Una ciudad y un libro

Hace 15 a?os cogi¨® por primera vez l¨¢piz y papel para escribir un libro. Su inspiraci¨®n fue la ciudad suiza que la acog¨ªa, Ginebra. Ahora acaba de aparecer una versi¨®n revisada en la que apenas ha actualizado datos y cifras.

?Tan poco ha cambiado la ciudad?

Los ginebrinos creen que s¨ª, pero yo pienso que no mucho. El libro est¨¢ hecho desde la mirada de una persona del sur, y la diferencia de formas de vida sigue siendo la misma.

Reconoce en el libro que Ginebra tiene una imagen aburrida.

Es una ciudad calvinista, ordenada. La noche en Espa?a es m¨¢s divertida, pero ya quisi¨¦ramos llegar a las cinco de la tarde a casa. El d¨ªa tiene 48 horas porque nadie te hace esperar. Trabajas, comes con los amigos, vas al gimnasio y a¨²n te queda tiempo para ir al cine. Es un pa¨ªs que no ha ca¨ªdo en la brutalidad del neocapitalismo.

A los dependientes bordes usted termin¨® espet¨¢ndoles: "J'ai besoin d'amour" (necesito amor).

Son as¨ª... Escapar del orden establecido les pone de los nervios. Cada vez hay m¨¢s inmigrantes, pero acaban siendo m¨¢s ginebrinos que nadie.

?A usted tambi¨¦n le pas¨®?

Yo nunca m¨¢s he llegado tarde a nada. Ni un minuto. Aunque sepa que me van a hacer esperar. Echar un papel al suelo me parece un delito y me he acostumbrado a dar las gracias al entrar y salir del taxi.

Dice que tiene las mejores patatas fritas del mundo.

La comida es excelente. Tiene el sabor genuino, y las materias primas est¨¢n muy controladas.

"La magia del viaje consiste m¨¢s en echar de menos que en tener y disfrutar...".

Las cosas que tienes, por ejemplo, en Madrid, las vives como normales y s¨®lo te das cuenta de ellas cuando est¨¢s fuera y las echas de menos. Y al rev¨¦s. Eso es tambi¨¦n una fuente de conocimiento.