Una galer¨ªa de ilustres

Me gustar¨ªa que Madrid contara con una galer¨ªa de madrile?as y madrile?os ilustres, a la cual se podr¨ªa a?adir, asimismo, la de forasteras y forasteros ilustres que residieron o visitaron Madrid. En este mundo tan despersonalizado en el que vivimos, todo el mundo puede darse cuenta del gran inter¨¦s que despiertan las biograf¨ªas, es decir, las historias de la vida de la gente como nosotros, que luch¨®, am¨®, so?¨® y que era de carne y hueso. En estos tiempos, digo, donde la televisi¨®n, seg¨²n sus due?os, no quiere dejar de ser un electrodom¨¦stico, preferiblemente para el tratamiento de la basura, creo que ese museo constituir¨ªa un ¨¦xito, porque crece el inter¨¦s de los humanos por lo humano, por la vida, por los ideales, por el combate contra la adversidad. Esto lo saben bien los editores de libros, que descubren que el g¨¦nero biogr¨¢fico, tambi¨¦n la novela hist¨®rica, crece enormemente entre los lectores como g¨¦neros preferidos de un n¨²mero cada vez mayor de gente.

Por cierto, resulta reconfortante ver el creciente n¨²mero de mujeres que viaja en metro provista de un libro. Como mujer, debo decir que me siento muy orgullosa de mi g¨¦nero. Sin agredir a nadie, me duele mucho que eso no suceda entre los hombres. Como mucho, se les ve leyendo prensa deportiva, pero es rar¨ªsimo verles con libros. Quien lee libros es mucho m¨¢s ciudadano, m¨¢s feliz.