La guerra del carrito

Los supermercados brit¨¢nicos parecen haber entablado una guerra sin cuartel. Safeway, que hace apenas unos d¨ªas era una empresa obsoleta y sin futuro, se ha convertido en una codiciada pieza por el solo hecho de que todos saben que est¨¢ en venta. En un pa¨ªs donde es casi imposible obtener permiso para edificar nuevos supermercados, la posibilidad de adquirir 479 tiendas de una sola tacada ha desatado la guerra para hacerse con el n¨²mero cuatro del sector.

Morrison, modesta pero mejor gestionada que Safeway (10% del mercado brit¨¢nico), abri¨® el fuego la semana pasada con una sorprendente oferta por su rival. Con el punto d¨¦bil de ofrecer a cambio sus propias acciones, pero no dinero fresco, la oferta de Morrison estaba valorada en 2.900 millones de libras (equivalentes a 4.400 millones de euros).

Sainsburys no tiene ni el dinero de Wal-Mart ni la coherencia de Morrison

El lunes respondi¨® de inmediato la cadena Sainsburys, n¨²mero dos del mercado (18% del total), con una oferta todav¨ªa no formalizada oficialmente de 3.200 millones de libras, parte en acciones y parte en l¨ªquido. "Que nadie lo dude: ¨¦sta es una oferta para comprar Safeway, no una t¨¢ctica para romper otras conversaciones", asegur¨® el primer ejecutivo de la firma, sir Peter Davis.

Dinero o acciones

La oferta de Sainsburys, que lleva meses buscando un acuerdo con Safeway, aceler¨® la entrada en escena el gigante estadounidense Wal-Mart, presente en el mercado brit¨¢nico a trav¨¦s de la firma Asda, n¨²mero tres del sector (16%). Wal-Mart a¨²n no ha concretado ninguna oferta, pero ya ha dicho que se basar¨¢ en dinero fresco, no en acciones. Seg¨²n el peri¨®dico The Wall Street Journal, Wal-Mart estar¨ªa dispuesta a pagar 3.200 millones de libras esterlinas (4.852 millones de euros). En un comunicaco difundido en Londres, Wal-Mart se?al¨® que dicha oferta, si finalmente es presentada, "estar¨ªa sometida a las condiciones habituales, especialmente a la aprobaci¨®n de las autoridades de la competencia que podr¨ªan exigir la venta de activos por parte de Wal-Mart".

Los analistas creen que Sainsburys aparece hoy por hoy como el gallo mas d¨¦bil del corral. Hace ya a?os que perdi¨® el liderato del mercado a manos del gigante Tesco, al que nadie da posibilidades de intervenir en esta batalla porque las autoridades de la competencia no permitir¨ªan que incrementara a¨²n mas su liderato.

Wal-Mart tiene la ventaja de que cuenta con m¨¢s dinero que nadie para poner encima de la mesa y si adquiere Safeway dominar¨ªa el 26% del mercado, justo por encima del l¨ªmite te¨®rico del 25% que pueden admitir las autoridades de la competencia. La de Morrison es la oferta m¨¢s barata, pero tambi¨¦n la m¨¢s coherente y f¨¢cil porque no genera problemas de libre competencia y garantizar¨ªa la presencia de cuatro grandes cadenas de alimentaci¨®n.

Sainsburys no tiene ni el dinero de Wal-Mart ni la coherencia de Morrison. Si adquiere Safeway tendr¨ªa un 28% del mercado ingl¨¦s y deber¨ªa recortar 1.700 empleos y vender unas 90 tiendas, sobre todo en las ¨¢reas en que su posici¨®n ser¨ªa claramente dominante: Londres (donde tendr¨ªa el 39% del mercado), el suroeste (34%), el sur (31%), los Midlands (28%) y el este de Inglaterra (26%).

Pero Sainsburys no tiene m¨¢s opciones que luchar por Safeway hasta la muerte, porque si el comprador fuera Wal-Mart quedar¨ªa relegado al tercer lugar de la clasificaci¨®n y si fuera Morrison podr¨ªa acabar pasando en pocos a?os del segundo lugar al cuarto, convirti¨¦ndose quiz¨¢s en codiciado objetivo de sus rivales.

Valor inmobiliario

As¨ª las cosas, la guerra entre las grandes superficies brit¨¢nicas apenas tiene cuartel. Con el mercado de la vivienda por las nubes, las posibilidades de adquirir terrenos en condiciones en el interior de las ciudades son una quimera.

Las perspectivas no son mucho m¨¢s halag¨¹e?as en la periferia de las grandes urbes: saturadas ya de complejos comerciales, las licencias para construir nuevas superficies de cierto tama?o est¨¢n en su mayor parte congeladas.

Por eso es tan golosa la posibilidad de comprar Safeway. Aunque su prestigio est¨¦ por los suelos, sus 479 locales suponen un bocado demasiado apetitoso.

Pero su desaparici¨®n puede ser un desastre para los consumidores porque, de acabar triunfando las ofertas de los actuales pretendientes, el 68% del mercado quedar¨ªa en las manos de tres grupos o acabar¨ªa consolid¨¢ndose un sistema de cuatro grandes empresas que pr¨¢cticamente cerrar¨ªan el paso a cualquier nueva opci¨®n. Los expertos apuestan a que la batalla ser¨¢ larga y el tema competencial decisivo para conocer el ganador final.