Con falda y pantal¨®n
"Nac¨ª en una ¨¦poca lejana en la que todav¨ªa se hac¨ªa el amor en los fiacres", recuerda en su biograf¨ªa Gis¨¨le Freund (Berl¨ªn, 1908-Par¨ªs, 2000). "No hab¨ªa autom¨®viles en las calles ni aviones en el cielo. En la cuna, me mec¨ªa el ruido de los caballos que tiraban de los carruajes". M¨¢s adelante, la fot¨®grafa recuerda una juventud sin privaciones, gracias a la fortuna amasada por su abuelo materno: "La bicicleta, inventada en 1880, se hab¨ªa puesto de moda. En aquella ¨¦poca, las mujeres no llevaban pantal¨®n, y les resultaba particularmente inc¨®modo montar en bicicleta con falda larga. Mi abuelo tuvo la idea de crear... ?la falda pantal¨®n!". Su padre, gran amante de la pintura, deseaba estudiar para conservador de museos, pero tuvo que resignarse a mantener el negocio familiar, hecho que permiti¨® a Freund tomar las riendas de su destino para saber reconocer el arte en los rostros de tantos personajes de su ¨¦poca ("el rostro es el monograma de todos los pensamientos y las aspiraciones del ser humano"). Porque esta gran retratista, una de las pocas mujeres que atrajo la agencia Magnum y reconocida por sus aportaciones a la teor¨ªa de la fotograf¨ªa, prefiri¨® indagar en el esp¨ªritu de su ¨¦poca a trav¨¦s de los retratos que hizo de Adrienne Monnier, Gide, Sartre, Walter Benjamin, Miterrand, Borges, Victoria Ocampo, Le Corbusier, Diego Rivera, Duchamp, Man Ray o Simone de Beauvoir, que el pedaleo regular en las tareas ordinarias de la mujer, sirviendo a su especie.
CONVERSACIONES CON RAUDA JAM?S
Gis¨¨le Freund Traducci¨®n de Anna Becciu y Ana Mar¨ªa Moix Circe. Barcelona, 2002 205 p¨¢ginas. 11,54 euros
Colaboradora de Time, Life o Weekly Illustrated, Freund realiz¨® sus primeras fotograf¨ªas sobre el ambiente de la Bolsa de Par¨ªs con la Leica que le regal¨® su padre. M¨¢s conocidos, sus retratos de Evita Per¨®n, Joyce, Virginia Woolf o aquellos tan retinianos de Malraux tomados en 1936, en los que el escritor aparece con los cabellos desordenados, un cigarrillo en los labios y el cuello de la gabardina levantado.
Rauda Jam¨ªs, autora tambi¨¦n de la biograf¨ªa de Frida Kahlo (Circe), explica en el pr¨®logo de su libro c¨®mo tropez¨® con la vida de leyenda de Freund. "Me confi¨® ciertas cosas que entonces no me permit¨ª escribir en mi libro, pero de las que me acuerdo perfectamente: ?sabe! (le explica Freund) Frida, que amaba a las mujeres, me quiso mucho. Recib¨ª muchas cartas (...). Un d¨ªa, encontr¨¢ndome en Estados Unidos, me llam¨® una de sus amigas para decirme que Frida, enfadada conmigo, deseaba que yo las hiciera desaparecer").
El flas final de Jam¨ªs no oculta que el agud¨ªsimo ojo de Freund sufri¨® la ceguera de la mezquindad durante los ¨²ltimos a?os de su vida: "Descubr¨ª que Gis¨¨le sent¨ªa un feroz rechazo hacia la maternidad. A partir de aquel d¨ªa (el d¨ªa en que Jam¨ªs hab¨ªa dado a luz a su hija) jam¨¢s se priv¨® de hablar de m¨ª como de aquella que hab¨ªa sido hermosa (...). Ten¨ªa la torpeza corporal de los seres que no han sido lo bastante mimados y a quienes les cuesta amar".
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