Reflexiones agn¨®sticas sobre las elecciones sindicales en la ense?anza
- Reflexi¨®n hist¨®rica
Primera pregunta: ?Fue beneficioso para el pa¨ªs y para los mismos socialistas -los de base, no los detentadores de cargos y prebendas- que el PSOE perdiera las elecciones de 1996?.
Segunda pregunta: ?Qu¨¦ era objetivamente progresista votar aquel a?o: PSOE o PP?
Como ven, si han contestado que "S¨ª" a la primera pregunta, los caminos de la divina providencia -Carrillo dixit- son inescrutables. La verdad es que, hoy en d¨ªa, aquella vieja creencia marxistaleninista de que la historia es un proceso lineal e ininterrumpido hacia el progreso -un concepto inventado por los ilustrados del XVIII- las claves del cual las tiene una minor¨ªa selecta -y, en definitiva, un clarividente l¨ªder, ya sea Mao, ya sea Stalin- que gobierna el partido que ha de dirigir la clase obrera a la sociedad sin clases, ya no la mantiene casi nadie. Incluso ese mismo concepto ilustrado de progreso es cuestionado por los historiadores actuales.
"Con el resultado UGT, CCOO y STEPV ya no pueden decir que hablan en nombre de todos"
De acuerdo con esta creencia, que despu¨¦s de la quiebra del comunismo sovi¨¦tico entr¨® en profunda crisis, los estalinistas convirtieron la evoluci¨®n hist¨®rica pasada, presente y futura de la humanidad en una maniquea pel¨ªcula de buenos y malos, de progresistas y reaccionarios; sinti¨¦ndose, adem¨¢s, plenamente justificados para repartir etiquetas y descalificaciones a troche y moche, de acuerdo con un catecismo (?recuerdan Marta Harneker?) tan dogm¨¢tico como el del padre Ripalda.
- Reflexi¨®n sobre la educaci¨®n
La LOGSE fue un intento de un sector progresista, no dudamos que bienintencionado, para proporcionar una buena educaci¨®n a la poblaci¨®n en general. La pregunta es: ?creen que realmente lo ha conseguido?. ?No est¨¢ el infierno empedrado de buenas intenciones?
Desgraciadamente los partidarios de la LOGSE no se han privado jam¨¢s, dentro de una concepci¨®n maniquea, de ra¨ªz estalinista, de repartir etiquetas y descalificaciones a los cr¨ªticos -de cualquier clase-, de esta ley. Como si fueran los depositarios de la verdad hist¨®rica -ellos s¨ª que saben lo que le conviene al pueblo, los otros s¨®lo pretendemos mantener a ¨¦ste en las tinieblas de la ignorancia y la exclusi¨®n social-, estos supremos sacerdotes del constructivismo y la comprensividad, se han lanzado ahora a descalificar todas, absolutamente todas las propuestas de la Ley de Calidad presentada por el PP y, de paso, ahogar a gritos las posiciones m¨¢s sensatas y equilibradas que quieren poner un gramo de serenidad en este gallinero.
Ni toda la LOGSE del PSOE es mala ni toda la LCE del PP lo es. Lo que necesita la ense?anza es di¨¢logo, tranquilidad y realismo. Lo que encontramos por los dos lados es intransigencia y descalificaciones mutuas. No es ¨¦ste el mejor camino para estructurar el sistema educativo.
- Reflexi¨®n sobre las elecciones sindicales
Los sindicatos mayoritarios y progresistas del sector convocaron hace poco una huelga general de la ense?anza contra la Ley de Calidad. Evidentemente paralizaron la educaci¨®n en toda Espa?a -gran parte de los alumnos, con tal de hacer novillos, pueden hacer huelga para protestar, incluso, contra la Ley de la Gravedad- pero los porcentajes de seguimiento entre el profesorado de Secundaria parece que estuvieron alrededor de un 20%.
Aquel d¨ªa, muchos ense?antes votamos, de hecho, contra las actitudes intransigentes y fundamentalistas de estos sindicatos que se creen en posesi¨®n de la verdad -sin m¨¢s autoridad para eso que la que ellos mismos se otorgan, de acuerdo con su particular interpretaci¨®n de la compleja realidad social-. Despu¨¦s de ese resultado, UGT, CC OO y STEPV ya no pueden decir que hablan, por lo menos en este sentido, en nombre de todos nosotros.
Eso mismo es lo que hay que hacerles ver en las pr¨®ximas elecciones sindicales. Necesitamos que, como al PSOE en 1996, alguien les diga que no pueden continuar por ese camino (porque, en definitiva, necesitamos estos sindicatos, pero depurados de elementos y tics estalinistas). A ellos, a todos esos bur¨®cratas sindicales, a esos toreros de sal¨®n, muchos de los cuales a¨²n no han tenido el placer de dar clase en la ESO, a aquellos que no pueden permitirse el lujo de que la realidad los estropee una buena teor¨ªa. A todos ellos hay que enviarles un aviso. La magnitud y la claridad del cual est¨¢ en nuestras manos. ?Creen que ser¨¢ suficiente con la abstenci¨®n?
Joaquim Escrig es investigador y catedr¨¢tico de Geograf¨ªa e Historia en ense?anza secundaria.
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