que la palabra "Elohim" ("los que vinieron del cielo", seg¨²n ¨¦l) se convirtiera en el t¨¦rmino m¨ªstico "Dios". Rael se propuso una doble misi¨®n: difundir los mensajes de los Elohim y recaudar fondos para la construcci¨®n de una embajada destinada a acogerles de aqu¨ª a 2035, a ser posible cerca de Jerusal¨¦n.
Rael asegura que el objetivo final es la creaci¨®n de un ser vivo totalmente artificial
El movimiento raeliano est¨¢ clasificado en Francia como una "secta peligrosa"
Clonaid es una entidad secreta; lo son tanto sus experimentos como sus recursos
El raelismo convierte la ciencia en religi¨®n. Se basa en el amor, la b¨²squeda del placer, la libertad total de pensamiento y sexual. Es rabiosamente individualista y ateo. Rael se denomina "el ¨²ltimo de los profetas" en la l¨ªnea de Jes¨²s -dice ser hermano a medias de ¨¦l, porque naci¨® de una madre terr¨ªcola y un extraterrestre- y muchos otros, a los que declara haber conocido en 1975, durante un viaje al planeta de los creadores. Durante ese segundo contacto, afirma que se vio a s¨ª mismo reproducido en un laboratorio: un proceso de clonaci¨®n acelerado.
En el raelismo, la clonaci¨®n es un elemento fundamental, la clave de la vida eterna. No es de extra?ar que el movimiento participe desde hace cinco a?os, al menos medi¨¢ticamente, en la carrera hacia la reproducci¨®n asexuada. El propio Rael defendi¨® en marzo de 2001 la clonaci¨®n humana ante una comisi¨®n del Congreso estadounidense.
"Somos ordenadores biol¨®gicos autoprogramables", explica el jefe espiritual, a sus 56 a?os, durante un encuentro a dos horas de Montreal, en un rinc¨®n de la Estrie nevada. El papa de los raelianos est¨¢ vestido de blanco, con un estilo intergal¨¢ctico y vanguardista y un gran medall¨®n sobre el pecho. La barba, recortada; la frente, despoblada; los cabellos, recogidos en un mo?o, como una antena en lo alto de la cabeza.
El movimiento afirma tener 55.000 miembros repartidos en 84 pa¨ªses, sobre todo en Jap¨®n, Francia y Canad¨¢. Cuenta con una base de simples "creyentes" y una estructura jerarquizada y secularizada (en la que entran, seg¨²n dicen, 2.000 miembros) de gu¨ªas-sacerdotes y obispos. Todos se re¨²nen en las fiestas o en las sesiones de "despertar", dedicadas a la "meditaci¨®n sensual".
Los dirigentes de esta iglesia en Francia se indignaron cuando, en 1996, la comisi¨®n parlamentaria creada a tal efecto la calific¨® de "secta". Al otro lado del Atl¨¢ntico prefieren hablar, sin estigmas, de "nuevo movimiento religioso", como hace la soci¨®loga angl¨®fona de Montreal Susan Palmer, que estudia a los raelianos desde hace 14 a?os.
Despu¨¦s de una violenta diatriba contra el sectarismo de los franceses, el gu¨ªa de los gu¨ªas explica: "La clonaci¨®n no es m¨¢s que una etapa, igual que la fecundaci¨®n in vitro fue una etapa. En su momento, trastoc¨® todas las ideas religiosas y ¨¦ticas. Hoy se considera pol¨ªticamente correcta".
Y contin¨²a: "La etapa siguiente es la clonaci¨®n mediante el crecimiento acelerado". Es decir, la capacidad de reproducir un cuerpo adulto y transferir "nuestra personalidad, nuestra memoria, esas informaciones que se acumulan en el cerebro en forma de impulsos electroqu¨ªmicos". Rael presiente que ¨¦se es el camino hacia la vida eterna. "Pero todav¨ªa no es la meta definitiva: la creaci¨®n de un ser vivo totalmente artificial, producto 100% de laboratorio. Eso llegar¨¢ enseguida".
Rael es un jefe carism¨¢tico especialmente creativo que reivindica la provocaci¨®n como forma de acci¨®n: "Estoy aqu¨ª para provocar; si no, habr¨¦ fallado". En Canad¨¢ se puede seguir su trayectoria salpicada de momentos espectaculares: en 1992 ordena distribuir preservativos delante de los centros escolares para los alumnos de 13 a 16 a?os; en 1993 organiza una conferencia sobre la masturbaci¨®n; este a?o, en oto?o, incit¨® a los j¨®venes cat¨®licos a apostatar y quemar cruces. La di¨®cesis de Quebec todav¨ªa no ha salido de su asombro. Jacques C?t¨¦, secretario personal del arzobispo: "?Qu¨¦ podemos hacer frente a unas personas que nos parecen bufones?".
El jefe de los raelianos tiene ideas tajantes. Defiende la mayor¨ªa de edad legal a los 15 a?os, la eutanasia, la eugenesia, aplaude los alimentos gen¨¦ticamente modificados y la multiplicaci¨®n de las minor¨ªas religiosas. "El hombre es un animal religioso", dijo en una ocasi¨®n. "Necesita creer y esperar, aunque sus creencias puedan parecer falsas o completamente irracionales".
Entre sus creaciones es posible que el programa Clonaid sea, con mucho, el m¨¢s resonante. En 1997, tras el nacimiento con ¨¦xito de la oveja cl¨®nica Dolly, encarg¨® a una cient¨ªfica francesa, Brigitte Boisselier, la tarea de experimentar con la clonaci¨®n humana. ?Era un farol? ?Un golpe comercial? ?Una realidad tecnol¨®gica? Clonaid siempre ha sido una entidad secreta, tanto respecto a la situaci¨®n de su laboratorio como a sus recursos humanos y financieros. Una clonaci¨®n podr¨ªa costar 200.000 d¨®lares. Los primeros no tendr¨ªan que pagar nada.
En un momento dado, un abogado norteamericano, de Charleston (Virginia), que ten¨ªa un hijo de 10 meses muerto a causa de un accidente quir¨²rgico y deseaba lograr una reproducci¨®n id¨¦ntica de ¨¦l, se ofreci¨® como socio con el dinero obtenido en la demanda contra el hospital. En 2001 se retir¨®. Entonces intervino directamente la FDA (Food and Drug Administration, el organismo estadounidense responsable de los alimentos y las medicinas) y le prohibi¨® a Boisselier que llevara a cabo sus investigaciones en territorio de Estados Unidos.
Brigitte Boisselier, de 46 a?os, est¨¢ presente en la entrevista junto a Rael. Esta gu¨ªa-obispo del movimiento es especialista en biolog¨ªa molecular, posee un doctorado franc¨¦s y otro norteamericano en qu¨ªmica anal¨ªtica, estudi¨® administraci¨®n de empresas en el Insead y luce el collar de plumas de la Orden de los ¨¢ngeles de Rael, un subgrupo en el que las mujeres hacen voto de "poner conscientemente al servicio de sus creadores y sus profetas su belleza interior y exterior".
Boisselier se incorpor¨® al raelismo en 1993 y fue despedida por Air Liquide, la empresa en la que hab¨ªa trabajado 12 a?os, cuando se enteraron de su integraci¨®n en el grupo y de que se hab¨ªa comprometido a realizar investigaciones sobre la clonaci¨®n humana. "?Vaya ejemplo de tolerancia!", dice.
As¨ª que emigr¨® "hacia una mayor apertura de esp¨ªritu". Su propia hija, Marina, de 22 a?os, dice que est¨¢ dispuesta -como otras 50 raelianas- a prestar su ¨²tero para la pr¨®xima tanda de inseminaci¨®n. ?Se siente moralmente comprometido Rael? "?En absoluto! Nuestra filosof¨ªa es la responsabilidad individual".
"El objetivo", contin¨²a el gu¨ªa de gu¨ªas, "es no depender de los Elohim, ser capaces de darnos la vida eterna por nosotros mismos. Estamos en un proceso de elohimizaci¨®n. Empezamos a visitar otros planetas, empezamos a clonar, pronto crearemos vida en otros planetas. Y los seres que creemos nos considerar¨¢n Dios. El proceso es infinito".
En Francia, en la comisi¨®n interministerial de vigilancia y lucha contra los desv¨ªos sectarios se califica al movimiento raeliano de "secta peligrosa", sobre todo porque a varios miembros de la estructura se les ha condenado por agresiones sexuales y corrupci¨®n de menores. Rael se rebela. Se trata de errores que han desembocado en la exclusi¨®n de los transgresores. Y habla de los casos de pedofilia en el seno de la Iglesia cat¨®lica.
"No veo ninguna prueba s¨®lida para decir que existe peligro", declara Mike Kropveld, director general de la asociaci¨®n canadiense Infosecte, una valiosa base de datos sobre centenares de movimientos. La soci¨®loga Susan Palmer destaca un rasgo perculiar del raelismo: que la gente puede adherirse, dejarlo y luego volver, sin que nadie se lo impida. Aunque los dos advierten cierto endurecimiento del discurso en los ¨²ltimos a?os.
En Internet (http://www.rael.org) existen varios sitios que estigmatizan al movimiento (www.membres.lycos.fr/tussier/rael; www.%20pros-n-cons.net/sciure; www.rael.fr). Critican ciertos aspectos de la filosof¨ªa, como la geniocracia, que pretende promover la inteligencia hasta el poder; la cruz gamada contenida inicialmente en la estrella de David para formar el s¨ªmbolo del movimiento ("la esv¨¢stica de los orientales", dice Rael, que cambi¨® el logotipo en 1990); y las cuestiones financieras.
A los raelianos se les invita a que coticen del 3% al 10 % de sus ingresos netos, a los que hay que a?adir el 1% directamente destinado a Rael ("para aquellos que me quieran ayudar"). Es posible tambi¨¦n que deje toda su herencia al movimiento ("con la excepci¨®n de la casa familiar"). No hay nada obligatorio, dicen, salvo una cotizaci¨®n m¨ªnima de varias decenas de euros. "Nosotros estamos a favor del dinero y en contra de la pobreza", dice Rael. "El lujo es un motor para el progreso de la humanidad".
Para explicar su apego a la clonaci¨®n, Rael vuelve a insistir: los ni?os nacidos artificialmente est¨¢n seguros de haber sido fruto del amor, "verdaderamente seguros de ser ni?os deseados". Hay que preguntarse sobre el pre-Rael, cuando todav¨ªa no era m¨¢s que Claude Vorilhon, un hijo ¨²nico criado por su t¨ªa y su abuela, que pasaba de una pensi¨®n cat¨®lica a otra, que todav¨ªa recuerda con emoci¨®n la casa de enfrente, perteneciente a un druida misterioso que, un d¨ªa, le impuso las manos sobre la frente en Ambert.
El supuesto medio hermano de Jes¨²s es un ni?o ileg¨ªtimo, fruto de una relaci¨®n ad¨²ltera entre un refugiado jud¨ªo casado -su padre ("amigo de mi madre, por fin", puesto que es hijo de un Eloha)- y una mujer llamada Marie. Su biograf¨ªa indica que fue concebido el d¨ªa de Navidad de 1945. ?Y su madre? "Desprende emoci¨®n en la voz y hace arabescos con la mu?eca: a veces se iba con su amigo de viaje (...) A m¨ª no me gustaba que no estuviese conmigo".
?Quiere Rael que le clonen en la Tierra? "Da igual. Los Elohim, desde all¨ª arriba, me han garantizado que me clonar¨¢n", asegura.
? Le Monde.
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