Sobresaltos y tensi¨®n

Versi¨®n estadounidense de un impactante filme japon¨¦s, la opera prima de Hideo Nakata que se estren¨® internacionalmente con el mismo t¨ªtulo, The ring, es una tan respetuosa como, a la postre, funcional pel¨ªcula de terror que, con pocos ingredientes, sin abusar de lo sanguinolento -la enfermedad infantil del g¨¦nero- y sin forzar casi nunca las situaciones, logra un apreciable dividendo de sobresaltos, tensi¨®n y adrenalina contenida.

El responsable de tal proeza no es tanto el director, Gore Verbinski, cuanto las virtudes del original, que lograba con pocos elementos -una historia que parec¨ªa una leyenda urbana, el estiramiento del tempo narrativo hasta extremos parox¨ªsticos, y una presencia fantasmal y reptante que dejaba literalmente congelada a la parroquia- efectos mucho mayores de los que el g¨¦nero nos tiene acostumbrados.

Sin actores demasiado conocidos -la excepci¨®n es Naomi Watts, la bella rubia de Mullholand Drive-, con un director del que m¨¢s vale olvidar sus t¨ªtulos anteriores -entre ellos, El mexicano-, The ring gustar¨¢ sin duda alguna a amantes exigentes de las historias que no necesitan de estridencias para obtener sus objetivos.