Aznar y el misterio de la vida

"?Es la vida consecuencia de la evoluci¨®n del universo?": Aznar ha creado un laboratorio para responder a esa pregunta. Sale en las im¨¢genes con raras gafas, para ver bien la vida; y Trillo con ¨¦l, lo que hace sospechar que la astrobiolog¨ªa de ese instituto tiene tambi¨¦n fines militares. Si se conoce el origen de la vida, se sabr¨¢ mejor c¨®mo extinguirla, sin necesidad de la pena de muerte que tanto ronda en las cabezas (reducidas) de algunos: todo consistir¨¢ en encontrar palabras para justificarla a favor del ejecutado, para enviarle a la vida eterna con su arrepentimiento; no digo con su delaci¨®n, porque no creo que sea el camino del cielo.

Los te¨®logos dec¨ªan que s¨®lo se sab¨ªa de una persona que estuviera en el infierno: Judas. Por delator. Pero los caminos del se?or (Aznar) son escrutables, y temo que la creaci¨®n de este establecimiento y el contrato de P¨¦rez Mercader sea para que responda "no". Es la ¨²nica para quienes est¨¢n, como Aznar y los suyos, integrados en el Creacionismo, frente al Evolucionismo: los que defienden la Creaci¨®n seg¨²n la Biblia; y los que mantienen la Evoluci¨®n como base, dentro de todas las dudas como la de supervivencia del m¨¢s apto para mejorar la especie. Supongo lo contrario: la supervivencia del m¨¢s bestia domina sobre la del m¨¢s inteligente.

Aznar con el Ministerio de Defensa y el de Ciencia y Tecnolog¨ªa son creacionistas, y lo que han encargado al doctor P¨¦rez Fern¨¢ndez es que averig¨¹e si hay vida en otros planetas: quiz¨¢ para preguntar si saben ellos algo del misterio. No s¨¦ si el Vaticano, que ahora es del Opus, va a permitirles que investiguen "lo que se sabe", y les permite maldecir de los te¨®logos un poco arrianos. Tamayo (desahuciado) dice que Jes¨²s era un hombre sin nada de divino: un revolucionario intelectual, un fil¨®sofo: como yo. Pero cree en Dios (yo no). Un "te¨®logo creyente", dice el can¨®nigo te¨®logo Gonz¨¢lez Ruiz, que le apoya con la historia de un hereje que se convierte en el Vaticano porque "si la Iglesia de Roma no estuviera regida por el Esp¨ªritu Santo no hubiera sobrevivido a tanta iniquidad". La conoc¨ª atribuida a Chesterton que, en una iglesia cat¨®lica, escuch¨® el serm¨®n y se convirti¨®: "Si ¨¦sta no fuera la religi¨®n verdadera, no hubiera resistido veinte siglos con predicadores tan imb¨¦ciles".