Los 'aventis' de Juan Mars¨¦
No estoy muy seguro de que pueda aplicarse a ese gran novelista que es Juan Mars¨¦ (Barcelona, 1933) -el m¨¢s s¨®lido de todos con los que contamos- impunemente el calificativo de cuentista, contando adem¨¢s con las vaguedades e imprecisiones que estas distinciones entre g¨¦neros comportan siempre. A Mars¨¦ le van mejor las distancias largas que las cortas, no se ha dedicado nunca con asiduidad al cultivo del cuento y donde ha brillado m¨¢s ha sido en sus 10 novelas largas, entre ellas una que podr¨ªa ser considerada corta, Ronda del Guinard¨® (1984), no incluida en este volumen desde luego, ya que su extensi¨®n triplica las de cada una de las otras tres cortas s¨ª incluidas aqu¨ª como si fueran cuentos propiamente dichos: Historia de detectives, El fantasma del cine Roxy (1985) y Teniente Bravo, que se publicaron juntas bajo este ¨²ltimo t¨ªtulo en 1987, junto con otra, Noches de Boccaccio, que fue eliminada del conjunto en ediciones posteriores, y que en esta recopilaci¨®n final pasa a formar parte del caj¨®n de sastre de los "cuentos dispersos".
CUENTOS COMPLETOS
Juan Mars¨¦ Edici¨®n de Enrique Turpin Espasa. Madrid, 2002 500 p¨¢ginas. 7 euros
De todas formas, la lectura de este voluminoso tomo -que cuenta con una excelente, minuciosa y hasta prolija introducci¨®n de Enrique Turpin de un centenar y medio de p¨¢ginas, a las que se a?ade una detallada bibliograf¨ªa, m¨¢s un ap¨¦ndice documental de trabajo did¨¢ctico de otras cincuenta- aclara, precisa y enmarca muy bien todos los aspectos de la obra narrativa -larga, media y corta- del mejor novelista espa?ol de nuestro tiempo. Calificativo que nadie que haya le¨ªdo sus novelas grandes, y sobre todo esas tres obras maestras que son ?ltimas tardes con Teresa (1966), Si te dicen que ca¨ª (1973, edici¨®n definitiva, 1988) y Rabos de lagartija (2000) podr¨¢ regatearle jam¨¢s.
Mars¨¦ es un escritor autodidacta, procedente de la clase trabajadora, que posee primero un mundo propio, basado en la recreaci¨®n del de su infancia y juventud, de sus a?os de formaci¨®n a trav¨¦s de la picaresca social en determinados barrios humildes de Barcelona, marcados por la humillaci¨®n de los vencidos en la guerra civil, por la dial¨¦ctica entre vencedores y vencidos, y formado en el cultivo de la ¨²nica diversi¨®n que entonces ten¨ªan a mano los ni?os -y los j¨®venes despu¨¦s- de aquellos miserables tiempos, el mundo del cine (aunque fuese del mal cine espa?ol o americano de la ¨¦poca), de las lecturas de tebeos y novelitas populares, de la realidad de un sexo reprimido y una miseria desbordada, donde las clases, las lenguas, las razas, los exilios, la violencia -a veces policial, criminal y siempre pol¨ªtica-, de todo lo cual el joven escritor levant¨® el vuelo a trav¨¦s de la literatura y el cine, y recurriendo a la terrestre poes¨ªa de la imaginaci¨®n y la fantas¨ªa, donde la vida se desgranaba en una sucesi¨®n de aventis (fant¨¢stico neologismo para decir "aventuras") tiernas, terribles, amenazadas, miserables y al final grandiosas, que recrean un poderos¨ªsimo mundo apoyado en la poes¨ªa (Gil de Biedma) y la potencia b¨ªblica de todo un Faulkner, el que nos dijo aquello de que "la naturaleza humana prevalecer¨¢", no lo olviden.
Cuentos propiamente dichos no hay muchos, un riachuelo arrastrado por el torrente exeg¨¦tico de Turpin, que nos lo cuenta todo. S¨®lo cinco cuentos iniciales e inexpertos de tono existencial y autobiogr¨¢fico -aunque el tercero ya fue Premio S¨¦samo en 1959 con Nada para morir- y la broma pesada del Noches de Boccaccio, ya citado. En los otros cinco finales, el escritor demostr¨® que aprend¨ªa con rapidez, como para desgajar Parabellum de La muchacha de las bragas de oro, hacer cuentos de sus art¨ªculos con El jorobado de la Sagrada Familia, o arriesgarse muy bien con el erotismo en La liga roja en el muslo moreno o a la metaliteratura en ?El escritor dele¨ªdo! El fantasma del cine Roxy nace de su amor al cine e Historia de detectives de Si te dicen que ca¨ª. Yo hubiera titulado este volumen como un Camino de perfecci¨®n y as¨ª habr¨ªa quedado todo m¨¢s claro. Que les aproveche.
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