Giro ¨¦tico en la filosof¨ªa

A lo largo del siglo XX, la ¨¦tica ha ido adquiriendo una mayor relevancia tanto en el ¨¢mbito m¨¢s restringido y especializado de la filosof¨ªa acad¨¦mica como fuera de ella. Incluso me atrevo a decir que lo que, en otros momentos, no fue m¨¢s que un ap¨¦ndice secundario en la obra de los distintos fil¨®sofos, hoy es el motivo b¨¢sico de la filosof¨ªa. Las razones que explican ese giro ¨¦tico del pensar filos¨®fico son muchas y distintas, y es imposible recorrerlas ahora, aunque sin duda una de ellas la constituye la creciente inquietud social ante problemas que nos fuerzan a buscar soluciones y a encontrar una justificaci¨®n aceptable para ellas. Cuanto mayor es nuestra libertad y mayores son las posibilidades de escoger que se nos ofrecen, m¨¢s necesitamos un agarradero desde el que dar respuestas razonadas y razonables. Dicho recurso, el ¨²nico que nos queda, no es otro que el de los derechos humanos, los valores ¨²ltimos, los principios fundamentales. Es decir, el recurso de la ¨¦tica.

El pensamiento ¨¦tico tiene una historia tan larga como la filosof¨ªa misma, si bien cada ¨¦poca expresa preocupaciones propias y las formula a su manera. Lo peculiar en el pensamiento moral del siglo XX es el intento de articular una teor¨ªa moral totalmente desprovista de sus anteriores fundamentos teol¨®gicos, naturales o incluso puramente racionales. Es dif¨ªcil sistematizar una ¨¦poca que, sobre todo, reacciona contra el pensar seguro de s¨ª mismo que culmina con la Ilustraci¨®n, y se diversifica en trayectorias muy divergentes: el an¨¢lisis del lenguaje, la fenomenolog¨ªa, el existencialismo, los marxismos, la posmodernidad. Ante esa dispersi¨®n, ofrecer una antolog¨ªa de textos b¨¢sicos, bien articulados en una introducci¨®n magistral, como hace Carlos G¨®mez, es un trabajo meritorio, esclarecedor y nada f¨¢cil. Ordena nuestro pasado ¨¦tico m¨¢s inmediato y presenta los rasgos m¨¢s sobresalientes de los que a¨²n siguen siendo los problemas b¨¢sicos de la filosof¨ªa moral, en un libro que puede ser una excelente herramienta tanto para el profesor como para el estudiante, para el especialista y el profano en la materia, pues si es cierto que algunos textos son m¨¢s duros que otros, todos ellos tratan de hab¨¦rselas con las preguntas m¨¢s universales del pensamiento moral: ?qu¨¦ debemos hacer?, ?d¨®nde hallar nuestras normas b¨¢sicas?, ?c¨®mo resolver los conflictos m¨¢s fundamentales?

Los dos ¨²ltimos textos de la antolog¨ªa responden al escueto ep¨ªgrafe: "?tica en lengua espa?ola", lo que pudiera llevar a entender que nuestra filosof¨ªa no tiene cabida en las tendencias filos¨®ficas del siglo XX que agrupan al resto de los fil¨®sofos. Afortunadamente ya no es as¨ª. Lo que el ep¨ªgrafe quiere mostrar es el esfuerzo de Jos¨¦ Luis Aranguren por construir un discurso contra el escolasticismo ortodoxo dominante, y el de Javier Muguerza por impulsar y consolidar el desarrollo del pensamiento ¨¦tico en Espa?a y en Am¨¦rica Latina. Gracias a ese esfuerzo, nuestra filosof¨ªa moral ya no es s¨®lo una "¨¦tica en lengua espa?ola", sino que se encuentra plenamente integrada en el pensamiento moral de nuestro tiempo.