La Guardia Civil descart¨® la pista de Guirado poco despu¨¦s del secuestro de Olot
El juicio revela la precariedad de medios para realizar las escuchas policiales
La Guardia Civil dej¨® escapar, entre un alud de falsos videntes, llamadas an¨®nimas y estafadores de tres al cuarto, una buena pista que se?alaba a Antonio Guirado, el polic¨ªa local de Olot que estos d¨ªas se juzga en la Audiencia de Girona como sospechoso del secuestro de la farmac¨¦utica Maria ?ngels Feliu. Varios miembros de la Guardia Civil declararon ayer que conocieron la sospecha por unos vecinos que observaron que el polic¨ªa vigilaba la farmacia de Feliu.
Un sargento de la Guardia Civil explic¨® que en aquel momento "no hab¨ªa nada m¨¢s" para tenerlo en cuenta como pista. Seg¨²n el testigo, "se comprob¨® y acab¨® descart¨¢ndose", porque no les pareci¨® que hubiera nada sospechoso en la actitud de Guirado. No se dej¨® constancia escrita de esta actuaci¨®n porque, seg¨²n la Guardia Civil, la persona que les hizo llegar la sospecha no deseaba declarar y pidi¨® mantener el anonimato.
Los testimonios prestados ayer por los miembros de la Guardia Civil revelaron cierta precariedad de medios durante los primeros meses del secuestro, antes de que llegaran de Madrid los miembros de la Unidad Central Operativa (UCO). Los investigadores, que confiaban en interceptar las llamadas de los secuestradores, no ten¨ªan suficientes l¨ªneas para intervenir todos los tel¨¦fonos. "Para hacer una escucha hab¨ªa que anular otra", explic¨® un capit¨¢n de la Guardia Civil. Los agentes relataron que cuando la investigaci¨®n les llevaba a intervenir un nuevo tel¨¦fono deb¨ªan desconectar otro que hasta entonces no hubiera recibido muchas llamadas. Las escuchas ocupaban a unos seis o siete agentes de la veintena que por entonces se dedicaban al caso. No todas las actuaciones que la Guardia Civil llev¨® a cabo por entonces han acabado integrando el sumario. De haber sido as¨ª, explic¨® el mismo capit¨¢n, "el sumario hab¨ªa sido cuatro veces mayor".
Las defensas de Joan Casals y Xavier Bassa, primeros detenidos por el secuestro, hicieron notar que la declaraci¨®n acusatoria del confidente Francisco Evangelista fue la ¨²nica prueba que llev¨® a la Guardia Civil a la detenci¨®n de sus clientes. Asimismo, destacaron que la Guardia Civil obtuvo otras informaciones de confidentes a las que concedi¨® una cierta credibilidad, aunque despu¨¦s condujeron a individuos sin ninguna relaci¨®n con el secuestro. Los agentes aseguraron que intentaban investigar cualquier cosa que les llegaba, incluso las llamadas de videntes. Un brigada de la Guardia Civil asever¨® que nunca abandonaron la hip¨®tesis de que Feliu continuara viva.
Ayer tambi¨¦n prest¨® declaraci¨®n Joan Granados, un compa?ero de Guirado en las tareas de entrenador de f¨²tbol infantil. Granados defini¨® al presunto cerebro del secuestro como un hombre voluntarioso y animoso, aunque aquejado de frecuentes migra?as. Intentando casar al compa?ero de entonces con el presunto secuestrador de ahora, admiti¨®: "No s¨¦ si tiene doble personalidad o qu¨¦ cojones tiene".
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