El PP suelta lastre

La crisis del Prestige ha hecho emerger rivalidades y conflictos de poder que permanec¨ªan soterrados en el PP de Galicia. La primera v¨ªctima ha sido el eterno n¨²mero dos de Fraga y su sucesor in p¨¦ctore (sobre todo a sus propios ojos), Xos¨¦ Cui?a, consejero de Pol¨ªtica Territorial y Obras P¨²blicas desde 1990. Est¨¢ por ver si esa salida, inspirada por G¨¦nova (la sede central del PP), amansar¨¢ o revolver¨¢ a¨²n m¨¢s las aguas internas. Ello depende en parte del alcance de los cambios que Fraga introduzca este fin de semana en la composici¨®n de su Gobierno.

La eficacia del populismo ligeramente galleguista y fuertemente clientelar desplegado por el PP en el mundo rural ha permitido a ese partido conservar su hegemon¨ªa en Galicia, pese a la erosi¨®n del voto joven y ciudadano manifestada desde hace dos legislaturas. El hombre clave de esa pol¨ªtica ha sido el consejero Cui?a, que tambi¨¦n fue secretario general del partido hasta 1999. Sin embargo, hace tiempo que en G¨¦nova se ve¨ªa con desconfianza la tendencia de Cui?a a ir a su aire, y de tenerlo a gala. Al fundador del partido pod¨ªa permit¨ªrselo, pero no a su n¨²mero dos.

La descoordinaci¨®n entre la Administraci¨®n gallega y la central, puesta de manifiesto durante los primeros d¨ªas de la crisis del Prestige, anticip¨® la ruptura. Cui?a, que se sent¨ªa sucesor y no quer¨ªa quedar marcado por el problema, lleg¨® a defender la participaci¨®n del PP en la primera manifestaci¨®n de Nunca M¨¢is y convenci¨® a Fraga de que aceptase la creaci¨®n de una comisi¨®n de investigaci¨®n en el Parlamento gallego. La desautorizaci¨®n de tales iniciativas -en el segundo caso, impidiendo comparecencias comprometedoras para el Gobierno de Aznar- fue un anticipo de lo que se preparaba: la negativa de Fraga a confirmar, el pasado lunes, la continuidad de Cui?a en un Gobierno cuya remodelaci¨®n hab¨ªa anunciado, y el comentario de P¨ªo Garc¨ªa Escudero, secretario de organizaci¨®n, desmintiendo que nadie hubiera pensado en Cui?a como sucesor de Fraga.

Faltaba el pretexto. El PP caz¨® al vuelo la noticia de que empresas participadas por la familia del consejero hab¨ªan vendido material anticontaminaci¨®n a la compa?¨ªa p¨²blica encargada de la limpieza de las playas. Era un asunto llamativo, aunque econ¨®micamente menor -40.000 euros- que otros casos ya denunciados en los que empresas del grupo familiar de Cui?a hab¨ªan vendido materiales a constructoras contratadas por la Administraci¨®n. Algo ins¨®lito, incluso en Galicia, teniendo en cuenta que se trataba del consejero de Obras P¨²blicas precisamente. La noticia fue interpretada en G¨¦nova como una amenaza en plena campa?a por librarse del estigma del Prestige. El resultado ha sido la decisi¨®n de soltar lastre.