Subsidio agrario: ?A qui¨¦n creer?
Hab¨ªa muchas ilusiones puestas en el encuentro del ministro Zaplana con los secretarios generales de UGT y de CC OO para que ¨¦ste anunciara la restituci¨®n del subsidio agrario.
Las ilusiones desaparecieron de inmediato. Al t¨¦rmino de la reuni¨®n, Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo y C¨¢ndido M¨¦ndez comunicaban que el Gobierno no daba marcha atr¨¢s y daban a conocer la convocatoria de nuevas movilizaciones, incluida una huelga general para el 20 de febrero en el medio rural andaluz y extreme?o.
Pocas horas despu¨¦s, Manuel Chaves y Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, tras hablar con el ministro, dec¨ªan que la propuesta del ministerio era aceptable, con independencia del nombre que se le diera y que merec¨ªa la pena estudiarla. ?C¨®mo es posible tal divisi¨®n de criterios ante la misma propuesta? ?A qui¨¦n creer?
Las expectativas que se hab¨ªan generado eran injustificadas. El Gobierno del PP tom¨® una decisi¨®n pol¨ªtica sobre el futuro subsidio agrario con el decretazo del 24 de mayo. Ese sistema creado por el PSOE ha venido siendo permanentemente una important¨ªsima fuente de votos, a sendos gobiernos socialistas en las dos comunidades aut¨®nomas donde est¨¢ implantado y en donde el PP y otras formaciones pol¨ªticas fracasan electoralmente, una y otra vez.
A la reforma del subsidio agrario, que b¨¢sicamente consist¨ªa en impedir la incorporaci¨®n de nuevos beneficiarios, el Gobierno acompa?¨® otras medidas de gran dureza que modificaban el reglamento de afiliaci¨®n, altas y bajas en el R¨¦gimen Especial Agrario de la Seguridad Social, legalizando la expulsi¨®n de este r¨¦gimen de las personas que no demostraran actividad agraria en diferentes periodos o casos. Asimismo, el Gobierno introdujo el desempleo contributivo para todo el colectivo jornalero, con independencia de su ¨¢mbito de residencia.
Desde la aparici¨®n del decreto hasta la aprobaci¨®n de la Ley, el Gobierno ha aguantado con todo. Una huelga general, que en Andaluc¨ªa y Extremadura fue respaldada por la inmensa mayor¨ªa de sus ciudadanos; cientos de acciones de protestas; algunas deserciones en sus propias filas de alcaldes y concejales; un fuerte deterioro de su imagen en las poblaciones rurales, que en las pr¨®ximas elecciones municipales se ver¨¢ hasta d¨®nde llega...
El Gobierno ha introducido dos novedades respecto del decreto, en relaci¨®n a los trabajadores eventuales agrarios.
Primera: elimina una medida que acabar¨ªa expulsando a cientos de beneficiarios del subsidio agrario. Ya no se le impedir¨¢ a nadie su acceso a este sistema por tener una sanci¨®n administrativa, como anteriormente contemplaba el decreto.
Segunda: se crea un programa que denominan Renta Activa de Inserci¨®n, al que podr¨¢n acogerse aquellos parados que no tengan derecho al subsidio agrario, siempre que cumplan con unas serie de condiciones similares a las establecidas para el subsidio.
?Esto, beneficia o perjudica a los trabajadores del campo? En la medida que el sistema de protecci¨®n aleja al colectivo jornalero del trabajo y de la tierra, los divide y los deja a expensas de un mont¨®n de requisitos absurdos, este sistema debe ser rechazado.
Es inmoral e injusto dejar sin nada a los trabajadores del campo cuando sin querer, se quedan sin empleo y, por tanto, es obligatorio cubrir esa situaci¨®n con decencia. Pero la soluci¨®n no pasa por dar una aportaci¨®n econ¨®mica en la forma que se viene haciendo. Ll¨¢mese subsidio agrario, desempleo contributivo o programa de renta activa de inserci¨®n. La alternativa es el trabajo. Trabajo Social Rentable en sus m¨²ltiples formas, que el beneficiario estar¨ªa obligado a realizar a cambio de un salario digno para vivir.
Ah¨ª es donde fallaron los gobiernos anteriores del PSOE y donde falla lamentablemente el Gobierno del PP.
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