Aliados de EE UU ven con reticencia el despliegue para un inmediato ataque a Irak

El refuerzo del despliegue militar en el golfo P¨¦rsico que Estados Unidos acaba de ordenar contrasta con las crecientes reticencias de sus aliados respecto a un eventual ataque. La ministra brit¨¢nica de Desarrollo Internacional, Clare Short, asegur¨® ayer que Londres no deber¨ªa unirse a una acci¨®n unilateral de Washington y que es deber de su pa¨ªs contener a Estados Unidos. En esa misma l¨ªnea, el heredero y hombre fuerte de Arabia Saud¨ª, pr¨ªncipe Abdal¨¢, se declar¨® ayer, durante una reuni¨®n con intelectuales y pensadores ¨¢rabes, convencido de que no habr¨¢ guerra.

"Vemos todas las flotas y las concentraciones [de tropas] en la regi¨®n, pero Dios me inspira y me da la impresi¨®n de que no habr¨¢ guerra", manifest¨® Abdal¨¢ a quien, por sus especiales relaciones con Estados Unidos, se le supone buen conocedor de los entresijos de la crisis entre Washington y Bagdad. Sin embargo, el hombre que de hecho dirige Arabia Saud¨ª precis¨® que hablaba de "una convicci¨®n y un punto de vista personales", lo que parece indicar que expresaba m¨¢s los deseos de la familia real saud¨ª que de la Administraci¨®n de Bush.

La ministra brit¨¢nica, sin embargo, no tuvo inconveniente en dejar claro el creciente malestar que existe dentro del Gobierno laborista ante la perspectiva de una acci¨®n militar sin que los inspectores de armas de la ONU hayan descubierto una prueba directa de las violaciones iraqu¨ªes.

"Considero que es muy peligroso. Estoy muy preocupada", declar¨® Short en un programa de la cadena ITV. "En mi opini¨®n, todos los brit¨¢nicos tenemos el deber de mantener con firmeza a nuestro pa¨ªs dentro de la senda de la ONU, de forma que podamos evitar que Estados Unidos pueda ir a una guerra demasiado pronto, y mantener al mundo unido", a?adi¨® esta mujer, que est¨¢ considerada uno de los miembros m¨¢s moderados del Gobierno de Tony Blair.

El Reino Unido, que desde el principio ha respaldado los firmes llamamientos de Bush a Irak para que se desarme, despach¨® el pasado viernes el portaaviones Ark Royal a la zona del golfo P¨¦rsico para reforzar su presencia en caso de guerra. Sin embargo, casi al mismo tiempo, y recogiendo el sentir tanto de una parte de sus ministros como de la opini¨®n p¨²blica brit¨¢nica (el 58% no considera que Sadam Husein constituya una amenaza inmediata seg¨²n un sondeo difundido por ITV), Blair rebaj¨® su ret¨®rica y afirm¨® que los inspectores deben tener "tiempo y espacio" para realizar su trabajo.

Consejo de Seguridad

?sta y otras declaraciones han rebajado la importancia como fecha l¨ªmite para tomar una decisi¨®n del pr¨®ximo d¨ªa 27, cuando el jefe de los inspectores, Hans Blix, debe presentar un primer informe al Consejo de Seguridad. Blair podr¨ªa viajar a Washington para entrevistarse con Bush poco despu¨¦s de esa fecha.

Los propios inspectores han hecho saber que necesitar¨ªan en torno a un a?o para averiguar si Irak ha desmantelado su programa nuclear, seg¨²n reiter¨® ayer a la BBC un portavoz del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica.

Las reticencias europeas, que aumentan cuando se habla de Alemania o Francia (tres de cada cuatro franceses se oponen a la intervenci¨®n de su pa¨ªs en Irak, seg¨²n una encuesta publicada ayer) han aumentado a ra¨ªz de que Blix presentara al Consejo un avance de sus trabajos. El diplom¨¢tico sueco subray¨® que su equipo no ha encontrado pruebas concretas de que Irak tenga programas de armas prohibidas. No obstante, Blix reconoci¨® que la declaraci¨®n iraqu¨ª deja muchas preguntas sin contestar.

La oposici¨®n al ataque tambi¨¦n se manifiesta en EE UU. Miles de ciudadanos (entre 5.000 y 20.000, seg¨²n fuentes) se manifestaron ayer en Los ?ngeles contra el ataque. El actor Martin Sheen, que hace el papel de presidente en una seie de televisi¨®n, pidi¨® que su pa¨ªs busque una salida pac¨ªfica a la crisis.

Tambi¨¦n los marroqu¨ªes salieron ayer a la calle en apoyo a Irak. Entre 7.000 y 10.000 personas se manifestaron en Rabat convocados por el colectivo Iniciativa de Apoyo a Irak, formado por unas 50 asociaciones, partidos pol¨ªticos y sindicatos. Las principales fuerzas pol¨ªticas de Marruecos no se sumaron a la protesta, en la que s¨ª participaron simpatizantes de Justicia y Caridad, el principal movimiento integrista marroqu¨ª. Durante la manifestaci¨®n se quemaron banderas de EE UU, Israel y Reino Unido. Marruecos es el principal aliado de Washington en el Magreb y en la guerra del Golfo de 1991 aport¨® unos 2.000 soldados a la fuerza multinacional.

Mientras tanto, en Bagdad prosegu¨ªan las inspecciones y las peticiones de ayuda de sus dirigentes. "S¨®lo los pa¨ªses de la zona puede evitar la agresi¨®n", manifest¨® Sadam Husein a un enviado del Gobierno turco. A esas horas, el restringido acceso a Internet de Irak se encontraba bloqueado: EE UU llevaba a cabo una guerra virtual bombardeando con correos electr¨®nicos a los usuarios para que dejen de apoyar al r¨¦gimen.