Rusia no quiere testigos
La desconfianza y las trabas contra grupos extranjeros crecen de nuevo en Mosc¨²
La desconfianza hacia los extranjeros, con hondas ra¨ªces en Rusia, est¨¢ ganando terreno de nuevo entre los dirigentes y bur¨®cratas de este pa¨ªs, que a¨²n tienden a contemplar el mundo con los criterios de seguridad de la guerra fr¨ªa y ven esp¨ªas por todas partes. Al arraigo de estos h¨¢bitos contribuye la biograf¨ªa de muchos de los actuales dirigentes rusos, que provienen de los servicios secretos.
El cese de las actividades de la Organizaci¨®n de Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) en Chechenia y del Cuerpo de Paz de EE UU en territorio ruso, as¨ª como algunas declaraciones p¨²blicas, entre ellas las del ministro de Defensa y del jefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB), son algunos ejemplos de un nuevo clima de desconfianza, que se est¨¢ filtrando en la vida de Rusia. Responsables de organizaciones de car¨¢cter liberal, con amplios contactos en el extranjero, aseguran en privado que han comenzado a sentir la presi¨®n del SFS, cuyos agentes les visitan para interesarse por sus hu¨¦spedes internacionales.
Desde el pasado oto?o, el ministerio del Interior ha sustituido al de Exteriores en la gesti¨®n de visados para los invitados de organizaciones rusas. Personas que han pasado por los nuevos tr¨¢mites se quejan de que la transferencia est¨¢ dificultando los viajes de sus hu¨¦spedes. "Para Rusia es mejor que no vengan", fue el comentario realizado por un funcionario de Interior cuando los organizadores de un seminario internacional le solicitaron visado para los ponentes occidentales del evento.
El domingo, los guardafronteras del aeropuerto internacional de Mosc¨² impidieron la entrada en el pa¨ªs al conocido periodista alem¨¢n G¨¹nther Wallraff, que junto con el ex ministro de Trabajo de Alemania Norbert Bl¨¹m, y el jefe de la organizaci¨®n humanitaria Cap Anamur quer¨ªan viajar a Chechenia para investigar la observancia de los derechos humanos. El motivo alegado por las autoridades rusas para no permitir la entrada a Wallraff fue que su visado no era de periodista, sino de turista, seg¨²n la agencia Interfax.
La OSCE se ha visto obligada a cerrar su misi¨®n de seis personas en Chechenia despu¨¦s de que Rusia se negara a prolongar su mandato actual. Los dirigentes rusos quer¨ªan que la misi¨®n en Chechenia se concentrara en la asistencia humanitaria y se mantuviera al margen de la pol¨ªtica. El mandato de la OSCE en Chechenia contemplaba la posibilidad de participar en negociaciones y en el di¨¢logo entre las partes en conflicto para reducir la tensi¨®n. La entidad, que ha comenzado ya a desmantelar su misi¨®n, fue clave en el proceso que concluy¨® en las elecciones de 1997. En aquellos comicios, Asl¨¢n Masj¨¢dov, hoy proscrito por el Kremlin, fue elegido presidente. Ahora los dirigentes rusos planean un refer¨¦ndum para aprobar una Constituci¨®n en Chechenia, especie de estatuto auton¨®mico. Mosc¨² insiste en ello pese a la falta de condiciones de seguridad, seg¨²n pudieron comprobar por s¨ª mismos los miembros del Comit¨¦ de Derechos Humanos del Presidente, Liudmila Alex¨¦yeva y Svetlana G¨¢nnushkina, que se salvaron de milagro de perecer en el atentado contra la sede del Gobierno de Grozni. La actitud de Mosc¨² ante la OSCE parece responder a los deseos del Kremlin de reinterpretar algunos compromisos internacionales para eliminar o reducir las funciones de control pol¨ªtico internacional asumidas en ¨¦poca de Yeltsin.
Mosc¨² ha revisado tambi¨¦n otros compromisos. A finales de 2002, Rusia anunci¨® que suspend¨ªa el tratado con EE UU que permit¨ªa las actividades del Cuerpo de la Paz, alegando que las circunstancias actuales hacen innecesaria la ayuda de estos voluntarios norteamericanos. Antes, las autoridades rusas se hab¨ªan negado a prolongar los visados de 30 miembros del Cuerpo de la Paz; el jefe del SFS, Nikol¨¢i P¨¢trushev, explic¨® que entre ellos hab¨ªa personas que recog¨ªan "informaci¨®n sobre la situaci¨®n sociopol¨ªtica y econ¨®mica, sobre funcionarios de la Administraci¨®n y sus directivos, as¨ª como sobre las elecciones" en provincias.
La semana pasada el ministro de Defensa, Sergu¨¦i Ivanov, insinu¨® que tras la Uni¨®n de Comit¨¦s de Madres de Soldados act¨²an servicios secretos extranjeros que tratan de socavar el Ej¨¦rcito ruso. La organizaci¨®n, que ayuda a los soldados a ejercer sus derechos y a defenderse contra la arbitrariedad de sus jefes, se financia con becas occidentales, pero, seg¨²n la secretaria responsable, Valentina M¨¦lnikov, tiene unas actividades transparentes y paga sus impuestos. Tambi¨¦n el presidente Vlad¨ªmir Putin habr¨ªa expresado su desconfianza hacia la "ayuda occidental" a Rusia, al asegurar en una ocasi¨®n que, en este campo, lo que existe son programas de los servicios secretos occidentales.
Colaboraci¨®n con EE UU
Rusia ha entregado a EE UU el proyecto de un nuevo "acuerdo pol¨ªtico" en el ¨¢mbito de la Defensa Antimisiles (ABM) para reforzar la estabilidad estrat¨¦gica, seg¨²n dijo ayer el portavoz del Ministerio de Exteriores, Alexandr Yakovenko. El portavoz subray¨® que Mosc¨² ha acogido con inter¨¦s recientes declaraciones de representantes norteamericanos, seg¨²n los cuales EE UU quiere activar la colaboraci¨®n con Rusia en materia de defensa antimisiles. El embajador de EE UU en Mosc¨² hab¨ªa manifestado la v¨ªspera a Interfax que su pa¨ªs est¨¢ seriamente dispuesto a colaborar con Rusia en ese campo. El tratado bilateral ABM, que databa de 1972, prescribi¨® en 2002 tras ser denunciado por EE UU. Ambos pa¨ªses mantienen conversaciones para una posible colaboraci¨®n en un escudo antimisiles, incluidas investigaciones t¨¦cnicas conjuntas, pero mantienen suspicacias mutuas.
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