Bush y Blair celebrar¨¢n una cumbre el d¨ªa 31 en Camp David

Tambores de guerra en Westminster. El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, lanz¨® ayer la caballer¨ªa sobre el grupo laborista en un intento de atemperar las iras pacifistas de los rebeldes de su partido y luego se dirigi¨® al hemiciclo para arengar a la C¨¢mara toda. Blair, que el lunes insinu¨® que los inspectores de Naciones Unidas empezar¨ªan a encontrar pruebas del armamento de Sadam en pocos d¨ªas, se reunir¨¢ con el presidente George W. Bush en Camp David el 31 de enero, cuatro d¨ªas despu¨¦s de que los inspectores hayan rendido cuentas de sus hallazgos al Consejo de Seguridad.

El primer ministro inici¨® ayer su cruzada personal para convencer a la opini¨®n p¨²blica y a su propio partido sobre la necesidad de ir a la guerra contra Sadam si no se desarma antes. El l¨ªder del Nuevo Laborismo se reuni¨® en Westminster con los diputados de su partido para pedirles su apoyo. Las noticias sobre la reuni¨®n son confusas. El primer ministro qued¨® muy satisfecho, seg¨²n sus portavoces, pero algunos rebeldes confirmaron que no han cambiado de posici¨®n.

Tampoco los sondeos cambian. Los brit¨¢nicos siguen oponi¨¦ndose a la guerra. Y sobre todo a una guerra que no lleve el visto bueno del Consejo de Seguridad. Blair reiter¨® ayer lo que dijo el lunes: que conf¨ªa en obtener esa credencial internacional pero que su falta no le impedir¨¢ poner sus tropas a disposici¨®n de Estados Unidos.

Algunos analistas empiezan a comparar la actual situaci¨®n con la crisis del canal de Suez de 1956, que acab¨® hundiendo la carrera pol¨ªtica del entonces primer ministro, Anthony Eden. El periodista Robert Fisk subrayaba ayer en The Independent los elementos comunes: un dictador ¨¢rabe, una fuerza de choque brit¨¢nica lista para intervenir, el escepticismo de la opini¨®n p¨²blica, la impotencia de Naciones Unidas. La diferencia est¨¢ en que el Reino Unido intentaba entonces demostrar a Estados Unidos que a¨²n pod¨ªa ir a la guerra sin su bendici¨®n. Ahora es al contrario: ayer mismo apoy¨® por boca del ministro de Defensa, Geoff Hoon, el proyecto de escudo antimisiles del Pent¨¢gono.