M¨¢s de 1.000 pisos del barrio carecen de agua caliente

La zona de Huertas es uno de los lugares hist¨®ricos m¨¢s emblem¨¢ticos de la ciudad porque en ella vivieron un grupo numeroso de escritores ilustres, como Cervantes, Lope de Vega, G¨®ngora, Quevedo... Pero en este barrio con tanta historia, muchos edificios residenciales tienen a¨²n instalaciones obsoletas y carecen de unas condiciones de habitabilidad adecuadas, seg¨²n afirma un estudio elaborado por el Ayuntamiento de Madrid y que analiza las condiciones del barrio de cara a la rehabilitaci¨®n.

El ¨¢rea de rehabilitaci¨®n de Huertas-Las Letras comprende una zona con 4.949 viviendas, seg¨²n el estudio. El 66% de estas casas fueron construidas antes de 1901, por lo que la mayor¨ªa de las viviendas superan los 100 a?os. Muchas de las personas que viven en el barrio son mayores de 65 a?os. La zona de Huertas apenas tiene ni?os: s¨®lo el 3% de la poblaci¨®n tiene menos de cuatro a?os y los menores de 15 a?os tan s¨®lo representan el 8% de la poblaci¨®n del barrio.

Los extranjeros est¨¢n representados en la zona por habitantes de Ecuador, Colombia y Marruecos. En total, la poblaci¨®n inmigrante en la zona de Huertas asciende al 17%.

Seg¨²n el mismo estudio, m¨¢s del 50% de los edificios requieren una rehabilitaci¨®n y, adem¨¢s, las familias que las habitan disponen de unos ingresos anuales inferiores a 21.035,42 euros (3, 5 millones de pesetas). Las viviendas en el barrio, seg¨²n el informe, son grandes: el 47% tienen cinco o m¨¢s habitaciones. Este dato es exagerado cuando se contrasta con la media de habitante por vivienda: 1,8.

Todav¨ªa hay nueve viviendas sin agua corriente y 1.183 sin agua caliente. Los pisos que carecen de tel¨¦fono en Huertas ascienden a 973, y los que no tienen calefacci¨®n, a 724. La conducci¨®n de gas natural por tuber¨ªa se da en 2.734 viviendas, mientras que 1.274 no est¨¢n conectadas a la red de gas, dato que se est¨¢ teniendo en cuenta en las obras de rehabilitaci¨®n.

La reforma de la zona pretende terminar con la degradaci¨®n de la zona. Los residentes esperan que, por fin, el barrio recupere su identidad hist¨®rica.