Felipe 'for president'
Cuando supe que van a nombrar un presidente para Europa pens¨¦ inmediatamente en Felipe Gonz¨¢lez. Los socialistas espa?oles dan buenos resultados para este continente tan peculiar: Solana, Westendorp. Mientras pensaba eso, los otros quer¨ªan colocar a Aznar y ya han empezado la campa?a. He visto que va a haber dos presidentes, uno del Consejo de Ministros y otro de la Comisi¨®n y, conciliador como siempre, imagin¨¦ que uno pod¨ªa ser Aznar, otro Felipe, y que seguramente llegar¨ªan f¨¢cilmente a un acuerdo. Me gustar¨ªa repartir por el mundo algunos grandes pol¨ªticos espa?oles, seguro de que lo iban a hacer mejor que aqu¨ª. Y es que este pa¨ªs se les queda peque?o. No tanto a Aznar, que ejerce a gusto lo que los franceses llaman "pol¨ªtica de campanario" (los hombres del pueblecito que se agrupa en torno al campanario y a la sombra del castillo del se?or feudal), como a Felipe, que no ha heredado el poder del se?orito de provincias que fue Franco, realizado por el asesinato, sino de la Internacional, y de una vista m¨¢s amplia del mundo; de cuando los socialistas decid¨ªan el destino de Europa. Si Europa es ahora un sat¨¦lite de Estados Unidos, mejor: est¨¢ all¨ª bien visto. No s¨¦ si tanto como Aznar, que ayer anunci¨® que quiere empezar ya la guerra con Irak, mientras Blair aceptaba que hubiera una segunda resoluci¨®n de las Naciones Unidas antes de nada: ganar tiempo. Blair no puede ser candidato a la presidencia de Europa, porque no es europeo, sino de una isla adyacente que a¨²n se maneja con su moneda -?qu¨¦ suerte! Gente lista a la que no enga?aron con el euro que arruina-, y no pueden serlo los alemanes ni los franceses, a menos que lleguen al entendimiento de una presidencia para cada uno.
En todo caso, sigo postulando a Felipe Gonz¨¢lez, cuya vocaci¨®n internacionalista no se ha debilitado, y ahora est¨¢ al frente de una sociedad de Amigos de Venezuela para poner paz en aquel pa¨ªs. Supongo que optar¨¢ por Ch¨¢vez, por sus antiguas resonancias de la izquierda, por los libros y los m¨ªtines de sus antepasados. Pero tendr¨¢ que pens¨¢rselo bien. Ayudar a Ch¨¢vez es exponerse al enfado de Bush; y con ese enfado no se puede ser presidente de Europa. Ni de nada en este mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.