Muere Gironella, uno de los autores de m¨¢s ¨¦xito durante el franquismo

El escritor Jos¨¦ Mar¨ªa Gironella falleci¨® ayer en su casa de Arenys de Mar (Barcelona), a los 85 a?os. Aunque gan¨® el Premio Nadal con su primera novela, en 1946, el ¨¦xito no le lleg¨® hasta 1953 con Los cipreses creen en Dios, de la que vendi¨® m¨¢s de dos millones de ejemplares. Las otras dos novelas de la trilog¨ªa dedicada a la Guerra Civil -Un mill¨®n de muertos (1961) y Ha estallado la paz (1966)- fueron tambi¨¦n grandes ¨¦xitos de ventas. No lo fue tanto el cuarto volumen de esa inicial trilog¨ªa, Los hombres lloran solos, que public¨® en 1986.

Jos¨¦ Mar¨ªa Gironella (Darnius, Girona, 1917), que falleci¨® a causa de una embolia, seg¨²n fuentes familiares, escribi¨® tambi¨¦n libros de conversaciones, como Cien espa?oles y Dios, y varios libros de viajes, entre ellos En Asia se duerme bajo las estrellas, del que vendi¨® m¨¢s de 500.000 ejemplares. En los ¨²ltimos a?os hab¨ªa seguido publicando, aunque se quejaba de que los medios literarios lo ignoraban.

Milit¨® en el lado franquista durante la guerra civil y se gan¨® la vida en la primera posguerra gracias a la librer¨ªa de segunda mano que su familia ten¨ªa en Gerona. Tras publicar algunos poemas, en 1946 prob¨® suerte en la tercera edici¨®n del Premio Nadal y lo gan¨® con su novela Un hombre. "En los a?os cuarenta hab¨ªa pocas editoriales y no era f¨¢cil publicar una novela", contaba Gironella en una entrevista concedida hace dos a?os. "El ¨²nico premio que hab¨ªa era el Nadal y significaba que el ganador se hac¨ªa popular en 48 horas. Por el caso que te hac¨ªan los medios de comunicaci¨®n era algo as¨ª como ganar el Nobel. El primero, en 1944, fue para Nada, de Carmen Laforet, el segundo para F¨¦lix Tapia, el tercero lo gan¨¦ yo y el cuarto Delibes. Mi novela del Nadal fue un fracaso. Laforet vendi¨® mucho y Delibes tambi¨¦n, pero los del segundo y tercer a?o vendimos muy poco. Yo ten¨ªa una librer¨ªa familiar en Girona y ped¨ª a la editorial Destino que me enviaran mil ejemplares, convencido que los vender¨ªa. Vend¨ª s¨®lo 70".

Tras este primer "fracaso editorial", y despu¨¦s de cargarse de deudas, Gironella decidi¨® cerrar la librer¨ªa y emigrar a Francia. Cruz¨® los Pirineos a pie, ya que en aquellos a?os no era f¨¢cil conseguir pasaporte, y trabaj¨® durante unos a?os en lo que pudo. Fue en Francia donde escribi¨® los 800 folios de Los cipreses creen en Dios. De regreso a Espa?a, empez¨® a buscar editor, pero en Destino no quisieron ni leer la novela. Despu¨¦s de que cuatro o cinco editoriales la rechazaran, un d¨ªa, en Madrid, Gonz¨¢lez Ruano le coment¨® que "hab¨ªa un editor andaluz muy pintoresco que buscaba autores".

Era Jos¨¦ Manuel Lara, el propietario de Planeta. Gironella fue a verle al hotel y opt¨® por dejarle la novela a la esposa del editor, Mar¨ªa Teresa Bosch, que era ampurdanesa como ¨¦l. "Aquella misma noche", seg¨²n contaba Gironella, "la se?ora Lara empez¨® a leer el libro y hacia las tres de la madrugada despert¨® al editor para decirle que aquel libro les iba a salvar la editorial, que pasaba por momentos dif¨ªciles".

El ¨¦xito de Los cipreses... fue verdaderamente espectacular. "Lleg¨® a causar 'alarma social', recordaba Gironella. "Todos la le¨ªan; en el tranv¨ªa, en el metro...". La novela, que en 1955 obtuvo el Nacional de Literatura, fue la primera de una trilog¨ªa en la que Gironella quiso escribir sobre la Guerra Civil, centr¨¢ndose en las vivencias de la familia gerundense Alvear. Los otros dos t¨ªtulos -Un mill¨®n de muertos y Ha estallado la paz- tambi¨¦n fueron superventas durante varios a?os. Aunque tuvo problemas con la censura, Gironella se document¨® a fondo y consigui¨® convencer a los censores de que no recortaran el texto original.

Gracias al ¨¦xito de su trilog¨ªa, Gironella consigui¨® algo muy dif¨ªcil en la Espa?a de la ¨¦poca: vivir de la literatura. "Me hice rico, pero rico de verdad", explicaba con una sonrisa. "Me constru¨ª una casa en el Maresme con piscina y todos los lujos, hice muchos viajes...". De sus viajes nacieron tambi¨¦n varios libros, entre ellos En Asia se vive bajo las estrellas y El esc¨¢ndalo de Tierra Santa. Otro de sus grandes ¨¦xitos, a finales de los sesenta, fue el libro de conversaciones Cien y espa?oles y Dios, en el que Gironella repasaba la relaci¨®n de un amplio espectro de espa?oles con la religi¨®n. Profundamente cat¨®lico, pero tocado tambi¨¦n de un cierto nihilismo, en los sesenta public¨® Los fantasmas de mi cerebro, libro nacido tras pasar por la experiencia de una fuerte depresi¨®n. Calificaba su relaci¨®n con Lara de "fraternal" a lo largo de 30 a?os, aunque hubo un momento, hace unos seis a?os, en que ri?eron.

Gironella, que gan¨® el Planeta en 1971 con Condenados a vivir, sigui¨® escribiendo y publicando casi hasta el final y se quejaba amargamente de haber sido ignorado por los medios literarios en los ¨²ltimos a?os. En 1997, su novela Se hace camino al andar consigui¨® un acc¨¦sit del Premio Fernando Lara. Su ¨²ltima novela publicada fue El apocalipisis (2001) en la que ofrec¨ªa de nuevo una visi¨®n negra de la vida.