Guatemala, para¨ªso de la impunidad

Tres a?os despu¨¦s de haber llegado al poder con el respaldo de 1,2 millones de votos, un 25% del censo electoral en este pa¨ªs de 11 millones de habitantes, el Gobierno, presidido por Alfonso Portillo pero dirigido desde el Congreso por el ex dictador Efra¨ªn R¨ªos Montt, se encuentra acorralado por los casos de corrupci¨®n e impunidad. Guatemala se halla asimismo bajo la presi¨®n directa de Estados Unidos, la Uni¨®n Europea y Jap¨®n -principales clientes y donantes- para corregir el rumbo y con el riesgo de perder programas de ayuda y el trato preferencial en los mercados para los productos guatemaltecos.

Los esc¨¢ndalos de malos manejos aireados por la prensa guatemalteca superan ya los 3.000 millones de quetzales (unos 375 millones de d¨®lares), en un pa¨ªs donde un 80% de sus habitantes vive bajo la l¨ªnea de la pobreza y de ¨¦stos seis de cada 10, con menos de un euro al d¨ªa. Ni un solo funcionario, normalmente jerarcas del partido oficial o amigos, se encuentra en prisi¨®n.

La sordera de los gobernantes ante el clamor popular y la impotencia de los guatemaltecos para poner fin a esta situaci¨®n an¨®mala hart¨® a la comunidad internacional. Agotado el lenguaje diplom¨¢tico, Estados Unidos envi¨® mensajes m¨¢s fuertes, como la retirada del visado a funcionarios y militares de alto rango en situaci¨®n de retiro, pero que son quienes verdaderamente mandan en el pa¨ªs. Todos tienen, como factor com¨²n, su cercan¨ªa con el mandatario o su adhesi¨®n incondicional a R¨ªos Montt. El mensaje no cal¨® lo suficiente.

Contrabando y crimen

Ante ello, el Departamento de Estado norteamericano pas¨® a las acusaciones directas. En una de las audiencias del Senado, previas al nombramiento de John Hamilton como embajador en Guatemala, el entonces secretario de Estado adjunto para el hemisferio occidental, Otto Reich, puso el dedo en la llaga: "Las decisiones pol¨ªticas del Gobierno del presidente, Alfonso Portillo, est¨¢n directamente influidas por el contrabando y el crimen organizado", dijo.

Lejos de poner atenci¨®n a un se?alamiento tan directo, el riosmonttismo reaccion¨® de acuerdo a su forma de operar desde que lleg¨® al poder. Organiz¨® un sainete para desviar la atenci¨®n y lleg¨® a llamar a consultas al entonces embajador en Washington, en un intento vano por aminorar la presi¨®n, con el objetivo de que las cosas siguieran igual.

Pero la paciencia norteamericana se ha colmado y, en el marco de su guerra contra el terrorismo, no est¨¢ dispuesto a tolerar des¨®rdenes en su patio trasero. Para exigir acciones concretas contra el narcotr¨¢fico, el contrabando de personas y el uso inadecuado de recursos p¨²blicos, envi¨® a Dan Fisk, alto cargo del Departamento de Estado, quien tuvo que sufrir un desplante del presidente Portillo y ser atendido por el vicepresidente, Francisco Reyes. Seg¨²n la prensa local, el disgusto del enviado de Washington lleg¨® al extremo de perder la compostura y en una reuni¨®n con los embajadores europeos, pedir la mayor dureza en contra de la troika Portillo-R¨ªos-Reyes.

En cualquier caso, varios embajadores europeos han se?alado la necesidad de que el Gobierno guatemalteco pase de las palabras a los hechos y empiece a demostrar su voluntad de poner fin a la impunidad. La misma Misi¨®n de Naciones Unidas para Guatemala ha reiterado su preocupaci¨®n por la falta de castigo al crimen y el estado de indefensi¨®n que afecta a los operadores de justicia, v¨ªctimas de amenazas, cuando no de atentados en contra de su vida o la integridad f¨ªsica de sus familiares.

Los militares, que desde la sombra siguen mandando en Guatemala, no est¨¢n al margen de los casos de corrupci¨®n y han creado un poder paralelo que les permite, am¨¦n de utilizar toda la estructura del Estado para sus negocios, asegurarse la impunidad.

En un informe especial publicado a mediados de noviembre, el matutino local El Peri¨®dico, desvel¨® c¨®mo un grupo de uniformados ha creado un poder paralelo, que se inici¨® en 1970 en el marco de la guerra civil que a lo largo de 36 a?os (1960-1996) ensangrent¨® el suelo guatemalteco. La organizaci¨®n naci¨® al amparo del Ministerio de Hacienda, te¨®ricamente para controlar el tr¨¢fico de armas destinado a la guerrilla.