El ataque de los ritmos rotos
Valencia es el referente espa?ol de 'drum'n bass', la m¨²sica de baile m¨¢s caracter¨ªstica de Inglaterra
Londres es un crisol sonoro donde todo tiene cabida, y es la actual capital del imperio de la m¨²sica de baile. Las tendencias se gestan y se expulsan al mundo desde sus discogr¨¢ficas independientes y sus clubes itinerantes. Aunque lo ¨²ltimo que arrasa all¨ª es una tendencia que se llama tech-house (un potaje sonoro que mezcla tecno fr¨ªo con cadencias funk), Londres forma parte inevitable del mapa creativo de la m¨²sica electr¨®nica por el drum'n bass. Un sonido genuino. Agotador. Duro y dulce a la vez. Brutal y suave. Barriobajero y erudito. Macarra y elitista. Algo ¨²nico.
Normalmente, los dis-jockeys ingleses husmean en ritmos electr¨®nicos de otras partes del planeta, los hacen suyos, los moldean a su estilo, y luego los exportan por doquier a trav¨¦s de sus propias corporaciones comerciales. Ahora bien, con el drum'n bass, los disc-jockeys no miraron hacia fuera, sino hacia dentro, hacia su propio pa¨ªs. Esta m¨²sica se cre¨® all¨ª, en las calles, por m¨²sicos o productores influidos por el hip-hop, el reggae, la mala vida, la poes¨ªa urbana, el rollo pandillero, y la electr¨®nica m¨¢s acelerada. Ritmos rotos -el efecto que se persigue es cortar un ritmo de cuajo y enlazarlo con otro a trav¨¦s de una cadencia de bajo y bater¨ªa- que pueden venir acompa?ados de las rimas de un/una cantante. El drum'n bass ha resistido la comercializaci¨®n de las productoras brit¨¢nicas de m¨²sica tecno, quiz¨¢s gracias a sus conexiones con el esp¨ªritu callejero.
En los suburbios, en los sitios donde la vida se sobrevive, no se vive, el drum'n bass naci¨®, creci¨® y se hizo mayor a lo largo de los a?os noventa. No obstante, hace ya tiempo que se ha convertido en un fen¨®meno social ingl¨¦s, y la mayor¨ªa de discotecas disponen de una sala dedicada a este sonido. Aparte, el drum'n bass ya puede presumir de tener sus propias derivaciones estil¨ªsticas, ritmos que son sus hijos bastardos. Como el neurofunk (lo m¨¢s duro), el liquid funk (el m¨¢s bailongo), el two step (recuerda al blues, pero con ritmos rotos) o el UK Garage (el m¨¢s elegante y r¨¢pido).
En muchos sitios del mundo se programa drum'n bass en los clubes. En Espa?a, en cambio, esto es raro. La ciudad mejor conectada con la ¨²ltima moda de la electr¨®nica, Barcelona, se ha resistido a este estilo, quiz¨¢s porque es poco fashion. En Madrid, la m¨²sica de baile de vanguardia no es protagonista de casi nada. Pero en Valencia, de manera ins¨®lita, el drum'n bass lleva camino de cortar el bacalao. O mejor dicho, el bakalao. Porque, si algo ha quedado de la vieja ruta del bakalao valenciana es la comuni¨®n que se daba entre la clientela de las discotecas que la formaba. Ahora, en las fiestas de drum'n bass que se organizan en la ciudad, esa sensaci¨®n parece volver, s¨®lo que relacionada con un sonido m¨¢s interesante. Y lo est¨¢ haciendo de manera que ha puesto a Valencia en el mapa global del drum'n bass, convirti¨¦ndola en un santuario para los aficionados del resto del estado, que lo tienen muy dif¨ªcil para acudir a sesiones de disc-jockeys de esta tendencia. No deja de ser alucinante, sobre todo en una ciudad que fue una de las que m¨¢s tarde se subi¨® al carro del tecno y sus afluentes. Como otros estilos electr¨®nicos de origen subterr¨¢neo, ¨¦ste se ha desarrollado en Valencia a trav¨¦s de colectivos. Concretamente, de la productora '.Beat'.
Todo lo relacionado con el drum'n bass ha sido tan bien recibido por el p¨²blico, que '.Beat' ha decidido crear una facci¨®n interna dedicada espec¨ªficamente a promover este sonido. La facci¨®n se llama Gorila Club. Su responsable, Luis Cadenas, cree que el motivo del peculiar triunfo del drum'n bass en Valencia se debe, precisamente, al alejamiento de las modas electr¨®nicas que la ciudad vivi¨® hasta hace poco. "En Barcelona, esta m¨²sica fue puntera mientras fue algo esnob. En cuanto dej¨® de ser lo ¨²ltimo de lo ¨²ltimo, no cuaj¨®. All¨ª y en Madrid hay inter¨¦s por este sonido, pero falta una escena con vitalidad", opina. "En Valencia, la tenemos gracias a disc-jockeys pioneros como Chola", apunta. Chola o Gabb son disc-jockeys que, desde Valencia, ejercen de puntales para Espa?a. Pero en la ciudad, hay mucho m¨¢s: la web wwwdjpay.net informa de todas las fiestas de este circuito. La revista A little beat alecciona sobre este sonido. La tienda de discos Emot es la ¨²nica espa?ola especializada en drum'n bass. Gorila Club prepara una fiesta de Nochevieja tem¨¢tica en la sala Platinum.
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